FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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martes, 12 de noviembre de 2013

Teología hecha por mujeres a partir de la feminidad

ATRIO


BoffEl Papa Francisco ha dicho que necesitamos una teología más profunda sobre la mujer y su misión en el mundo y en la Iglesia. Es cierto, pero él no puede desconocer que hoy existe amplia literatura teológica de la mejor calidad, hecha por mujeres en la perspectiva de las mujeres, lo que ha enriquecido enormemente nuestra experiencia de Dios.

Yo mismo me he dedicado intensamente al tema, y terminé escribiendo dos libros, El rostro materno de Dios (1989) y Femenino-Masculino (2010), este último en colaboración con la feminista Rosemarie Muraro. Entre tantas de la actualidad, resolví traer al presente a dos grandes teólogas del pasado verdaderamente innovadoras: Santa Hildegarda de Bingen (1098-1179) y Santa Juliana de Norwich (1342-1416).
Santa Hildegarda de Bingen (1098-1179), considerada quizás la primera feminista dentro de la Iglesia, fue una mujer genial y extraordinaria no sólo para su tiempo, sino para todos los tiempos. Fue monja benedictina y maestra (Abadesa) de su convento Rupertsberg de Bingen en el Rhin, profetisa (profetessa germanica), mística, teóloga, predicadora ardiente, compositora, poeta, naturalista, médica informal, dramaturga y escritora alemana.
Es un misterio para sus biógrafos y estudiosos cómo esta mujer pudo ser todo eso en el estrecho y machista mundo medieval. En todos los ámbitos en los que actuó reveló excelencia y enorme creatividad. Muchas son sus obras, místicas, poéticas, sobre ciencia natural y sobre música. La más importante y leída hasta hoy es Sci vias Domini (Conoce los caminos del Señor).
Hildegarda era sobre todo una mujer dotada de visiones divinas. En un relato autobiográfico, dice: “Cuando yo tenía cuarenta y dos años y siete meses, los cielos se abrieron y una luz cegadora de brillo excepcional fluyó hacia dentro de mi cerebro. Y luego quemó todo mi corazón y el pecho como una llama, no quemando, sino calentando… y súbitamente comprendí el significado de las exposiciones de los libros, es decir, de los Salmos, los Evangelios y los otros libros católicos del Antiguo y del Nuevo Testamento” (véase el texto en Wikipedia, Hildegarda de Bingen, con excelente texto y literatura).
Es sorprendente cómo tenía conocimientos de cosmología, de plantas medicinales, de la física de los cuerpos y de la historia de la humanidad. La teología habla de la «ciencia infusa» como un don del Espíritu Santo. Hildegarda fue distinguida con ese don.
Desarrolló una visión curiosamente holística, enlazando siempre al ser humano con la naturaleza y el cosmos. En este contexto habla del Espíritu Santo como la energía que da viriditas a todas las cosas. Viriditas viene de verde, significa el verdor y la frescura que caracteriza a todas las cosas penetradas por el Espíritu Santo. A veces habla de la «dulzura inconmensurable del Espíritu Santo que con su gracia envuelve a todas las criaturas» (Flanagan, Hildegard of Bingen, 1998, 53). Desarrolló una imagen humanizadora de Dios pues Él rige el universo «con poder y suavidad» (mit Macht und Milde) acompañando a todos los seres con su mano cuidadosa y su mirada amorosa (cf. Fierro, N., Hildegarda of Bingen and her vision of the Feminine, 1994, 187).
Fue especialmente conocida por los métodos medicinales que desarrolló, seguidos en Austria y Alemania por algunos médicos hasta el día de hoy. Revela un conocimiento sorprendente del cuerpo humano y de qué principios activos de las hierbas medicinales son apropiados para las distintas enfermedades. Su canonización fue ratificada por Benedicto XVI en 2012.
Otra mujer notable fue Juliana de Norwich, en Inglaterra (1342-1416). Poco se sabe de su vida, si era una religiosa o una viuda laica. Lo cierto es que vivía recluida en un recinto amurallado de la iglesia de san Julián. Al cumplir 30 años tuvo una grave enfermedad que casi la llevó a la muerte. En un momento dado, tuvo durante cinco horas visiones de Jesucristo. Escribió inmediatamente un resumen de sus visiones. Y veinte años más tarde, después de haber pensado mucho sobre el significado de esas visiones, escribió una versión larga y definitiva Revelations of Divine Love (Revelaciones del Amor Divino, Londres 1952). Es el primer texto escrito por una mujer en inglés.
Sus revelaciones son sorprendentes porque están llenas de un inquebrantable optimismo, que nace del amor de Dios. Habla del amor como alegría y compasión. No entiende, como era creencia popular en la época y aún hoy en algunos grupos, las enfermedades como castigo de Dios. Para ella, las enfermedades y las pestes son oportunidades para conocer a Dios.
Ve el pecado como una especie de pedagogía mediante la cual Dios nos exige conocernos a nosotros mismos y buscar su misericordia. Dice más: detrás de lo que llamamos infierno hay una realidad más grande, siempre victoriosa, que es el amor de Dios.
Porque Jesús es misericordioso y compasivo es nuestra querida madre. Dios mismo es Padre misericordioso y Madre de infinita bondad (Revelaciones, 119).
Sólo una mujer puede usar este lenguaje de amorosidad y compasión y llamar a Dios Madre de infinita bondad. Así vemos una vez más como la voz femenina es importante para tener una concepción no patriarcal y por eso más completa de Dios y del Espíritu que recorre toda la vida y el universo.
Muchas otras mujeres podrían mencionarse aquí, como Santa Teresa de Ávila (1515-1582), Simone Weil (1909-1943), Madeleine Delbrêl (1904-1964), la Madre Teresa, y entre nosotros, Ivone Gebara y Maria Clara Bingemer, que pensaron y piensan la fe a partir de su ser femenino. Y siguen enriqueciéndonos.
Leonardo Boff escribió con Rosemarie Muraro Femenino y Masculino: Una nueva conciencia para el encuentro de las diferencias, 2002.
[Traducción de Mª José Gavito]

