FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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ATALAYA

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lunes, 14 de octubre de 2013

El Papa dona una de sus Harley Davidson a un comedor de Cáritas



Le habían regalado las dos motos por el 110 aniversario de la mítica marca de Milwaukee. También mandó 200 euros a una anciana necesitada que le escribió que le habían robado
El papa Francisco donará a Cáritas una de las dos motos Harley Davidson que le regalaron recientemente, y el dinero de su venta o subasta servirá para ayudar a reestructurar un comedor y albergue de pobres en Roma.

“Es un gran regalo que de nuevo nos hace felices ya que sentimos la cercanía de nuestro obispo hacia los pobres de la Iglesia de Roma”, explicó el director de Cáritas Roma, Enrico Feroci, al anunciar el gesto del pontífice.
La moto le había sido regalada hace algunos meses con ocasión de la celebración en Roma del 110 aniversario de la casa motociclista estadounidense. Francisco se volcó con los fans de las Harley.
También hoy se conoció que el papa argentino envió, a través de la Secretaría de Estado, un cheque de 200 euros a una anciana en dificultad y que le había escrito para contarle sus problemas.
La anciana de Marghera (noreste de Italia) había escrito al papa, Jorge Bergoglio, pidiéndole ayuda después de que le robasen la cartera, en la que llevaba 54 euros, que le habían prestado, mientras iba al hospital a visitar a su marido, gravemente enfermo.
El párroco Gianni Antoniazzi que conocía la señora fue quien recibió la carta del Vaticano con el cheque firmado por el limosnero Konrad Krajewski y con un mensaje en el que se le decía que “se trataba de una donación” del papa Francisco.
He probado una gran emoción cuando he visto la carta. El papa Francisco no sólo sabe estar entre la gente comunicando de la mejor manera e infundiendo su esperanza sino que también se fía de las peticiones que le llegan”, dijo el párroco a la prensa italiana.

Los curas asesinados por el franquismo no van al cielo Ibon Uría



La Iglesia católica beatifica a 522 “mártires de la persecución religiosa” muertos en la Guerra Civil e ignora a los curas asesinados por el bando franquista
“Es llamativo que se acuerden de unos y no de otros”, señala el historiador Iñaki Goiogana
“La beatificación es un acto político”, denuncia Emilio Silva, presidente de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica

104 obispos, 1.400 sacerdotes, 14.000 sillas, 25.000 personas. La Iglesia católica ultima el despliegue para la macrobeatificación que celebrará este domingo en Tarragona, una “fiesta religiosa” en palabras del arzobispo metropolitano de Tarragona, Jaume Pujol, en la que 522 nuevos mártires pasarán a engrosar el listado de 1.001 personas que ya han sido beatificadas en España en el último siglo.
Hasta el momento han confirmado su asistencia al acto el presidente de la Generalitat, Artur Mas; el presidente del Congreso, Jesús Posada; los ministros de Justicia e Interior, Gallardón y Fernández Díaz, y más de 80 alcaldes. Pero no todos están conformes con la celebración del acto: víctimas del franquismo e historiadores denuncian el carácter político de la beatificación.

Por ejemplo, el diputado de la CUP, Quim Arrufat, ha afirmado que la celebración representa a la Iglesia “más casposa y reaccionaria”, la que “apoyó el golpe de Estado de 1936″, y la Plataforma por una Comisión de la Verdad ha remitido una carta al papa Francisco solicitándole la disculpa de la Iglesia por “apoyar” el golpe y la suspensión de un acto “de afirmación franquista, que ensalza a unas víctimas y olvida, como siempre, a las víctimas de la dictadura”.

