FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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jueves, 16 de junio de 2016

Empresas del IBEX 35 en paraísos fiscales José Carlos García Fajardo


Organizaciones de la sociedad civil lanzan una campaña para poner fin a las prácticas de ingeniería fiscal y exigir a los partidos políticos que incluyan en sus programas electorales una legislación eficaz contra los paraísos fiscales.
En los últimos 15 años la inversión hacia paraísos fiscales a nivel mundial se ha multiplicado por cuatro. España no es una excepción, y en 2015 los flujos hacia España desde paraísos fiscales han aumentado en un 27,4% con respecto a 2014, lo que supone un 66% del total de la inversión que entra en nuestro país. Esto se debe a un cambio en la regulación, que hace que los beneficios de las empresas obtenidos en el extranjero casi no tributen en este país, denuncia en un documentado Informe, ‘¿Beneficios para quién?’, Oxfam Intermón que reclama a los partidos políticos una Ley contra la evasión fiscal que la reduzca a la mitad en los próximos cinco años.



La presencia de las principales empresas españolas en paraísos fiscales sigue en aumento. De 2013 a 2014, las filiales del IBEX35 en estos territorios se han incrementado en un 10%, pasando de 810 a 891.
Aunque la inversión crezca en España no se traduce en ingresos para el Estado que se podrían destinar y reinvertir en política sociales. De hecho, el impuesto de sociedades bajó un 49,5% de 2007 a 2015, lo que implica 22.219 millones de euros que no entran en las arcas públicas.


El paraíso fiscal más usado por las empresas del IBEX35 es Delaware, en los Estados Unidos. Sólo allí esas 35 empresas españolas tienen 420 filiales, un 45,4 % del total. En este Estado, las empresas del IBEX abrieron 68 nuevas filiales en 2014, representando un 57% del total de incremento de filiales en estas jurisdicciones. Es decir, un solo edificio de una planta en Delaware tiene más empresas que todo el País Vasco (285.000 frente a 160.000).
Y en lugar de perderse en personalismos populistas y en descalificaciones propias de patios de vecindad, Oxfam Intermón señala medidas contra el ‘escaqueo’ fiscal en la que proponen a los partidos políticos y al futuro Gobierno de España que impulsen una ley contra la evasión fiscal de manera urgente. Es necesario que los ingresos que generan las empresas en este país se usen para cubrir las necesidades de sus ciudadanos, invirtiendo en políticas públicas como la sanidad, la educación, la protección social  y la cooperación. Esta ley tiene que contribuir a cerrar todos los resquicios de la elusión fiscal, así como garantizar la transparencia y la rendición de cuentas, revisar la contratación pública libre y la definición de los paraísos fiscales.


Por ello lanzan una campaña para poner fin a las prácticas de ingeniería fiscal, exigiendo a todos los partidos políticos que incluyan en sus programas electorales una Ley contra la Evasión fiscal y a los líderes del mundo una Cumbre Fiscal Mundial que se celebre en julio para empezar a construir un sistema de reglas justas para todos los países.
Estas acciones de las auténticas organizaciones de la sociedad civil suponen un reconfortante aire fresco con medidas concretas al llamar a las cosas por sus nombres con propuestas alternativas que favorezcan un desarrollo endógeno, sostenible, equilibrado y global. 

Centroamérica, laboratorio migrante Jorge Durand


Puede ver la información completa en la siguiente dirección:
Centroamérica es una región acotada geográficamente donde se materializaron los estertores y la agonía del sistema colonial (Belice 1981, Panamá 1999) y donde la Guerra Fría y el dominio imperialista dieron sus últimos coletazos en la década de los 80. La última guerra imperialista en América Latina se dio en Panamá en 1989, so pretexto del narcotráfico y refrendando la tradición justiciera de los gobiernos estadunidenses.
Allí, en lo que fueran las llamadas repúblicas bananeras, se gestaron procesos revolucionarios, guerras civiles, injerencias y guerras imperialistas que trastocaron la región e integraron a distintos sectores sociales y étnicos en una dinámica migratoria compleja y cambiante.