El Arzobispado de Granada edita un libro que enseña a las mujeres a ser sumisas


La edición italiana.La editorial Nuevo Inicio, una iniciativa directa del Arzobispado de Granada, ha editado un libro titulado Cásate y sé sumisa, de la autora italiana Costanza Miriano, en el que por 16 euros se enseña la “obediencia leal y generosa, la sumisión”.
Esta editorial, presidida por el arzobispo de Granada, Javier Martínez, ha editado el libro como parte de su responsabilidad en relación con la dignidad cultural de la fe, según detalla en su página web. La publicación, que según adelantan algunos medios regionales Costanza entregó al Papa Francisco, inaugura una colección sobre la vida experimentada a través de los ojos de la mujer y desde la fe cristiana, según detalla el Arzobispado de Granada.
La autora, periodista, casada, madre de una familia numerosa y “sumisa”, se cuestiona qué viene después del beso final de los cuentos y películas y recalca, según la editorial, que “ahora es el momento de aprender la obediencia leal y generosa, la sumisión”.
El libro de la autora italiana ha sido ya líder de ventas en Italia y se inspira en la frase “esposas, estad sujetas a vuestros maridos”, de San Pablo a los Efesios. 

Los obispos quieren imponer Religión también en Formación Profesional



Martínez Camino deja entrever que la Iglesia española no se abrirá con libertad al debate propuesto por el Papa sobre homosexualidad y divorcio
La Iglesia nunca tiene suficiente y ahora, con el Partido Popular en el Gobierno, tiene las puertas abiertas para seguir ampliando su poder, así que a pedir… El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, ha anunciado que la asignatura Religión tiene que estar presente “en todos los niveles de la enseñanza preuniversitaria, incluida la Formación Profesional”.


“La moral católica debe estar presente en todos los niveles”
“Pensamos que los Acuerdos, tanto en su letra como en su espíritu, establecen que la disciplina de Religión y moral católica ha de estar presente en todos los niveles de la enseñanza preuniversitaria, incluida la Formación Profesional. Nunca como materia obligatoria para los alumnos, sino siempre de libre elección por los padres de los menores o, en su caso, por los mismos estudiantes”, ha dicho Martínez Camino, en una entrevista con Europa Press.


