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ATALAYA

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viernes, 18 de octubre de 2013

Ciento cincuenta mil mártires Lidia Falcón


Ciento cincuenta mil son los mártires republicanos que esperan en las cunetas de las carreteras, en las fosas comunes de los cementerios, en los bosques y los huertos familiares, a que la Iglesia católica los reconozca como tales. Nosotros no tenemos quinientos veinte mártires, nosotros tenemos cientos de miles. Porque los asesinatos “legales”, aquellos que juzgaron los infames consejos de guerra franquistas y ultimaron los pelotones de fusilamiento y los verdugos, son doscientos cincuenta mil. España es el país, después de Camboya, que tiene más desaparecidos en proporción a su población.
Cuando el Papa apoya a esa Iglesia que se atreve a beatificar a “sus mártires” porque eran católicos muertos por su fe, sin rendir homenaje, ni aún mencionar, a todos los otros mártires que fueron asesinados por su fe republicana en el progreso, en la paz y la concordia entre los españoles, está alineándose una vez más con los fascistas vencedores de la Guerra Civil española.
Las esperanzas que algunos depositaron en el papa Francisco como dirigente moderno de la Iglesia, haciendo publicidad de su modesto alojamiento en un convento y de su transporte en un automóvil vulgar, volcado a los discursos sobre la pobreza y los emigrantes, quedan bastante empañadas ante esta última actuación papal hacia España.
Quizá este Papa de los pobres no sepa que la mayoría de los asesinados por falangistas, guardias civiles, alcaldes fascistas, policías nacionales y verdugos eran pobres, porque eran campesinos, obreros, empleados, maestros, profesores, alcaldes republicanos. A los ricos el franquismo no les persiguió. Las víctimas eran hombres y mujeres que lucharon por sacar a España del atraso secular en que estaba sumida gracias a las monarquías que la habían esquilmado. Hombres y mujeres que eran líderes sindicales del campo y de la industria, representantes políticos de los partidos republicanos, intelectuales y científicos, muchos simplemente liberales y moderados, porque bolcheviques había muy pocos.
Quizá este Papa que exalta la valentía de los mártires de su Iglesia no sepa de la valentía de los mártires republicanos, que en condiciones de pobreza, como vivía la mayor parte de la población española, dedicaron los mejores años de su juventud y de su vida a redimir del analfabetismo a los niños y a los adultos de su país, a curar a los enfermos, a intentar redistribuir la riqueza que detentaban en exclusiva los caciques y los capitalistas, invirtiendo en esta tarea sus pocas horas de ocio y todos sus recursos humanos y materiales.
Quizá este Papa que beatifica a los que murieron por dar testimonio de su fe, no sepa que los fascistas mataron a los masones por dar testimonio de sus creencias, a los socialistas por dar testimonio de sus propósitos de lograr algo de igualdad entre todos los ciudadanos, a los comunistas por dar testimonio de su empeño en lograr el reparto de la riqueza, a los nacionalistas por dar testimonio de sus demandas de autonomía, a los anarquistas por dar testimonio de su defensa de los trabajadores, a las feministas por dar testimonio de sus demandas de progreso para las mujeres.
Quizá este Papa que habla en exaltación de los cristianos beatificados no sepa que entre los ciento cincuenta mil republicanos asesinados legal e ilegalmente había muchos cristianos y católicos. De los once curas vascos fusilados en Euskadi por orden franquista nunca dice nada. La mayoría de las muchachas conocidas como “Las Trece Rosas”, que fueron fusiladas, eran creyentes. Entre los masones, nacionalistas, republicanos y simples campesinos y sindicalistas perseguidos por las hordas fascistas, los cristianos, católicos y creyentes eran mayoría.
Quizá el Papa no conozca la masacre que se ultimó en España por el régimen franquista y que ejecutaron los miles de falangistas, militares y verdugos para erradicar del país a todo aquel que disintiera de la doctrina franquista, y muy católica. Y que fue bendecida por un antecesor suyo, el papa Pío XII, con el calificativo de “Cruzada”, cuyas víctimas lo fueron por actuar a favor de una España republicana, igualitaria y justa.
Quizá el Papa no sepa todo esto, pero sin duda la Iglesia católica española sí lo sabe. Como también lo saben los ministros y ministras del Gobierno central, y el presidente de la Generalitat de Cataluña y la vicepresidenta del Govern catalán, y todas las autoridades y los gobernantes que asistieron embelesados a la ceremonia de beatificación en Tarragona. Y a los que no se les escapó una palabra que atemperara, aún en una misérrima porción, el dolor y la humillación que sentimos los descendientes y herederos de aquellos mártires republicanos que nos arrancaron de nuestras familias y de nuestras vidas tan sangrientamente.
Cierto es que, si ni de nuestros gobiernos ni de los partidos dominantes ni de la judicatura –y parece mentira que todos los jueces de instrucción de nuestro país muestren tal grado de cobardía– hemos podido lograr la exhumación de los restos, a los que muchos de sus familiares querrían dar cristiana sepultura, ni las reparaciones que se merecen, difícilmente podemos esperar reconocimientos ni homenajes de la Iglesia a nuestros mártires.