Hoy día se suceden y se entrecruzan los procesos de inmigración intrarregional, especialmente hacia el sur (Costa Rica y Panamá) y la libre circulación entre los países del CA4; la emigración masiva hacia el norte, a Estados Unidos y en mucho menor medida a México y Canadá; la migración de tránsito de origen caribeño, sudamericano y global y, finalmente, el retorno creciente de los deportados y desechados del sueño estadunidense y del periplo mexicano.
Si bien se pueden analizar los procesos migratorios desde la perspectiva y dinámica propia de los estados nacionales o desde la unidad excluyente del llamado Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras), consideramos pertinente analizar el proceso migratorio como un subsistema, que se integra por una parte a la dinámica mesoamericana, que incluye a México como país receptor, emisor, de tránsito y retorno y, a Norteamérica, como eje de referencia continental, principal motor de la demanda de mano de obra regional y lugar único y privilegiado de destino.


A lo largo de estas cuatro pasadas décadas la dinámica migratoria centroamericana ejemplifica toda la gama y las diferentes modalidades migratorias.
En la década de los 70 la modalidad predominante fue el exilio político, principalmente a los países vecinos. México y Costa Rica fueron lugar y asilo para muchos opositores a las dictaduras y gobiernos militares de aquella época. La razón, es fácil de prever, las dictaduras familiares y militares.


En la década de los 80, con las guerras civiles en Nicaragua (Somoza y Contras), el enfrentamiento armado de El Salvador y la guerra de baja intensidad en Guatemala, se pasó de la migración de exilados políticos a la de refugiados, que llegaron principalmente a México, Estados Unidos y Canadá.
La década de los 90 fue una fase de reconstrucción, acuerdos de paz y retorno de refugiados. Al mismo tiempo se desató un movimiento masivo y generalizado de migrantes económicos hacia Estados Unidos. En efecto, según el censo norteamericano de 1970 se constata la presencia de tan sólo 15 mil 717 salvadoreños, en 1990 casi llegaron al medio millón (465 mil 423) y en 2010 sobrepasaron el millón (un millón 112 mil 64). Procesos similares se dieron en Guatemala, Nicaragua y Honduras.

El cambio de siglo sorprendió a la región con una catástrofe devastadora, el huracán Mitch (1998). La región, especialmente Honduras, quedó arrasada en su infraestructura, los campos inundados y deslavados, las cosechas perdidas, pueblos enteros en ruinas o inundados. A la catástrofe ambiental le siguió la peor crisis social, económica y humanitaria, que buscó salida en la emigración. En ese contexto y como apoyo a la región, Estados Unidos otorgó a miles de centroamericanos un estatus de protección temporal (TPS) que se ha renovado subsecuentemente a lo largo de los años. Esto dio inicio a un nuevo proceso, el del refugio ambiental, que se expresó con la concesión de visas.

La primera década del siglo XXI se caracteriza por la consolidación de la democracia en Centroamérica, incluso por la alternancia en algunos países y la vuelta de los comandantes revolucionarios. Es parte de la herencia positiva después de la convulsionada década de 1980, pero también se heredó una creciente violencia, la espiral armamentista, el retorno de las maras deportadas de Estados Unidos y la consolidación del crimen organizado y el narcotráfico.
A la persistente pobreza en la región se sumó la violencia sistémica y generalizada que incluye a los medios rural y urbano, lo que ha generado migración económica y desplazamiento de cientos de miles de personas que buscan mejorar su situación fuera de su lugar de origen, pero también la de los desarraigados, los que ya no tienen nada que perder y huyen de una situación de violencia extrema y pobreza ancestral.
El desarraigo no sólo es el resultado de las terribles condiciones de los países y comunidades de origen donde la violencia diaria y la pobreza extrema obligan a emigrar. Es también la consecuencia directa de la política migratoria impuesta por los países de destino, que cierran la puerta de entrada y restringen de manera extrema el acceso a visas. Es un doble dilema: tener que huir y no tener adónde ir.