Martínez Camino quiere liarla antes de marcharse
El portavoz de la CEE, que será relegado de su cargo este mes, parece decidido a liarla antes de su salida. Hace unas semanas, en otra entrevista, en la Cadena Ser, dejó caer de manera intencionada que el Papa dijo en el pasado que “el matrimonio homosexual era una ley de Satanás”, antes de cuestionar la ley que igualó los derechos de estas personas a los de los heterosexuales. Francisco afirmó tras tomar las riendas del Vaticano que él no es nadie para juzgar a los gais.


Imponer Religión también en el Bachillerato
Martínez Camino ha señalado que la asignatura Religión “para que pueda ser elegida, ha de ser ofertada” y, por lo tanto, los obispos esperan que “se arbitre una fórmula” para que esto sea así también en el Bachillerato.


Negativa a revisar los Acuerdos con el Vaticano
El representante de los obispos españoles ha considerado que “no parece que, en este momento, exista una necesidad de revisar” los Acuerdos de 1979 pues, a su juicio, “cumplen de modo suficiente su función de contribuir a la regulación y al ejercicio efectivo de la libertad religiosa para la Iglesia y para los católicos en España”. El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha anunciado su propósito de que sean revisados, si su partido llega al Gobierno.


Los obispos españoles no debatirán en libertad sobre gais y divorcio
Sobre las 38 preguntas enviadas por el Papa Francisco a las Conferencias Episcopales del mundo de cara a la preparación de la Asamblea Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, sobre temas espinosos como la homosexualidad o los divorcios, Martínez Camino ha dejado claro que en la Iglesia española no se llegará al fondo de las cuestiones y que se impondrá la censura, al afirmar que cada obispo organiza la respuesta “como cree más oportuno, haciendo, por su parte, las consultas que juzga convenientes” y después, la Conferencia Episcopal envía a la Secretaría del Sínodo una síntesis junto con todas las respuestas de los obispos.


“Son pocos los hijos de homosexuales en la Iglesia”
Sobre la cuestión que lanza el Vaticano acerca de los miembros de parejas homosexuales y sus hijos, Martínez Camino sostiene que “la Iglesia ofrece a todos la orientación moral y la fuerza espiritual que emana del Evangelio, siempre con el máximo respeto a la conciencia de las personas”. Pero añade que “son muy pocos los casos de hijos adoptados por personas del mismo sexo que son presentados a la Iglesia para la iniciación cristiana” y asevera que, “cuando se da el caso, no se rechaza la posibilidad” de forma que “tales niños pueden ser bautizados si hay quien responda de su educación en la fe y sin que ese hecho signifique reconocer como matrimonio una realidad que, por su naturaleza objetiva, no puede ser reconocida como tal”.

España: Estado de malestar Xavier Caño Tamayo (CCS)