Más mártires José Arregui, teólogo


ahora mismo me dijeran: “O apostatas de tu fe o te matamos”, apostataría tranquilamente. Creo que sería la mejor manera de ser fiel a la fe de Jesús, que fue la Vida. Si, en cambio, me dijeran: “O denuncias o te matamos”, y si por mi denuncia fueran a matar a una persona a causa de sus ideas, me gustaría tener grandeza suficiente para dejarme matar antes de denunciar. Solo así sería fiel a la fe de Jesús. La fe en la vida no se juega en el credo de los labios, sino en el cuidado de la vida propia y ajena.
Digo esto a propósito de los 522 asesinSi ados por el Régimen Republicano en la Guerra Civil española que fueron beatificados como mártires de la fe en Tarragona. Unidos a los beatificados por la misma causa en los dos últimos pontificados, ya suman por encima de 1.500. Pero el problema no es que sean tantos los mártires beatificados, sino que sean tan pocos, quiero decir: que solo sean beatificados los mártires de un lado. Y el problema es el fasto, y el procedimiento seguido, y la intención equívoca. El fatal equívoco que se sigue manteniendo sobre la fe y el martirio.
El problema no son los mártires, sino lo que hacemos con ellos. Ellos, los pobres asesinados –muchos de ellos veinteañeros– lo dieron todo en vida como mejor pudieron, y les quitaron la vida por unas ideas, unas creencias, unas banderas. Y fueron convertidos por los unos y por los otros en meras banderas. Ellos no cayeron “por Dios y por España”, como se nos ha querido hacer creer –tal vez a ellos mismos se lo habían hecho creer–, como si Dios fuese un credo, como si España fuese una causa y no una gente, gente diversa, gente hermana, tanta gente martirizada hasta hoy. Su dignidad y su vida fueron desdeñadas por todas las banderas, también la religiosa. Y ahí seguimos.
La jerarquía católica que organiza el acto insiste en que la celebración será exclusivamente religiosa. La indicación es de agradecer, pero es difícil que sea exclusivamente religiosa una celebración a la que está invitada la Casa Real –juntos una vez más el trono y el altar–, y que tendrá lugar justo al día siguiente del Día de la Hispanidad, aunque no fue esa la fecha inicialmente prevista; diversas organizaciones falangistas han llamado a asistir para celebrar al mismo tiempo la beatificación y la Hispanidad –Dios y la Patria juntos todavía–. Y eso es negación de la religión. O es una religión que niega la espiritualidad del evangelio, la espiritualidad sin más.
Y allí asistirá un centenar de obispos, y el buen papa Francisco que le habrán hecho asistir, aunque sea por videoconferencia. Todo eso me parece una parafernalia fuera de lugar. A decir verdad, están fueran de lugar y de tiempo todos los procesos de beatificación, con certificados de milagros y mucho dinero de por medio. Sí, el dinero –y los esquemas clericales todavía vigentes– es lo que explica que de los 522 “mártires” solo 7 sean “laicos”: solo los obispados y las congregaciones religiosas pueden permitirse gastar tanto dinero solo para tener “santos” en las propias listas. Una causa tan fútil, tan fuera de lugar y de tiempo, y tan fuera del evangelio.
Jesús beatificó, es decir, anunció la bienaventuranza a todos los que sufrían, sin mirar a su fe religiosa, ni siquiera a su virtud, menos aun a la bandera. “Bienaventurados vosotros, los pobres, los que lloráis, todos los perseguidos”. Creo que hoy proclamaría mártires y beatos a los 300 muertos de Lampedusa y a los vivos que sigilosamente serán repatriados. Y a todos aquellos, creyentes o no, que defienden su causa.
Mucho mejor sería si en Tarragona se reunieran la República y la Falange para darse la mano y para expresar juntos el pesar de haber matado por unas ideas. Y si los obispos de hoy pidieran perdón porque los obispos de entonces –todos menos dos: el catalán Vidal y Barraquer y el vasco Mateo Múgica– bendijeron la guerra de unos como Cruzada, y honraron solo a unos muertos inocentes y olvidaron a otros muertos igual de inocentes. Mucho mejor sería si hoy reconocieran a los mártires de todo tiempo y lugar, sin mirar más Credo que el de la Vida.