La pobreza nunca fue un factor de expulsión, los campesinos e indígenas centroamericanos vivían y sobrevivían desde siempre en sus comunidades; es la violencia de la guerra civil y luego la violencia sistémica, cotidiana y generalizada la que, aunada a la pobreza, ha generado el desarraigo.
Ya no se trata de la lucha de clases, que ha quedado rebasada por la violencia sistémica. Cuando tener una tienda, un camión de pasajeros o un pequeño negocio te convierte en sujeto de extorsión, todas las vías que generalmente llevaban al progreso personal o familiar o el bienestar están cerradas.
Para la población hay conciencia clara de quién tiene el monopolio de la violencia (ya no es el Estado) y que lo que reina es la impunidad.
Mejor bajar la cortina y buscar acomodo en otra parte.

Fuente: Red Mundial de Comunidades Eclesiales

Desde 2015 se han cerrado 341 casas de religiosos Álex Navajas


La vida religiosa está en caída libre en España
Según informa Religión en Libertad, desde 2015 se han cerrado 341 casas de religiosos en España. De ellos, 270 corresponden a conventos de monjas, mientras que 71 son de sacerdotes o frailes.
InfoCatólica
(Religión en Libertad) La sangría está siendo rapidísima: en el último año y medio (desde el 1 de enero de 2015), 341 casas pertenecientes a congregaciones religiosas se han visto obligadas a cerrar definitivamente sus puertas por la escasez de vocaciones y la elevada edad de los consagrados.



Esto supone que, cada día y medio, se ha perdido una presencia de vida religiosa en algún lugar de España.
Por lo general, las casas se quedan cerradas, sin uso, a la espera de que alguien las compre o alquile para darles otro tipo de actividad. En otras ocasiones, se convierten en el objetivo de vándalos y «okupas» que las degradan. Sólo en algunos casos, las casas se mantienen abiertas y con uso, pero ya sin la presencia de consagrados.
Los religiosos suelen abandonar los pueblos para reagruparse en ciudades y localidades de más importancia, lo que provoca que los pequeños núcleos de población pierdan la presencia de las almas consagradas. En algunos casos, sin embargo, la situación es tan desesperada que no se salvan ni siquiera las casas religiosas de las grandes ciudades. El hecho de «importar» monjas de otros continentes, especialmente de África, Asia e Hispanoamérica, no parece detener –en todo caso, ralentiza- el cierre de las comunidades religiosas.


Conventos, monasterios, colegios, residencias de ancianos
Se clausuran así conventos y monasterios, pero también colegios y residencias de ancianos, o al menos cambian de manos.
Los datos los aporta el doctor en Estadística y experto en Bases de Datos Giuseppe Mineo, que ha estudiado a fondo las casas de congregaciones religiosas cerradas en España desde el 1 de enero del pasado año y ha elaborado la lista de 341 inmuebles. «Y va a más: esta sangría, lejos de detenerse, se va a agudizar en los próximos meses y años», asegura el estadístico.


Las Hijas de la Caridad cierran una casa al mes
Las más castigadas han sido las congregaciones religiosas femeninas, que son también mucho más numerosas que las masculinas. De los 341 cierres, 270 corresponden a conventos de monjas, mientras que 71 son de sacerdotes o frailes. De ellas, las que clausuraron más casas el pasado año fueron las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, que echaron el cierre a 23 de sus residencias en Madrid, Canarias, Mallorca, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Galicia, Andalucía, Comunidad Valenciana, Murcia y País Vasco. Las Hijas de la Caridad, por tanto, han cerrado más de una casa al mes.


Las dominicas, en todas sus diversas familias (de la Anunciata, misioneras, recoletas…), perdieron 14 residencias, y 16 fueron las casas que clausuraron las franciscanas (de la Inmaculada, de la Misericordia…).
La crisis se ceba tanto con las congregaciones de vida activa (como las carmelitas de la caridad o «vedrunas», que pierden 11 comunidades; 6 en el caso de las siervas de San José y 9 en el de las agustinas), como con las dedicadas a la beneficencia (las hermanitas de los Ancianos Desamparados clausuran 6 de sus residencias) e incluso las de vida contemplativa, aunque en menor medida (las clarisas cierran 8 conventos; las carmelitas descalzas, 3, y las trinitarias, 6).