Espionaje de Estados Unidos, papeles de Bárcenas, tejemanejes de la infanta Cristina, trama de corrupción Gürtel, Falciani, Snowden… Noticias frecuentes en muchos medios. Pero quizás cabría informar más, con mayor detalle, sobre cuestiones que afectan severamente a la ciudadanía. Para empezar que la llamada crisis es resultado del movimiento que la minoría rica inició a final de los 70. Cuando comprobó que disminuían sus beneficios. Un movimiento nada inocente.
El plan se concretó en 1989 con el Consenso de Washington: diez directrices “para garantizar el crecimiento”. Pero, en verdad, un programa para asegurar el aumento de beneficios del capital al apropiarse de buena parte de las rentas de las clases trabajadoras.
El saqueo empezó con la progresiva, decidida y colosal reducción de impuestos de los ricos. Una reducción que no cesa. En Europa hoy, por ejemplo, se sustituyen cada vez más los impuestos directos por indirectos. Con el actual IVA, al comprar algo paga lo mismo Botín, dueño del banco Santander, que un jubilado de pensión miserable. En España, una amnistía fiscal ha librado a los delincuentes económicos de pagar lo mucho que deben por lo mucho que han ocultado y defraudado.
Cuantioso pillaje en beneficio de la minoría rica es el rescate permanente de la banca privada. Porque el rescate es con dinero que aporta la ciudadanía al pagar sus impuestos y también al soportar los recortes presupuestarios del Estado. Una ayuda reciente es pagar aún menos intereses por los depósitos de ahorro por orden del Banco de España. Así los bancos se ahorrarán 2.500 millones de euros. O que la banca recupere dinero de impuestos a pagar en el futuro o abonados en los dos últimos años.
A esas notables contribuciones cabe sumar los 632.000 millones de euros de ayudas públicas a la banca española hasta fin de 2012; incluidos los muy baratos préstamos del Banco Central Europeo. Dinero de impuestos de la ciudadanía de un modo u otro.
También es un modo de entregar rentas de la ciudadanía a la minoría rica la brutal inflación de la vivienda de final de los noventa. Un 288% de aumento del precio de pisos y casas. Sin olvidar el descontrol del sector financiero al tasar viviendas y dar préstamos hipotecarios.
Y, por supuesto, también forma parte del saqueo el crecimiento de la deuda pública. Pues crece mucho más por la generosa ayuda estatal a la banca. Dinero, avales, seguros… Deuda ilegítima que se pretende reducir con severos recortes sociales.
También hay saqueo de las clases trabajadoras en beneficio de la minoría con las perpetradas reformas laborales: despido barato y supresión de derechos laborales. Más la rebaja constante de salarios y la precariedad laboral crónica. Resumió esa voluntad de rapiña un empresario forajido, hoy encarcelado: “La solución a la crisis es trabajar más y cobrar menos”. Genial. Pero para el FMI y la Unión Europea no hay bastante y reclaman más “reformas”. Un último capítulo de la depredación es el ataque contra las pensiones públicas. Una reforma gubernamental hará que los pensionistas de España cobren 33.000 millones de euros menos en ocho años.
Y, para rematar, la privatización de servicios públicos esenciales; educación, agua, sanidad… Convertir en lucrativo negocio privado los derechos de todos.
La transferencia de rentas ciudadanas a los más ricos aumenta la pobreza en Europa, Alemania incluida. En Grecia no solo aumenta la pobreza, también los suicidios. Y en España, millones de familias viven con economía de guerra. Muchas incluso sobreviven con la pensión del abuelo. Mientras cientos de miles de jóvenes regresan a casa de sus padres. Incluso se muere antes cuando aumenta la pobreza, según muestra un estudio de las fundaciones de Educación para la Salud.
Lo reconoció Warren Bufffet, uno de los hombres más ricos del mundo, al responder a un periodista sobre la crisis: “Por supuesto es lucha de clases, y mi clase, la de los ricos, va ganando”. Robin Hood al revés: robar a los pobres para dárselo a los ricos.

La crisis no es cuestión técnica, desgracia o acierto. Es saqueo. Lucha de clases. Por ahora ganan. Pero saber bien qué ocurre permite reaccionar. Y superar este estado de malestar. O como dicen algunos: otro mundo es posible. Más justo, más decente.

“La banalidad del mal” J. I. González Faus



[La Vanguardia]. La película Hanna Arendt, de Margarethe von Trotta ha sido ya muy comentada y no quisiera hacer un nuevo comentario. Pero sí me gustaría reflexionar sobre el pensamiento de Arendt de quien tomo el título de este artículo.
Hablar de “banalidad del mal” no es rebajar su gravedad, sino aumentarla. Lo terrible del mal moral es que auténticas perversiones se presentan y son vividas muchas veces como actos triviales, indiferentes, casi buenos… Si llego a creer que una maldad es un derecho mío (o un deber) o que una inmoralidad es una simple “reforma”, resulta más fácil cometerla.

