FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

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ATALAYA

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jueves, 26 de mayo de 2016

♥ Hablar o guardar silencio ♥

¡Qué difícil es que los ricos entren en el Reino de Dios! Jesús Mª Urío Ruiz de Vergara

El tema del dinero, las riquezas, los bienes materiales es, según un pastor luterano al que oí en la tele, es el tema que más se repite en el Antiguo y el Nuevo Testamento, (AT y NT). Según él, que escribió un libro sobre ello, casi el doble del tema que le sigue en reiteración. Pero, desde el siglo IV, este tema no se ha ganado ni el primer, ni uno de los primeros puestos en la reflexión teológica, ni en la pastoral de la Iglesia. Solo a partir del Concilio Vaticano II, muy iluminado por las Teologías de América Latina, no solo la de la Liberación, que marcarían las asambleas del CELAM, sobre todo las de Medellín (1968), y la Puebla (27 de Enero – 13 de Febrero de 1979), que fueron celebradas con total lealtad y consonancia con el Concilio. En las que se habló, por primera vez, con esta expresión, de la “Opción preferencial por los pobres”. Por fin unas conclusiones sinodales y conciliares hacían memoria, y justicia, a textos como el de la misa de hoy, lunes de la 8ª semana del Tiempo Ordinario.

Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arodillándose ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿ qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?» Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre.» El, entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud.» Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme.» Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: «¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!»
Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo: «¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios! 25 Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios.» 26 Pero ellos se asombraban aún más y se decían unos a otros: «Y ¿quién se podrá salvar?» 27 Jesús, mirándolos fijamente, dice: «Para los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para Dios.» (Marcos 10:17-27)
El joven rico pregunta sinceramente a Jesús qué es lo que tiene que hacer para “heredar la vida eterna”. En el fondo, se ve un poco de autocomplacencia y seguridad en los valores que hasta ese momento ha mantenido en su vida. A lo que Jesús responde en una perspectiva moral, recordándole los diez mandamientos, y animándole a ser, al cumplirlos, una buena persona y un buen ciudadano. Entonces el joven se crece y comunica al Maestro que eso tan elemental lo ha cumplido desde niño. Es el momento en que Jesús reconoció la honradez y la buena talla ética del joven, y le propone otro nivel, otra perspectiva, para valorar y enjuiciar su vida. Ya no es el horizonte ético, moral, implemente humano, sino le ofrece la oportunidad de ser “otra cosa”, es decir, seguidor de Jesús, creyente, cristiano. Y el texto nos deja bien claro y diáfano cómo se adentrará por ese camino nuevo, proponiéndole un camino nuevo, y un nievo tesoro, “en los cielos”, claro. Después, solo después de que haga el test del dinero, y de su libertad o esclavitud ante los bienes, “luego, ven, y sígueme”.
No se trata, como algunos han afirmado, apropiándose indebidamente de la totalidad de la experiencia cristiana, los que solo constituyen una pequeña minoría, de que el Señor adelante, en un caso flagrante de anacronismo, una experiencia que so9lo siglos después aparecerá en al Iglesia, como es la Vida Religiosa, hoy llamada “Vida consagrada”. No, no se trata de eso, de una invitación a un grado superior de “vida cristiana”. Es una invitación a todo el que quiera seguir los pasos de Jesús, Y que no se trata de un texto que se puede entender discrecionalmente, es decir, al pie de la letra, o no, nos lo demuestra la experiencia de la Iglesia primitiva. Hoy día ya no caben muchas dudas de que los Evangelios sean una colección de catequesis, y esta orientación es muy apropiada para entenderlos bien, y realizar una exégesis acertada. Sabemos que la renuncia a los bienes, y su puesta al servicio de los responsables de la comunidad cristiana, era un requisito indispensable para que los catecúmenos pudieran ser aceptados al Bautismo. Y ésta es la mejor y más clara exégesis que podemos hacer de la necesidad cristiana de n o ser, de verdad, esclavos del dinero. No se trata, pues, de algo discrecional, que depende de la voluntad y exigencia personal de pasar de un estado raso de pertenencia a la Iglesia, a otro de mayor y más alta cualificación. No. En ese rechazo al servicio del dinero, todos en la Iglesia somos iguales: no se trata de una experiencia de los más perfectos, decididos y generosos, sino de todos miembros de la comunidad eclesial, por igual.
A los que oponen la idea de que con la con un cambio tan radical de los modelos sociales, hoy es imposible vivir la relación con el dinero con la intensidad de la Iglesia primitiva, habrá que responderles con dos realidades constatadas: 1ª), la situación social, jurídica y económica de la comunidad de los primeros siglos, era incomparablemente peor, y más insegura que la de hoy. 2ª), nunca la comunidad cristiana fue, hacia dentro y hacia fuera, más fuerte, psicológica y económicamente tan compacta, y , progresivamente, socialmente tan reconocida y considerada como en aquellos tiempos. Se trataría, actualmente, no de negar a priori de esa posibilidad, sino de buscar las condiciones, y sentar las bases para que la invitación del Señor, que tan buenos réditos produjo a los primeros cristianos, siguiera siendo oída, creída y puesta en práctica en los días que corren. En mi opinión, esa era una de la intenciones “revolucionarias” del Concilio Vaticano II. Es claro que no sería posible ponerla a funcionar sin una severa, agresiva y violenta oposición de la sociedad globalizada y capitalista actual,