Los dominicos, los más perjudicados…
Entre las 71 casas de congregaciones religiosas masculinas, los más perjudicados son losdominicos, que clausuran 14, y los hermanos de La Salle, que pierden 8. Otras órdenes dedicadas a la educación, como escolapios, maristas o claretianos, pierden 4 cada una, y los jesuitas se han visto obligados a cerrar 5 de sus comunidades en España.
En la vida religiosa masculina, sin embargo, los conventos de vida contemplativa parecen aguantar mejor la crisis. No figuran benedictinos, ni cistercienses, ni cartujos ni ninguna orden similar entre los que han tenido que clausurar comunidades.
De seguir a este ritmo de perder una casa religiosa cada día y medio, el mapa de la vida consagrada podría variar mucho en los próximos años en España.

Domingo 19 de Junio, 12 Tiempo ordinario – C (Lucas 9,18-24): ¿Creemos en Jesús? José Antonio Pagola

¿CREEMOS EN JESÚS?

Las primeras generaciones cristianas conservaron el recuerdo de este episodio evangélico como un relato de importancia vital para los seguidores de Jesús. Su intuición era certera. Sabían que la Iglesia de Jesús debería escuchar una y otra vez la pregunta que un día hizo Jesús a sus discípulos en las cercanías de Cesárea de Filipo: «Vosotros, quién decís que soy yo?».
Si en las comunidades cristianas dejamos apagar nuestra fe en Jesús, perderemos nuestra identidad. No acertaremos a vivir con audacia creadora la misión que Jesús nos confió; no nos atreveremos a enfrentarnos al momento actual, abiertos a la novedad de su Espíritu; nos asfixiaremos en nuestra mediocridad.
No son tiempos fáciles los nuestros. Si no volvemos a Jesús con más verdad y fidelidad, la desorientación nos irá paralizando; nuestras grandes palabras seguirán perdiendo credibilidad. Jesús es la clave, el fundamento y la fuente de todo lo que somos, decimos y hacemos. ¿Quién es hoy Jesús para los cristianos?
Nosotros confesamos, como Pedro, que Jesús es el «Mesías de Dios», el Enviado del Padre. Es cierto: Dios ha amado tanto al mundo que nos ha regalado a Jesús. ¿Sabemos los cristianos acoger, cuidar, disfrutar y celebrar este gran regalo de Dios? ¿Es Jesús el centro de nuestras celebraciones, encuentros y reuniones?
Lo confesamos también «Hijo de Dios». Él nos puede enseñar a conocer mejor a Dios, a confiar más en su bondad de Padre, a escuchar con más fe su llamada a construir un mundo más fraterno y justo para todos. ¿Estamos descubriendo en nuestras comunidades el verdadero rostro de Dios encarnado en Jesús? ¿Sabemos anunciarlo y comunicarlo como una gran noticia para todos?
Llamamos a Jesús «Salvador» porque tiene fuerza para humanizar nuestras vidas, liberar nuestras personas y encaminar la historia humana hacia su verdadera y definitiva salvación. ¿Es esta la esperanza que se respira entre nosotros? ¿Es esta la paz que se contagia desde nuestras comunidades?
Confesamos a Jesús como nuestro único «Señor». No queremos tener otros señores ni someternos a ídolos falsos. Pero ¿ocupa Jesús realmente el centro de nuestras vidas? ¿Le damos primacía absoluta en nuestras comunidades? ¿Lo ponemos por encima de todo y de todos? ¿Somos de Jesús? ¿Es él quien nos anima y hace vivir?
La gran tarea de los cristianos es hoy aunar fuerzas y abrir caminos para reafirmar mucho más la centralidad de Jesús en su Iglesia. Todo lo demás viene después.

Domingo 19 de Junio, 12º del Tiempo Ordinario


12 del tiempo ordinarioC
Romualdo, fundador (1027)
La primera lectura hace referencia a los tiempos mesiánicos. “Derramaré sobre la casa de David un espíritu de gracia y oración. Y mirarán al que traspasaron” y llorarán como quien llora a un primogénito. El “traspasado” recuerda al Siervo de Yahveh, figura de Cristo en su Pasión. San Juan concluye la crucifixión de Jesús diciendo: “para que se cumplan las Escrituras: mirarán al que traspasaron”. Dios concede la conversión del corazón por medio de una víctima que es Cristo, el Siervo paciente; su cuerpo traspasado se mirará con la mirada salvadora de la fe. ··· Ver noticia ···