Los ignorados por la Iglesia

¿Pero quiénes son los curas muertos a los que la Iglesia no reconoce? El caso más evidente es el de los 16 sacerdotes vascos asesinados por el bando franquista. “Eran personas muy conocidas durante la República por su ligazón al vasquismo y el movimiento sindicalista”, explica el historiador Iñaki Goiogana, vinculado a la Fundación Sabino Arana.
Goiogana explica que el grupo de curas vascos, liderados por Aitzol, “se caracterizó por reivindicar el euskera, la cultura vasca, y por buscar el acuerdo entre la izquierda y la derecha”, y que en ningún caso renunciaron a su condición de sacerdotes, al igual que los religiosos beatificados por la Iglesia católica. ¿La diferencia? Los 16 fueron muertos por orden del bando nacional.
“No estamos en contra de la canonización”, explica Goiogana, “pero molesta que se acuerden de uno y no de otros, es llamativo”. El único reconocimiento que recibió el grupo fue la misa celebrada por Juan María Uriarte al dejar el arzobispado de San Sebastián en homenaje a 14 de ellos. Ese acto, dice Goiogana citando a fuentes conocedoras de la jerarquía eclesiástica española, “no sentó nada bien”.
En este mismo sentido, Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) añade que España es el único país en el que ha habido un módulo carcelario dedicado a religiosos, que existió en la cárcel de Zamora. De esos religiosos, dice, tampoco se acuerda la jerarquía eclesiástica. “La Iglesia fue uno de los grandes soportes de la dictadura y muchos religiosos que no comulgaban con el régimen se marcharon exiliados”, sostiene. En referencia al acto de este domingo, Silvia dice que se trata de una celebración de carácter “político”.
“Evitar suspicacias”
Por su parte, la Iglesia insiste en que el acto es “puramente religioso”, aseguró el arzobispo de la diócesis de Tarragona, Jaume Pujol, y que no se trata de ir en contra de nadie, sino de efectuar “una llamada a la generosidad y a la reconciliación”, dijo el portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, que aprovechó la ocasión para pedir “comprensión entre todos los sectores ideológicos”.
El portavoz de los obispos también precisó que los nuevos mártires lo son “del siglo XX” y no “de la Guerra Civil”. ¿El motivo? “Apuntar a la razón de la persecución de los años treinta en España, es decir, las ideologías totalitarias, tanto las revolucionarias marxistas como las nacionalsocialistas, que quisieron acabar con la Iglesia y la fe”, dijo.
Entre los 522 nuevos mártires, 520 murieron durante la Guerra Civil –ninguno de ellos por orden del bando franquista– y dos más lo hicieron en 1934. La Conferencia Episcopal insiste en que “no fueron caídos de una guerra, sino que murieron por no renegar de su fe”. Dentro de la propia Iglesia, sectores como los Cristianos de Base de Madrid sostienen que con este acto la jerarquía católica insiste en ignorar “a los miles de republicanos asesinados por los franquistas”.
“La fecha y el lugar elegidos para la beatificación tienen curiosas resonancias de Nacionalcatolicismo”, insisten los Cristianos de Base. Algo con lo que coincide Silva: “Celebrar el acto en Cataluña y justo un día después del Día de la Hispanidad también tiene un claro mensaje”. Una intencionalidad política y no de reconciliación y memoria, concluye.

Papa Francisco: «Sufro cuando veo a las mujeres en la Iglesia sólo como servidumbre»



El Papa asegura que es necesaria una reflexión de toda la Iglesia “para dar mayor valor a la presencia de las mujeres”
El Papa Francisco ha asegurado que “sufre” cuando ve que en la Iglesia y en las organizaciones eclesiales se reduce el papel de las mujeres sólo “a la servidumbre”. “Sufro, y os digo la verdad, cuando veo en la Iglesia o en algunas instituciones eclesiales que el papel de la mujer queda relegado a un papel de servidumbre y no de servicio. Veo mujeres que hacen cosas de servidumbre y no de servicio”, dijo.