“Es una tontería decir que el sistema de pensiones es insostenible” Jorge Otero


Juan Torres, catedrático de Economía aplicada en Sevilla y colaborador de ‘Público’, desmonta en una conferencia celebrada en Madrid “las falacias” neoliberales sobre la viabilidad del sistema
La reforma de las pensiones que prepara el Gobierno, con la que pretende quitar al sistema 33.000 millones de euros hasta el año 2022, y su decisión de subirlas sólo el 0,25% —una congelación encubierta— ha disparado el interés social por el futuro y la sostenibilidad de las pensiones.

Sostenibilidad. Esa es la palabra de moda cuando se habla de pensiones. Esa era la pregunta a la que quiso dar respuesta Juan Torres López , autor junto a Vicenç Navarro del libro Lo que debes saber para que no te roben la pensión en una conferencia que se celebró este miércoles en Madrid. Torres, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla y colaborador habitual de Público —al igual que Navarro— fue la estrella del acto organizado por la Mesa Estatal Pro-referéndum de las pensiones, constituida a día de hoy por más de 80 asociaciones sociales, sindicales y vecinales que persiguen una reforma de la Constitución que blinde las pensiones.
Junto a Torres participó María Pazos, investigadora del Instituto de Estudios Fiscales y experta en estadística. Pero fue Torres quien llevó la voz cantante. Moderado por la periodista Rosa María Artal, el acto tuvo un claro tinte reivindicativo: según explicó una de las organizadoras al principio del mismo, la intención era desmontar las falacias que se están difudiendo sobre las pensiones, en especial una, la de que no hay dinero para las pensiones del futuro, que el sistema, en definitiva, no es viable. El mensaje se repite una y otra vez de forma machacona en los grandes medios de comunicación, apoyado en “una maquinaria de propaganda muy potente”, pero Torres fue claro y contundente: “Decir que las pensiones no son sostenibles es una tontería”.

El colaborador de Público explicó con sencillez y en un tono muy didáctico que los neoliberales adoptan un discurso catastrofista que se basa en una verdad a medias: el discurso de que dentro de 20 o 30 años va a haber muchos más pensionistas y menos trabajadores para pagar las pensiones a través de las cotizaciones sociales. Para Torres “eso es una falacia”, dijo. la Seguridad Social ha entrado en déficit estos dos últimos años por la desigual distribución de la renta entre salarios y capital. Torres aportó un dato demoledor a este respecto: “Desde 2010 los salarios han bajado un 7%”. Si trabajas más años y ese trabajo es precario, los salarios son más bajos y no se crea empleo, entonces las profecías de los agoreros se cumplirán, vino a decir Torres.

“La Seguridad Social se basa en un principio básico: el de la solidaridad”

“Repartir de otro modo, esa es la clave de la sostenibilidad de las pensiones”, añadió Torres, al que no se puede reprochar que no ofrezca propuestas alternativas: “Las fuentes de financiación de las pensiones dependen de muchos más factores que la demografía. Que va a haber más pensionistas es verdad, pero no lo es menos es que si en ese futuro tan negro que nos pintan los salarios son más altos, si hay más empleo y por tanto más masa salarial, si aumenta la tasa de actividad femenina e incorporamos a las mujeres al mercado de trabajo, luchamos contra la economía sumergida y hacemos una reforma fiscal que sea auténticamente progresiva, entonces las pensiones públicas serían perfectamentes sostenibles porque habrá dinero para pagarlas”.
Pero tanto Torres como Pazos creen que al Gobierno del PP le falta voluntad política y que estamos asistiendo a un ataque en toda regla contra el sistema público de pensiones. En realidad el ataque se hace extensivo a todo el Estado de bienestar. La ofensiva neoliberal, apuntalada por el Gobierno, pretende acabar con ese sistema público de pensiones para dar paso a los fondos privados que gestionen la jubilación de los pensionistas del mañana. “Los ricos no quieren compartir”, dijo tajante Torres. Cree que el Gobierno quiere abrir el abanico del negocio de las pensiones —unos 120.000 millones de euros al año— a bancos y aseguradoras.

