FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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ATALAYA

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lunes, 20 de junio de 2016

Ha fallecido Don Ismael Díez Corralejo



El pasado sábado, 18 de junio, fallecía en Logroño, justo un día después de haber cumplido 89 años.











Ismael Díez Corralejo, salesiano sacerdote, vivía en la Casa de Salud de Logroño. 
El 17 de junio, día de su cumpleaños se le había administrado la unción, estando consciente y respondiendo a todo. 
Esperamos que, dormido en el Señor, viva en Él. 

Don Ismael desempeñó su labor sacerdotal durante muchos años en la formación profesional en el colegio de Deusto, Bilbao.
El funeral tuvo lugar el domingo, a las 18:00 h., en la casa de Domingo Savio de Logroño. 

Rogamos por su eterno descanso en el paraíso soñado por Don Bosco.

GOIAN BEGO

Gestos “sorprendentes” que esperamos de la Iglesia (10) Rufo González


Revalorizar la eucaristía como sacramento de reconciliación (II)
Los Padres de la Iglesia resaltan el poder reconciliador de la eucaristía
San Ambrosio de Milán (s. IV):
En su época el sacramento de la Penitencia sólo se podía recibir una vez en la vida. Era, como ya hemos dicho, el segundo bautismo, reservado para aquellos que habían roto pública y radicalmente con el proyecto de Jesús. Los pecados habituales, fruto de la fragilidad y debilidad, que no rompían la relación básica con Dios, aunque la debilitaran, encontraban lugar de perdón en la eucaristía.
“El que comió el maná, murió; el que coma de este cuerpo, obtendrá el perdón de los pecados y no morirá jamás” (De sacramentis, IV, 4, 24; Schr 25, p. 86).
“Si cada vez que se derrama su sangre, se derrama para el perdón de los pecados, tengo que recibirle siempre, para que siempre perdone mis pecados. Si peco continuamente, he de tener siempre un remedio” (De sacramentis, IV, 6,28; SChr 25, p. 87).
“Cada vez que bebes, recibes el perdón de los pecados y te embriagas con el Espíritu” (De sacramentis, V, 3, 17; Schr 25, p. 92).



Teodoro de Mopsuestia (Padre oriental del s. IV-V)
Más atrevido: todos los pecados, incluso “los grandes”, los perdona la eucaristía, si hay conversión:
“Diré sin vacilar que, si uno ha cometido esos grandes pecados, pero decide abandonar el mal y entregarse a la virtud siguiendo los preceptos de Cristo, participará en sus misterios, convencido de que recibirá el perdón de todos sus pecados” (Homilías Catequéticas, XVI, 34)


San Cirilo de Alejandría (s.V)
Como a muchos pastores, le duele el hecho de que muchos participantes de la eucaristía no reciben la comunión. A estos les exhorta a “decidir vivir mejor y participar” plenamente de la eucaristía, que “preserva de la muerte y de las enfermedades” (pecados mortales y veniales):
“Me he examinado y me he reconocido indigno. A los que así hablan les digo: ¿y cuándo seréis dignos? ¿Cuándo os presentaréis entonces ante Cristo? Y si vuestros pecados os impiden acercaros y si nunca vais a dejar de caer, ¿quién conoce sus delitos?, dice el salmo, ¿os quedaréis sin participar de la santificación que vivifica para la eternidad? Tomad entonces la decisión de vivir mejor y de forma más honrada, y participad luego en la “eulogía” (eucaristía) creyendo que ella posee la fuerza, no sólo de preservaros de la muerte, sino incluso de las enfermedades” (In Joh. Evang. IV, 2; PG 73, 584-585).

El concilio de Trento dice una cosa y la otra

– Para comulgar es necesaria la confesión sacramental, si hay pecado mortal:
“La costumbre eclesiástica declara que este examen es necesario para que ninguno consciente de pecado mortal, aunque se vea a sí mismo contrito, sin una confesión sacramental previa, deba acercarse a la Sagrada Eucaristía… Incluso los sacerdotes, a quienes incumbe por oficio celebrar, si nos les falta confesor. Si celebra, por necesidad urgente, confiese cuanto antes” (Ses. XIII, c. 7. Dz 880; DS 1647).