Preparativos de intervención militar en Venezuela Ángel Guerra Cabrera

 

venezuela
La Jornada
El guion de la intervención militar de Estados Unidos en Venezuela ha sido escrito en el Comando Sur (CS) de sus fuerzas armadas y se aplica al detalle por sus aliados de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Sigla que cobija a la contrarrevolución, o sea, el instrumento imperial para estimular el desabastecimiento creado por las grandes empresas, y las acciones de calle y violencia armada dosificada que favorezcan las condiciones idóneas para justificar la intervención militar directa en el país con las mayores reservas de petróleo en el mundo. Lo dice todo la afirmación del almirante Kurt W. Tidd, jefe del CS: “nuestra intervención oportuna ha permitido delinear un camino para una salida rápida del régimen”. ··· Ver noticia ···

Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo – C (1 Corintios 11,23-26): hacer memoria de Jesús José Antonio Pagola

HACER MEMORIA DE JESÚS


Al narrar la última Cena de Jesús con sus discípulos, las primeras generaciones cristianas recordaban el deseo expresado de manera solemne por su Maestro: «Haced esto en memoria mía». Así lo recogen el evangelista Lucas y Pablo, el evangelizador de los gentiles.
Desde su origen, la Cena del Señor ha sido celebrada por los cristianos para hacer memoria de Jesús, actualizar su presencia viva en medio de nosotros y alimentar nuestra fe en él, en su mensaje y en su vida entregada por nosotros hasta la muerte. Recordemos cuatro momentos significativos en la estructura actual de la misa. Los hemos de vivir desde dentro y en comunidad.


La escucha del Evangelio
Hacemos memoria de Jesús cuando escuchamos en los evangelios el relato de su vida y su mensaje. Los evangelios han sido escritos, precisamente, para guardar el recuerdo de Jesús alimentando así la fe y el seguimiento de sus discípulos.
Del relato evangélico no aprendemos doctrina sino, sobre todo, la manera de ser y de actuar de Jesús, que ha de inspirar y modelar nuestra vida. Por eso, lo hemos de escuchar en actitud de discípulos que quieren aprender a pensar, sentir, amar y vivir como él.


La memoria de la Cena
Hacemos memoria de la acción salvadora de Jesús escuchando con fe sus palabras: «Esto es mi cuerpo. Vedme en estos trozos de pan entregándome por vosotros hasta la muerte… Este es el cáliz de mi sangre. La he derramado para el perdón de vuestros pecados. Así me recordaréis siempre. Os he amado hasta el extremo».
En este momento confesamos nuestra fe en Jesucristo haciendo una síntesis del misterio de nuestra salvación: «Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. Ven, Señor Jesús». Nos sentimos salvados por Cristo, nuestro Señor.


La oración de Jesús
Antes de comulgar, pronunciamos la oración que nos enseñó Jesús. Primero, nos identificamos con los tres grandes deseos que llevaba en su corazón: el respeto absoluto a Dios, la venida de su reino de justicia y el cumplimiento de su voluntad de Padre. Luego, con sus cuatro peticiones al Padre: pan para todos, perdón y misericordia, superación de la tentación y liberación de todo mal.


La comunión con Jesús
Nos acercamos como pobres, con la mano tendida; tomamos el Pan de la vida; comulgamos haciendo un acto de fe; acogemos en silencio a Jesús en nuestro corazón y en nuestra vida: «Señor, quiero comulgar contigo, seguir tus pasos, vivir animado con tu espíritu y colaborar en tu proyecto de hacer un mundo más humano».

Domingo 29 de mayo de 2016: Festividad del cuerpo de Cristo


Corpus ChristiC
Maximino, Hilda
La primera lectura (Gen 14,18-20) es un antiguo texto legendario, originalmente quizás de naturaleza política-militar, en el que el misterioso personaje Melquisedec rey de Salem ofrece a Abraham un poco de pan y vino. Se trata de un gesto de solidaridad: a través de aquel alimento, Abraham y sus hombres pueden reponerse después de volver de la batalla contra cuatro reyes (Gen 14,17). El pasaje, sin embargo, parece contener una escena de carácter religioso, siendo Melquisedec un sacerdote según la praxis teológica oriental. ··· Ver noticia ···

El teólogo español, citado por el Papa, publica “La Humanidad de Jesús” (Trotta) Jesús Bastante

CCP

Castillo2
La Humanidad de Jesús. Jose María Castillo. En Religión Digital.
José María Castillo: “Jesús vivía con la gente; ésa es la cristología que aprendieron los apóstoles”
“En la Iglesia ha habido más dificultad para aceptar la humanidad de Jesús que su divinidad”
Es uno de los mejores teólogos españoles. Tanto, que el propio Papa Francisco está tomando “prestados” algunos de sus conceptos, ligados a la Teología Popular. Ardoroso defensor de la libertad, José María Castillo presenta su último libro, “La Humanidad de Jesús” (Trotta), donde defiende una fe frente a los que, hoy como ayer, prefieren lo artificioso y lo ritual. “Nos sobra religión y nos falta humanidad”. ··· Ver noticia