Por eso, Torres reclamó que los ciudadanos salgan a la calle, hablen entre ellos, intenten informarse y no se crean lo que les cuentan en los medios tradicionales. “La Seguridad Social se basa en un principio básico: el de la solidaridad”, dijo en varias ocasiones el colaborador de Público. María Pazos, remató la frase y resumió con una frase lo que está ocurriendo: “Están cambiando los principios”.

El Gobierno impone eliminar a Wyoming de la televisión


El Amigo del Pueblo
Desde que en agosto de 2012 se hiciera efectiva la fusión entre Antena 3 y La Sexta , los directivos de Atresmedia y , por extensión , del Grupo Planeta han recibido fuertes presiones del Gobierno y del PP suprimir a Wyoming.
” Las presiones son terroríficas ” , asegura un alto directivo de la compañía. En los despachos de San Sebastián son conscientes de que la Moncloa están muy incomodos con algunos formatos de la Sextay.

El problema es Wyoming
Para el Gobierno , el problema no es ‘ Al rojo vivo ‘ , la tertulia de Antonio García Ferreras . Ni tampoco es ‘Más vale tarde ‘, el formato de Mamen Mendizábal . Tampoco les provoca especial malestar La Sexta Noche ‘, en el prime time de los sábados . El principal problema para Moncloa y para el PP es un : ‘ El Intermedio ‘ de Wyoming

Los miles de comentarios mordaces no sientan nada bien en el Ejecutivo de Mariano Rajoy . Consideran que tiene comportamientos ofensivos hacia el Gobierno y los miembros del PP , de ahí maniobran en la sombra para intentar que Atresmedia le modere . Incluso , ha habido presiones del ministro de Hacienda , Cristóbal Montoro .

La patronal de autopistas quiere salir de su crisis transformando toda la red de autovías en su gigantesco negocio Manuel Arias


La Asociación de Concesionarias de Autopistas de Peaje (Aseta) ha instado al Gobierno a abordar la “inevitable” –según su discutible e interesado criterio- implantación del cobro de un peaje por el uso de las autovías actualmente gratuitas, una medida que podría reportar a las arcas públicas hasta 10.000 millones de euros anuales, según indicó el presidente de la asociación, José Luis Feito.
La patronal de autopistas quiere salir de su crisis transformando toda la red de autovías en su gigantesco negocio “Es inviable que España siga pagando el mantenimiento de una red de autovías de gran capacidad de 12.000 kilómetros de longitud con cargo a los presupuestos”, subrayó Feito, que considera que “antes o después el Gobierno no podrá evitar articular algún tipo de peaje” en estas vías, al igual que ya han hecho otros países europeos.
Con esta interesada propuesta, la patronal de las autopistas de peaje, muchas de cuyas empresas están al borde de la quiebra por su deficiente gestión y, en el caso de Madrid, por ejemplo, seguirle el juego al gobierno autónomo construyendo unas radiales innecesarias y que ahora serán rescatadas con dinero, conseguirían un doble objetivo.
De una parte, su producto, las autopistas de peaje, se haría más atractivo al consumidor, ya que toda España se vería atrapada en una red de peajes. DE otro, se abre el suculento negocio de gestionar estos nuevos peajes ¿y quién mejor que las empresas del sector para cobrarle al Estado por cobrarle a los ciudadanos?.
Por delante, Aseta pone al Ejecutivo del PP la zanahoria de los ingresos. En una versión actualizada del cuento de la lechera, la patronal calcula que implantar el cobro de una tasa por uso de esta red de alta capacidad generará ingresos de entre un mínimo y un máximo de 1.700 y 10.000 millones de euros. Los importes variarían en función del tipo peaje que se implante, si se articula una tasa gradual (por tramos, por franjas horarias o tipos de vehículos) o bien una general y universal para todos los usuarios y en toda la red.
El también presidente de la Comisión de Economía de la CEOE considera que es el momento de que el Gobierno afronte esta medida, al considerar que los beneficios que generaría (sobre todo para ellos) compensarían el coste político que conlleva. “Sólo el anuncio de la decisión posibilitaría una relajación de la prima de riesgo y de los costes de financiación”, aseveró.