– La eucaristía perdona todos los pecados, si hay arrepentimiento personal:
“El santo Sínodo enseña que este sacrificio es verdaderamente propiciatorio, y que por el mismo se hace que, si con verdadero corazón y fe recta, con temor y reverencia, contritos y penitentes nos acercamos a Dios, consigamos misericordia y encontremos gracia en auxilio oportuno (Hebr 4, 16).
Pues el Señor, aplacado por la oblación de éste (sacrificio), concediendo la gracia y el don de la penitencia, perdona los crímenes y también los pecados más ingentes… (Ses. XXII, c. 2. Dz 940; DS 1743).


Las orientaciones doctrinales y pastorales conjugan estas dos verdades
Pueden leerse en el Ritual de la Penitencia (n. 67, pp. 38-39). Claramente se dice que para comulgar no es necesario el sacramento de la Penitencia, a no ser que se tenga conciencia de pecado “mortal” (conducta que,según la conciencia personal, da “muerte” a la relación con Dios). Si el creyente en su interior se siente en comunión de fe y amor con Jesús, puede comulgar. Si tiene conciencia de haber pecado gravemente, no tiene a mano confesor, y desea comulgar, puede hacerlo tras el arrepentimiento sincero. Deberá confesar “cuanto antes pueda”. Queda, pues, patente que la eucaristía, celebrada con espíritu de fe y conversión, perdona todos los pecados. Igualmente queda claro que la Iglesia, en un momento determinado de su historia, sobre todo desde el concilio de Trento, ha impuesto como norma la obligación de confesar los pecados mortalesr antes de comulgar, si se puede fácilmente acceder a un confesor adecuado. Esta norma es una disposición de disciplina eclesiástica. Podría cambiarla. Encontraría razones evangélicas e históricas, no sería contrario al dogma, tendría eficacia pastoral. Sería un acto de libertad eclesial posible.


“Dejaos reconciliar con Dios”
Es el título de una “Instrucción pastoral sobre el sacramento de la Penitencia” que la Conferencia Episcopal Española publicó, en abril de 1989. Su apartado n. 61 está dedicado a la relación entre “Penitencia y Eucaristía”. Reconoce dos caminos en esta relación:
“Un camino que va de la Eucaristía a la Penitencia; otro que va de la Penitencia a la Eucaristía; un camino permanente de conversión que lleva a la Eucaristía y un camino que parte de ella para una vida renovada de reconciliación fraterna.
– El primero nos muestra que el misterio celebrado en la Eucaristía es fuente también de aquella reconciliación que se anuncia y realiza en el sacramento de la Penitencia; y así se relaciona con la Eucaristía como con su fundamento.
– El segundo nos indica que cuantos confiesan sus pecados delante de Dios y de la Iglesia se disponen a recibir cumplidamente este sacrificio de alabanza y de acción de gracias con la participación digna en el banquete eucarístico: son reintegrados por la Penitencia”.


¿Pueden ser dos caminos alternativos, abiertos a elección libre?
Sin duda son dos caminos de reconciliación tras la “muerte” de la vida del Espíritu:
– la celebración de la Eucaristía con espíritu convertido.
– la celebración de la Penitencia sacramental con espíritu convertido.
Ambos caminos requieren la conversión al amor de Dios, manifestado en Jesús, Mesías de Dios. Conversión exigida por la lógica del encuentro personal, la comunión en fe y amor con Jesús. Tanto la Eucaristía como la Penitencia son encuentros con Jesús. Ambos se realizan en la comunidad. Sin conversión personal, de corazón y mente, poco vale la mediación eclesial. La mediación eclesial es símbolo de la mediación de Jesús, sacramento del Padre. Jesús hace a sus seguidores sacramento suyo. La Iglesia alarga la presencia de Jesús, es su Cuerpo, es su sacramento. Con los símbolos sacramentales, la Iglesia comunica el Espíritu de Jesús. Los símbolos sacramentales expresan y comunican una experiencia vital. El cristiano siente que Dios le ama en Cristo. Tiene conciencia de que, al creer a Jesús, recibe su mismo Espíritu. Esta recepción del Espíritu, experiencia de sentirse amado por Dios, lo celebra en los sacramentos: como inicio (bautismo), como testigo fortificado (confirmación), como compañía que alimenta (eucaristía), como recuperación (penitencia), como fortaleza en debilidad (unción de enfermos), como ayuda mutua y creación de vida (matrimonio), como servicio a la comunidad sacramental (orden). Son los siete sacramentos que la comunidad eclesial vive con más intensidad. Experiencias comunitarias, cuya expresión debe regular la Iglesia. ¿Puede la Iglesia revalorizar la eucaristía como sacramento de reconciliación al margen de la Penitencia? ¿Pueden ser dos caminos abiertos a la libertad del cristiano?

