
Para estos primeros creyentes, el cristianismo no era propiamente una religión sino una forma nueva de vivir
Indiferencia hacia los que sufren o compasión bajo todas sus formas. Sólo bienestar para mí y los míos o un mundo más humano para todos. Intolerancia y exclusión o de quienes son diferentes o actitud abierta y acogedora hacia todos. Olvido de Dios o comunicación confiada en el Padre de todos. Fatalismo y resignación o esperanza última para la creación entera.
ESTO que vivo yo es fe?, ¿cómo se hace uno más creyente?, ¿qué pasos hay que dar?Un paso decisivo es leer los evangelios para buscar personalmente la verdad de Jesús.
Leer el evangelio no es exactamente encontrar «recetas»para vivir. Es otra cosa. Es experimentar que, viviendo como él, se puede vivir de manera diferente, con libertad y alegría interior. Los primeros cristianos vivían con esta idea: ser cristiano es«sentir como sentía él» (Fil 2,5); «revestirse de Cristo» (Gal 3,27), reproducir en nosotros su vida. Esto es lo esencial. Entonces entiende el creyente desde dentro las palabras de Cristo y las hace suyas: «Tú eres para mi el camino, la verdad y la vida» (Jn 14,6). LEER MÁS
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