Motivos de Alex: Estoy en huelga de hambre porque quiero que todo el mundo tenga para comer» Noemí López Trujillo


Álex Aceituna, un joven madrileño de 24 años, se ha unido a la huelga de hambre que comenzó el bilbaíno Jorge Arzuaga el pasado sábado 12 de octubre. Sus ideas son diferentes, pero su objetivo es común: protestar por un situación social (paro, recortes en Sanidad y Educación…) que ha atragantado al país
Dicen que pocas cosas unen más que un enemigo común, y en este caso, así ha sido. Jorge Arzuaga y Álex Aceituna tienen vidas e ideas muy diferentes. Jorge, de 25 años y de Bilbao, vino a Madrid a comenzar una huelga de hambre como activista, con el objetivo de reclamar la dimisión de un gobierno que él considera «ilegítimo por haber incumplido su programa electoral». Ha estudiado en la Universidad y reconoce que su situación familiar es buena comparada con el contexto social que le rodea. Un entorno que veía cada vez más «degradado» y que fue el que le impulsó a estar donde está hoy: en la Puerta del Sol, con una manta y a base de líquidos.
Álex, de 24 años y de Madrid, se ha unido a Jorge no para conseguir esta dimisión, algo que considera «imposible», sino para exigirle al Gobierno, que califica de «corrupto», cosas más concretas: «Estoy en huelga de hambre porque quiero que todo el mundo tenga para comer, que todo el mundo tenga un trabajo, que son las cosas básicas que preocupan a los ciudadanos».

Álex es huérfano de madre, con su padre apenas tiene contacto y a los 18 se independizó. Estudió hasta 2º de Bachillerato pero no lo acabó y, desde entonces, ha trabajado como encofrador, como reponedor, como transportista y como camarero. Hasta que hace unos meses se decidió a estudiar un Grado Superior de Educación Física. «Antes no quería estudiar, trabajaba en la construcción y pensaba que con eso tendría para vivir siempre. Pero la situación empeoró mucho, no había trabajo y el que había era en unas condiciones pésimas. Además, mis ideas han evolucionado y me di cuenta de que quería formarme», explica. Su último trabajo, que dejó el lunes para unirse a la huelga de hambre, consistía en cuidar a las hijas de una amiga.
Activista versus ciudadano

Álex asegura que apenas vivió el movimiento 15M y que la última manifestación a la que acudió fue hace ya unos años, convocada por Juventud Sin Futuro. «Apoyo al 15M en las formas, pero ideológicamente no, no en todo. Hay muchas cosas en las que estoy de acuerdo y en otras no. Mezclan muchas cosas, como desahucios y banderas republicanas, y para mí, que haya República o Monarquía es secundario. Lo importante es que a la gente no le falte ni trabajo ni de comer».

Sin embargo, cuando leyó sobre la acción de Jorge, él, que nunca había pensado en hacer una huelga de hambre, sintió curiosidad y se acercó a conocerlo. «Hablé con él, me pareció sensato y, al fin y al cabo, los dos estamos en contra de lo mismo: de los recortes en Sanidad y en Educación, de la corrupción, de que el Gobierno haga lo contrario de lo que prometió…. Son temas que, seas de la ideología que seas, le interesan a todo el mundo, o así debería ser», reconoce Álex.
Dialogar antes que discutir

Mientras Álex cuenta todo esto, las personas que se acercan —sobre todo, señoras mayores— a visitarles son muchas. Insisten en si necesitan algo de beber, les preguntan por su salud, les dan besos y abrazos o se sientan un rato a hacerles compañía.
«Es que ayer salimos en el programa de Ana Rosa y, desde entonces, vienen muchas ancianas diciendo que nos han visto en la tele y que qué pena», bromea Álex. También hay quienes acuden al lugar para decirles que lo que hacen es inútil. «En ese caso, les pedimos que nos expliquen por qué y dialogamos. Siempre es productivo para las dos partes», dice el madrileño.
De momento, ambos, Jorge en su quinto día de huelga y Álex en su tercero, tienen buen estado de salud, aunque en el momento en el que los médicos indiquen lo contrario —el SAMUR les hace controles cada dos días—, pararán.

España: Cuestión de dignidad y justicia, no de sostenibilidad Xavier Caño Tamayo (CCS), periodista y escritor



Las pensiones públicas sufren un descomunal ataque desde hace años. La minoría rica quiere sustituir las pensiones públicas por privadas. En España las pensiones públicas son 117.000 millones de euros anuales.
Dirigen la ofensiva contra las pensiones el FMI, Banco Mundial y Unión Europea. El FMI sostiene que la mayor esperanza de vida “acarrea costos financieros a los gobiernos por los planes de jubilación”. Y amenaza con que hay que recortar las pensiones. ¿Más?