De los gestos a los hechos


Por Washington Uranga

El papa Francisco, que se ha caracterizado por su "magisterio de los gestos”, dio ahora un paso en el plano de los hechos al rechazar el subsidio que le otorgó el gobierno de Mauricio Macri a la Fundación Scholas Occurrentes apadrinada por Bergoglio. En el plano simbólico –que es también político– la determinación puede leerse como un duro revés para el Presidente y una nueva toma de distancia del Papa respecto del Gobierno de Cambiemos cuyos funcionarios habían publicitado el otorgamiento de la donación como una forma de "reconciliación” con Francisco. Otros, desde el Gobierno, no han dejado de acusar al Papa de alimentar "la grieta” que Cambiemos y ciertos medios de comunicación construyeron como relato durante la última campaña electoral.

El senador Federico Pinedo, Presidente Provisional del Senado, escribió días pasados en Vatican Insider que "en el espacio político al que pertenezco no vemos al Papa cavando grietas o promoviendo odios. Por el contrario, lo hemos encontrado siempre proclamando la cultura del encuentro, que necesariamente se basa en rescatar lo positivo de cada uno y en la actitud de respeto y humildad”.

El decreto presidencial 711 por el cual se otorgó el subsidio había argumentado que "las líneas de acción que lleva a cabo la Red Mundial de Escuelas Scholas Occurrentes a los fines del desarrollo de objetivos en materia de ciudadanía, educación, deportes, artes, innovación tecnológica y cuidado del medio ambiente, se alinean con las metas propuestas por el gobierno nacional en materia de inclusión educativa, pobreza cero, lucha contra el narcotráfico y unión de todos los argentinos”. Podría entenderse que el Gobierno le otorgó el subsidio a Scholas porque sus propósitos coinciden con los postulados de campaña de Cambiemos.

Antes como arzobispo y ahora como papa, Bergoglio se ha mostrado cuidadoso para evitar ser utilizado políticamente. Sin embargo, eso no le impidió tener una relación cercana con Cristina Fernández de Kirchner, algo que siempre molestó al macrismo. Una vez asumido el nuevo gobierno desde Cambiemos se buscó, infructuosamente, un gesto de cercanía por parte del Papa.

Por el contrario, el envío de un rosario de regalo a Milagro Sala, detenida en Jujuy por razones políticas, y la posterior audiencia privada de Francisco con Hebe de Bonafini, entre otros gestos, fueron leídos desde el Gobierno como nuevas afrentas políticas.

La decisión de rechazar el subsidio para Scholas va mucho más allá de ese punto. Ya no es un gesto, sino un hecho que tiene una lectura inequívoca desde el punto de vista político. Para la Argentina, indudablemente. Pero también para el mundo que mantiene una mirada atenta sobre todas las iniciativas del Papa. A nadie le quedará duda en adelante que Francisco no está dispuesto a negociar sus puntos de vista por un puñado de pesos.

También que quien lo intente, de la manera que sea, recibirá del Papa una respuesta del mismo nivel de contundencia que la que ahora obtuvo el gobierno argentino. Y Macri tendrá que explicar al mundo por qué el Papa argentino lo mira al menos con desconfianza.

Entrevista a Joseph Stiglitz: “TPP y TTIP son un intento por las empresas para cambiar las reglas del juego contra el resto de la sociedad” Álvaro Guzmán Bastida (España)



Un economista que se sale del ‘pensamiento único’
Piensa Chile.
Traducido por Adriana Mora Andrade
Joseph Stiglitz (Indiana, 1943) no es ningún radical. Su carácter, revestido de un optimismo prudente, y su impresionante currículum, hacen de él un hombre de orden, como mucho un reformista. Y aún así, el premio Nobel, que fuera economista jefe del Banco Mundial a finales de los años noventa después de haber presidido el Consejo de Asesores Económicos de Bill Clinton, se ha convertido en un enérgico crítico del establishment. Para alguien de su pedigrí, tomar partido a favor del “no” en el referéndum griego sobre el rescate, o clamar contra los acuerdos de libre comercio, la explotación de los trabajadores, la ‘extorsion’ de los fondos buitre a las naciones endeudadas y lo que él llama la “depravación moral” del sector financiero, sugiere un renovado ímpetu progresista, o quizá una revelación. ··· Ver noticia ···