La teología de la liberación, al hablar del “pecado estructural”, ayuda a comprender cómo el mal se banaliza: porque no anida sólo en el interior de las personas sino en las redes de la convivencia: usos, normas, leyes, valores ambientales… Ahí ya no se lo percibe como maldad, sino como “algo normal”, quizá necesario. Eichmann no era un asesino monstruoso sino un funcionario vulgar, responsable de que unos señores subieran en unos trenes y llegasen a un determinado lugar. Una pieza de engranaje ya no es moral ni inmoral: es simplemente pieza. El mes pasado comenté que el que una mujer africana mutile genitalmente a su propia niña no significa que sea un monstruo; sólo muestra cómo grandes atrocidades se nos convierten en evidencias cuando tienen el soporte de una convicción social. Lo mismo sucede con la monstruosidad anónima del llamado mercado. Llamamos “economía de mercado” a una economía “de la manipulación y el engaño”. Al cambiarle el nombre ya no vemos más: pues ¿qué cosa más banal que un mercado?
Sin embargo, cuando Adam Smith escribió su famosa página sobre “la mano invisible” del mercado, se estaba refiriendo a una relación que se asienta sobre el conocimiento personal y el diálogo: el tendero me conoce, no me quiere perder como cliente y, precisamente por eso, puedo dejarle actuar egoístamente porque me sé incluido en ese egoísmo. Ese contacto personal, los rostros visibles, son la “mano invisible” del mercado. En cambio, lo que hoy llamamos mercado se asienta sobre el desconocimiento de los actores y sobre la publicidad (la cual, si piensa en mí, sólo busca halagar mis instintos más bajos como modo de engañarme). Decisiones que me afectan no las toma una persona cercana a quien conozco, sino una entidad anónima, que no sé bien dónde está y se ampara en palabras abstractas: “dirección, accionistas, consejos de administración”, etc. De este modo, conductas canallescas e inmorales llegan a ser vividas como meros fenómenos naturales. No se cometen crueldades, sólo “se hacen inversiones”. Como Eichmann que sólo “organizaba transportes”.
Arendt explica: no es que Eichmann fuese un malvado, como querían los judíos para poder descargar su odio (perverso también, pero ahora coloreado como justicia). Simplemente había renunciado a llegar a ser hombre, lo cual es una de las mayores tentaciones humanas. Por eso la reacción del Dios bíblico al pecado de Adán es la pregunta: “hombre ¿dónde estás?”.
El contenido de esa humanidad lo brinda una espléndida y mínima frase de Kant: “atrévete a pensar por tu cuenta” (sapere aude). Pensar no designa actividades abstractas sino el encararse y paladear (¡“sapere”!) las consecuencias de los propios actos, aunque sean obediencias y “cumplimientos del deber”, degustando sus implicaciones globales y ese contexto denunciado hace poco por el papa Francisco de “los que, en el anonimato, toman decisiones socio-económicas que abren el camino a dramas…”. ¡Atrévete a pensar! Arendt repite a lo largo de la película que ella “sólo busca comprender”. Así aprende que el mal es mayor de lo que parece, precisamente porque puede “banalizarse”.
Otro ejemplo del hombre que ha cerrado sus ojos a esa interpelación es, para mí, el presidente del gobierno. Le oímos decir mil veces que está haciendo “lo que tiene que hacer”; incluso asegura que gracias a eso estamos saliendo de la crisis. Pero, aunque esto último fuese cierto, nunca se atrevió a pensar si el camino para esa salida tenía que ser un 25% de niños desnutridos, familias modestas abocadas a dormir en la calle cuando no pueden acogerlas los padres en sus casas, enfermos condenados a muerte por un retraso imperdonable en una intervención urgente y cientos de miles de seres humanos llevados no a una cámara de gas pero sí a una cámara de asfixia personal y social. En lugar de que las empresas se deslocalicen para irse a trabajar a Birmania o a Túnez, lo que hace nuestro gobierno es deslocalizar a España, con unas condiciones laborales dignas del tercer mundo. Luego llamamos sacrificios del pueblo a la inmolación de esas víctimas, y colorín colorado.

Rajoy no ha sido un malvado: estoy absolutamente seguro. Creerá incluso (como Eichmann) que ha cumplido su deber. Pero el pecado estructural se encarga de que ese supuesto “deber” sea una maldad, disimulada y banalizada. Atreverse a pensar eso, podría ser el fin de una carrera política. Por tanto, mejor “lavarse las manos” como Pilatos, para quien lo importante era su propia carrera y cuidar las relaciones entre el imperio romano y un pueblo difícil. Que eso costara la vida a un inocente desarrapado…, era otra banalidad.
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