El FMI osa decir incluso en un reciente informe que vivir más es “un riesgo financiero”. De ahí a empezar a urdir algún tipo de ‘solución final’, no hay tanto techo. Un viceministro japonés ya pidió a los jubilados que se hicieran el hara-kiri para aliviar las cuentas públicas.
Pero lo peor es que, para reducir “el riesgo que supone la longevidad”, el FMI propone recurrir a los mercados de capital porque -dice- son quienes “tienen más capacidad para gestionar los planes de pensiones”. Es como contratar zorros para que vigilen el gallinero. O pedófilos para escuelas infantiles.
Desde hace años hay una campaña catastrofista impulsada por FMI y compañía que profetizan la quiebra de las pensiones públicas. Sesudos estudios profetizaron la bancarrota del sistema público de pensiones en España en 1995, 2000, 2005, 2007, 2010… Pero ni uno acertó.
Christine Lagarde, directora del FMI afirma que la economía mundial es “adicta” a los años de bienestar y se ha de “desenganchar” con “decisiones correctas en medidas estructurales”. En plata, con retrocesos sociales y contra- reformas. Es decir, esa cierta distribución de riqueza que fue el mal llamado estado de bienestar ahora resulta ser una “adicción”. Para el FMI cobrar una pensión es como esnifar cocaína o chutarse heroína.
En España, entre los “adictos” al bienestar (según el FMI), hay unos 9.000.000 de pensionistas; casi una quinta parte de población total. Y, de esa cantidad, algo más de la mitad cobra pensiones inferiores a 750 euros. Casi dos millones de pensionistas cobran menos de 500 euros, pero que cobren más de 1500 euros no llegan ni al 1% y 1000 o más, solo un tercio. Al final, en el Reino de España, más de la mitad de pensionistas está bajo el umbral de la pobreza. ¿Rebajarán las pensiones hasta que quienes están razonablemente bien sean pobres y para el resto la pobreza se convierta en miseria?
Para mantener la falacia de la insostenibilidad de las pensiones, en España se actúa como si la Seguridad Social fuera diferente del Estado. Inicialmente se separaron las cuentas de ésta por transparencia, pero ahora se pretende que es un ente diferente, que ha de sobrevivir por su cuenta. Como si no fuera parte del Estado. Pero es falso, porque todos los recursos del Estado han de hacer frente a la totalidad de gastos del Estado, pensiones incluidas.
Aparte de que la seguridad social tiene cuentas limpias y claras, en cualquier caso, la presunta insostenibilidad de las pensiones públicas desaparece cuando son atendidas en los presupuestos generales por el estado. Sin necesidad de depender del volumen de cotizaciones sociales, convertidas así en una partida más de financiación, pero no la única.
“¿Y las cuentas claras y el déficit…?”, rugirán los voceros neoliberales. ¿Hablamos de los insostenibles gastos militares, los derroches suntuarios, las obras públicas innecesarias, el dinero para la Iglesia, el dinero de la corrupción? ¿Hablamos del capitalismo de amiguetes? ¿Hablamos de fraude fiscal…? En España suma 80.000 millones de euros…
La realidad es que los trabajadores financian Europa. En España, cerca del 90% de impuestos recaudados procede de rentas del trabajo. Y cifras semejantes se dan en Grecia, Portugal, Italia… En tanto que quienes más ganan y más tienen eluden y evaden impuestos a placer. Como muestra, 550.000 millones de euros españoles (equivalente al 45% del PIB) no han pagado impuestos y se ocultan en paraísos fiscales, según ha denunciado la revista Alternativas Económicas. Y se puede hablar en términos semejantes del resto de países europeos.
No es cuestión de sostenibilidad sino de dignidad y justicia. Cuestión de derechos. Y de impuestos justos, progresivos y suficientes.
Xavier Caño Tamayo es .