La lenta acogida de refugiados: sólo han llegado 124 de los casi 600 que debían estar en junio Ana Rodrigo


Emigrantes
En el reparto europeo, España se comprometió a reubicar a 15.888 personas de las que ya están en Europa antes de septiembre de 2017, y a otros 1.449 refugiados que llevan varios años viviendo en reasentamientos en Líbano, Jordania y Turquía.
MADRID.- España ya es una oportunidad para los 124 refugiados que han llegado desde Grecia e Italia en los últimos ocho meses, debería serlo para los 586 que se fijó como previsión el Gobierno para antes del final del mes de junio y completar esa cifra hasta los 17.337 antes de septiembre de 2017.
“Los refugiados no son cifras, sino seres humanos con derechos”, ha recordado la presidenta del Consejo General de la Abogacía Española, Victoria Ortega, para exigir al Gobierno español y al resto de la UE que respeten la legalidad respecto a los refugiados y migrantes. Pero las cifras sirven para dibujar la magnitud de la tragedia, que ha conseguido un triste récord de desplazados desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. ··· Ver noticia ···

El Papa invita a “acoger y escuchar” a refugiados

 


Papa Francisco7Efe, Ciudad del Vaticano
El Pontífice se ha mostrado muy sensible ante la crisis humanitaria en Europa y la califica como la “peor catástrofe desde la II Guerra Mundial”
El papa Francisco invitó a “encontrar, acoger y escuchar” a los refugiados, en un mensaje tras el rezo del Ángelus que como cada domingo pronuncia desde la ventana del palacio apostólico en la Plaza de San Pedro. Francisco recordó que mañana se celebra la Día Mundial del Refugiado promovido por Naciones Unidas y con el lema: “Estamos con los refugiados” y afirmó que “son personas como todas a las que la guerra ha arrebatado la casa, el trabajo, los familiares y amigos”. ··· Ver noticia ···

Reflexiones intempestivas sobre don Carlos Osoro Por Antonio Duato


Publicado el 8 de junio en alandar

Me piden cristianos de base de Madrid que les ayude a entender a su pastor, don Carlos Osoro, quien suscitó muchas expectativas cuando sustituyó a don Antonio Rouco y que está empezando a defraudar a no pocos por algunos gestos inexplicables en quien fue presentado como la opción personal de Francisco, para la conversión pastoral del episcopado español en los próximos años, a partir de esa importante diócesis.
Personalmente, lo que más me gustaría es que don Carlos acertara a encarnar en su persona las convicciones y actitudes que se reflejan en la persona del actual obispo de Roma, fruto de su gran realismo, su profundo sentido común y su radical seguimiento de Jesús de Nazaret. Me gustaría, porque lo quiero como amigo desde hace casi cincuenta años y porque sé lo trascendental que es para toda la Iglesia y la sociedad española, que cumpliera auténticamente, desde dentro, las expectativas que depositó en él ese verdadero profeta que el Espíritu ha regalado a la Iglesia y al mundo en esta encrucijada histórica: el obispo de Roma, venido de las periferias del mundo, que se hizo bendecir por su pueblo antes de dar su bendición desde la plaza de San Pedro.
Quiero empezar recordando y proclamando la gran madera que hay en Don Carlos para ser un buen líder cristiano. Esta expresión moderna me gusta más que la de pastor, que en lenguaje bíblico comprendía también a los reyes. Tendríais que haberlo conocido a sus 24 años, estudiante de teología en Salamanca, movilizando (junto con otros 3 delegados, pero él al frente) a todos sus compañeros para iniciar una huelga (el 3 de diciembre de 1969, recuerdo la fecha) por un cambio en la teología que se enseñaba en la Universidad Pontificia, pasados ya cuatro años de haber finalizado el Concilio. Al cabo de unos meses de negarse a asistir a las clases oficiales y organizar ellos sus clases con profesores invitados por ello, el Visitador Pontificio Antonio Javierre les dio la razón y promovió un drástico cambio en el claustro. En sus recientes memorias, Fernando Sebastián, que se vio promovido al decanato y más allá por esa valiente huelga, reconoce que no fue un contagio del mayo del 68, sino una profunda reacción de fe comprometida. “Los delegados de los estudiantes colaboraron en las gestiones de urgencia para superar el conflicto, eran Carlos Osoro y Adolfo González Montes, el primero es hoy el arzobispo de Madrid y el segundo obispo de Almería” (páginas 155). ¿Y de los otros dos, Álvaro Samperio y otro de Cádiz, quién se acuerda?
Al director del Colegio del Salvador, donde se fraguó el movimiento reivindicativo, por haber promovido la carta previa de todos los rectores de colegios a la Comisión episcopal y por su decisión de dejar libres a los alumnos en sus opciones, le costó abandonar, tras su primer año, un proyecto autogestionado de encaminamiento adulto al sacerdocio en que pretendía trasformar el antiguo colegio de vocaciones tardías. Esa persona era yo.
Recuerdo cómo Carlos estuvo entonces conmigo, apoyándome en lo que pudo para conseguir que se revocase mi destitución. Incluso hizo un viaje a Valencia para informarme de todas las gestiones que estaban haciendo los alumnos y, sobre todo, para traerme el cariño y solidariedad de él y de los demás.
Yo me traje de Salamanca, junto a una gran decepción sobre las posibilidades de un posconcilio de auténtica renovación eclesial, la dirección de la revista Iglesia Viva, con un grupo de pensamiento comprometido de gran hondura que se ha ido renovando sin parar, en fidelidad siempre al Concilio. Hoy, tras celebrar el 50 aniversario emprende una nueva etapa semejante a la del 66 tras el Concilio, para defender e introducir en España la renovación profunda de Francisco, tan temida y marginada por amplios sectores de la Iglesia española.
A pesar de que la vida y la carriera de don Carlos y la mía se distanciaron mucho, tras el año que vivimos juntos en Salamanca, cuando el año 2009 lo nombraron arzobispo de Valencia, me puse en contacto con él, antes incluso de que tomara posesión. Pero en todo el tiempo que pasó aquí no conseguí tener con él ese contacto que como antiguo amigo preocupado por el futuro de la diócesis yo deseaba. Eso sí, muchas promesas de que vendría a verme cuando pasé año y medio sin poder salir de casa con una mala ruptura de fémur y promesas también de su secretario de que me señalaría una audiencia cuando ya pude caminar y la pedía. De él he recibido los abrazos más cariñosos cuando hemos coincidido en algún entierro o fiesta de parroquia.
Estoy convencido de que esas muestras de afecto eran sinceras, como también las dirigidas a los miembros del Foro de Curas de Madrid. Pero ¿a qué se debe esa resistencia a sentarse para hablar del presente y del futuro de la Iglesia? Me lo he preguntado muchas veces. Os lo estaréis preguntando muchos en Madrid. Yo diría que es porque teme comprometerse más en una línea renovadora (bastantes críticas recibe ya de sus pares) y para preservar de contagios ideológicos de izquierda su simplista convicción de que con amar y predicar a Cristo apasionadamente, con ser “amigo fuerte de Dios”, ya está todo solucionado. El análisis de sus homilías y cartas, que sigo siempre a través del perfecto servicio archidiocesano de información, me confirman de su buena voluntad, pero también de lo poco que sigue la línea de Francisco del VER-JUZGAR-ACTUAR.
A vosotros, amigos y amigas cristianas de Madrid, yo solo os recomendaría que no ceséis de presionar a vuestro excelente arzobispo en la línea del realismo y del compromiso concreto, en el desvelamiento del engaño que encierran las dudas y críticas a Francisco, aunque él ya debió ver claro que algo de hipócrita contenía el viaje de Müller por España y fue valiente, a medias al menos.
A don Carlos yo me atrevería a recomendar humildemente, desde mi condición de viejo amigo y superior, estas cosillas sin importancia, que le ayudarían a ser un verdadero líder-pastor hoy:
  • Que no tema oír todas las voces de cristianos inquietos con fe probada o del simple pueblo con sentido común. Y tampoco le importen los reproches que le vendrán de sectores carcas, como los de Infocatólica.
  • Que conteste todas las cartas y mensajes no banales que reciba. Hoy es más fácil. Tarancón jamás dejó de hacerlo en peores circunstancias. Es más importante ser educado y atento a las personas que cariñoso.
  • Que en sus intervenciones y homilías, parta siempre de hechos concretos y acabe su fervorosa reflexión bíblica con llamadas a la acción o denuncia de lo real, como hace Francisco.
  • Que, si se quita la mitra y hasta el solideo para la Consagración, por respeto al Señor, se la quite también, por respeto al pueblo, cuando le habla “no como los señores de este mundo”. Y que, tras haberse preparado bien, hable sin leer y sin demasiada afectación, pero en directo, mirando a la cara, con sencillez.