Más de 12 millones de personas viven en situación de pobreza y exclusión en España


Y casi 3 millones de personas sobreviven con menos de 300 euros al mes. ONG y asociaciones de la sociedad civil agrupadas bajo la Alianza contra la Pobreza, la Cumbre Social y la Plataforma del Tercer Sector exigen al Gobierno un mayor compromiso en la aplicación de sus políticas sociales que se han visto reducidas por la crisis. Para este jueves hay convocadas decenas de concentraciones en protesta por la distribución injusta de la riqueza. Decálogo para la lucha eficaz contra la pobreza.
Sí hay dinero, pero lo hay si se recauda de los paraísos fiscales, del fraude y de las transacciones financieras
Más de un millar de ONG, movimientos sociales y asociaciones de la sociedad civil agrupadas bajo la Alianza contra la Pobreza, la Cumbre Social y la Plataforma del Tercer Sector se concentrarán mañana en casi 40 ciudades españolas para pedir al Gobierno que ponga fin al fraude fiscal y lleve a cabo políticas orientadas a luchar contra la distribución “injusta” de la riqueza.
La marcha, que tiene como lema ‘Contra la riqueza que empobrece actúa’, se celebrará coincidiendo con la conmemoración del ‘Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza’ y en Madrid se llevará a cabo a partir de las 19:00 horas en la Puerta de Alcalá hasta llegar a la fuente de Neptuno, en las inmediaciones del Congreso.
La responsable de la Coordinadora de ONGD de España, Mercedes Ruiz-Giménez, ha explicado que, durante la concentración, se llevarán a cabo representaciones para “mostrar” al Gobierno “dónde está el dinero para luchar contra la pobreza en España” que, según ha recordado “más de 12 millones de personas viven en situación de pobreza y exclusión en España”. Casi 3 millones de personas están en situación de pobreza severa según Caritas.
Ya hay 636 mil hogares que no tienen ningún tipo de ingreso, según un estudio elaborado por la Fundación 1º de Mayo.
Además, ha recordado también que “el Estado pierde 90.000 millones de euros al año por el fraude fiscal, por parte de grandes empresas y fortunas, según los datos del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. “Sí hay dinero, pero lo hay si se recauda de los paraísos fiscales, del fraude y de las transacciones financieras”, ha insistido Ruiz-Giménez.
Por ello, ha criticado que el Gobierno “recorte derechos bajo la excusa de que no hay dinero” y ha denunciado su “falta de voluntad” para plantear “alternativas que supondrían una recaudación para el Estado”. A su juicio, “las reformas que se están llevando a cabo responden en realidad a un cambio de modelo en el que priman los intereses privados y de los mercados sobre los derechos de las personas”.
En esta línea, el vicepresidente de la Plataforma del Tercer Sector, Carlos Susías, ha recordado que “la responsabilidad de mejorar la situación de los ciudadanos es de las Administraciones Públicas. Las organizaciones, desde su solidaridad han de reivindicar esa justicia social”, ha asegurado.
Por esta razón, ha insistido en que, además de luchar contra la economía sumergida y el fraude fiscal, es necesario tomar medidas que impulsen el crecimiento y el desarrollo sostenible. “Para luchar contra la pobreza no basta querer ni con garantizar que los pobres no mueran, hay que hacer que vivan, que tengan una garantía de rentas”, ha concluido.
Por su parte, la representante Cumbre Social, Rosario Sanabria, ha mostrado el apoyo y adhesión de la asociación a las concentraciones que se llevarán a cabo este jueves y ha pedido un “cambio en la política económica española”, además de la elaboración de un marco político internacional que ampare la protección social de los ciudadanos y una “renovación de la estrategia 2020 al respecto”.
Las políticas redistributivas son una reivindicación y un derecho
Las organizaciones que convocan las concentraciones han acudido al Congreso de los diputados este miércoles para entregar al Gobierno un ‘Decálogo para la lucha eficaz contra las causas de la pobreza’, en el que piden, entre otras cosas, la reversión de la Reforma Laboral, la implementación “urgente” del Impuesto sobre las Transacciones Financieras, la reconsideración de la deuda pública española “para determinar su legitimidad”.
Además, el documento reclama políticas y presupuestos “para fomentar empleo decente” y el desarrollo de los Derechos Humanos, que se elaboren en torno a los objetivos de la lucha contra la pobreza y garantizar “unos servicios sociales básicos de calidad”.
Por último, las organizaciones han pedido “coherencia” al Gobierno. Al respecto de ello, la presidenta de la Coordinadora de ONGD de España, Mercedes Ruiz-Jiménez, ha recordado las recientes declaraciones del presidente del Gobierno ante la ONU en las que aseguraba que España volvería a apostar por la inversión en ayudas al desarrollo cuando España recuperara la senda del crecimiento. En este sentido, ha criticado que los presupuestos para 2014 prevean un crecimiento del 0,14 por ciento del PIB y, sin embargo, la ayuda al desarrollo se reduzca al 0,17 por ciento del PIB, “a niveles de hace 30 años”.

A cuarenta y seis años del Che Freddy J. Melo


“Déjeme decirle, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esta cualidad”.
Esas palabras de luz pertenecen a Ernesto Guevara de la Serna, el legendario Che que conquistó con su pensamiento, su fusil y su vida el derecho a colocarse entre los mayores vencedores de la muerte. Pues aquel 9 de octubre de 1967 no pudo llevárselo, sino apenas ofrecerle un descanso.

Un hombre que supo transmutar el verso del gran poeta León Felipe (“y que nadie todavía ha cortado una espiga con amor y con gracia”) e invitarlo para que viera cómo el pueblo cubano -modestamente él mismo se apartaba- cortaba con amor y gracia la caña azucarera de cuyo jugo se nutría aún la nervadura económica del país que recién iniciaba su liberación.
Un hombre que plasmaba ese amor en la acción del vivac rebelde, hasta llegar a simbolizar la estampa del Guerrillero Heroico.
Un hombre que como Jesús de Nazaret, como todos los grandes genuinos, se dio entero por la redención de los explotados y oprimidos de la Tierra, y cuya sangre vertida, portadora de ideas seminales y paradigma de entrega ilimitada, riega sin agotarse los campos de la revolución social.

Un hombre cuyas manos cortadas vienen señalando rumbos, en su Cuba gloriosa, en la Argentina que lo vio nacer, en la Bolivia dilecta del Libertador y primera depositaria de sus huesos, en la Venezuela bolivariana y por tanto guevariana, en la Guatemala donde inició sus pasos, en el México que lo hermanó con Fidel, en nuestra América entera, en las recónditas esperanzas del África expoliada y en los otros horizontes del mundo.
Cómo se estudia hoy al Che, cómo se aprende de su integridad vital y moral, cómo se agradece su recuperación de la esencialidad libertaria del pensamiento de Marx, cómo se ve en él la imagen de los gigantes que lo precedieron y junto con ellos la prefiguración del nuevo ser humano.

Este “saltarín de oficio”, como se autodefinió una vez aludiendo a su trashumancia, quien solía sentir entre las piernas el costillar de Rocinante, luciría hoy su barba ochentona con la misma prestancia y dignidad con que Fidel luce la suya, y seguiría acometiendo empresas quijotescas mientras un soplo de aliento lo animara. Por eso millones de personas humildes del planeta ven en sus ojos, que iluminan como la estrella de su frente, una lumbre para guiar sus combates, y toman de su verbo demoledor de mentiras buena parte del acero que necesitan para librarlos triunfalmente.
Acero bruñido no en el odio sino en el amor, que es su marca y la de todos los auténticos. Tomemos de él para nuestra propia aplicación:
“El trabajo voluntario fundamentalmente es el factor que desarrolla la conciencia de los trabajadores más que ningún otro. Durante la Crisis de Octubre o en los días del ciclón Flora, vimos actos de valor y sacrificio excepcionales realizados por todo un pueblo. Encontrar fórmulas para perpetuar en la vida cotidiana esa actitud heroica, es una de nuestras tareas fundamentales desde el punto de vista ideológico” (igual aquí con la mil veces probada heroicidad de nuestro pueblo).
“Las taras del pasado se trasladan al presente en la conciencia individual y hay que hacer un trabajo continuo para erradicarlas. El proceso es doble, por un lado actúa la sociedad” (en nuestro caso la parte no domesticada, convertida en mayoría por el proceso bolivariano) “con su educación directa e indirecta; por otro, el individuo se somete a un proceso consciente de autoeducación (…) hacia la conciencia del deber social”.
“Hacemos todo lo posible” (también aquí debe hacerse) “para darle al trabajo esta nueva categoría del deber social y unirlo al desarrollo de la técnica (…), lo que dará condiciones para una mayor libertad, y al trabajo voluntario (…), basados en la apreciación marxista de que el hombre realmente alcanza su plena condición humana cuando produce sin la compulsión de la necesidad física de venderse como mercancía”. La desalienación es la libertad.
Y una advertencia que debe estar presente siempre: “Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo… se puede llegar a un callejón sin salida”.
Y un cierre de profundo humanismo: “Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo”: eso, escrito para educar a sus hijos, redondea la magnitud de su mérito para ser el paradigma que consagró Fidel.
¡Gloria eterna al Che Comandante! ¡Hasta la victoria siempre!.

(BARÓMETRO INTERNACIONAL, especial para ARGENPRESS.info)