Así se expresó el pontífice en el discurso a los participantes en la convención celebrada con ocasión de los 25 años de la carta apostólica “Mulieris Dignitatem” de Juan Pablo II sobre la mujer. El papa, que siempre ha abogado por la importancia del papel de la mujer, explicó que es necesario una reflexión de toda la Iglesia “para dar mayor valor a la presencia de las mujeres”.
Respecto al tema de la carta apostólica, Francisco explicó que en ella se hablaba de la maternidad de la mujer y afirmó que “aunque muchas cosas han cambiado en la evolución cultural y social, es un dato de hecho que la mujer da a luz a personas”. “Dando a la mujer la maternidad -agregó- Dios le ha confiado de una manera muy especial el ser humano”.
Ante ello, el papa argentino explicó que existen “dos peligros siempre presentes” y uno de ellos es “reducir la maternidad a un papel social, a un deber, aunque noble, pero que no ayuda a construir plenamente la comunidad” y el otro es “promover una especie de emancipación que abandona lo femenino y los valiosos rasgos que lo caracterizan”. El exarzobispo de Buenos Aires reiteró la idea varias veces expresada de que “la Iglesia es mujer y madre”.

El PSC pide a la Iglesia que confiese su apoyo a Franco EP



Duda de su legitimidad para beatificar mártires mientras no admita ese error histórico. ERC: “Tuvo un papel del que no puede sentirse nada orgullosa”
El portavoz del PSC, Jaume Collboni, ha pedido este domingo a la Iglesia católica que confiese su apoyo al franquismo, ya que mientras no lo haga, duda que tenga legitimidad histórica para recordar a sus mártires.

Collboni ha mostrado inicialmente respeto por la beatificación de este domingo a 522 mártires de la Guerra Civil y los años 30 en España, pero ha pedido a la Iglesia que confiese al mismo tiempo su respaldo a la dictadura.
Lo ha dicho este mismo domingo en el Fossar de la Pedrera del cementerio barcelonés de Montjuïc, donde ha participado en un homenaje a republicanos asesinados durante el franquismo.
Collboni ha mostrado su respeto por la beatificación celebrada en Tarragona, porque todos tienen derecho a homenajear a sus antepasados, pero cree que “lo primero que tendría que hacer la Iglesia Católica es denunciar el franquismo” y admitir que lo apoyó, lo que ha calificado de error histórico.
“A partir de este reconocimiento histórico la Iglesia tendría toda la legitimidad para recordar también a sus mártires”, ha añadido el dirigente socialista.
En cuanto al homenaje al que ha asistido para recordar a quienes murieron por defender la legalidad constitucional republicana y la democracia, ha asegurado que la mejor manera de combatir el fascismo “es recuperar la memoria histórica y no olvidar”.
Por su parte, el portavoz adjunto de ERC en el Parlament, Oriol Amorós, ha expresado su respeto por la beatificación de 522 mártires de la Iglesia católica, aunque añadió que “no es una explicación de lo que pasó” durante la Guerra Civil y los años 30 en España.
En declaraciones a los medios, ha manifestado que la Iglesia católica es libre de celebrar los homenajes que crea oportunos, pero “también es verdad que tuvo un papel durante aquellos años del cual no se puede sentir nada orgullosa”.

En cuanto a que ha asistido el presidente de la Generalitat, Artur Mas, el republicano interpreta que lo ha hecho teniendo en cuentaque hay muchos catalanes que son creyentes”.
Ruiz-Gallardón: “Es un acto de justicia y reconciliación”

Por su lado, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha defendido que la ceremonia de beatificación de 522 religiosos celebrada en Tarragona es un acto de “justicia” y de “reconciliación”.
“Tiene que ser entendido como la Iglesia nos ha invitado a entenderlo: como un acto de justicia pero también como un acto más de reconciliación”, ha afirmado Gallardón en declaraciones a los medios en el Complejo Educativo de Tarragona, en donde se ha celebrado la ceremonia.
A la misa también han asistido el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha encabezado la delegación del gobierno catalán, integrada por la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, y los consellers Santi Vila y Josep Maria Pelegrí.
“Más de la mitad de los mártires -beatificados- son catalanes y en este sentido es importante la presencia de las autoridades catalanas”, ha afirmado Ortega.
Desde algunas organizaciones y partidos políticos se ha criticado la misa de hoy en Tarragona por el hecho de que la Iglesia celebre una beatificación de religiosos asesinados en los años previos y durante la Guerra Civil y, en cambio, no denuncie públicamente el franquismo.

¿No cree Francisco que su ‘silencio’ en Tarragona no lo hubiera avalado Jesús? Enric Sopena



Hubo demócratas que dejaron sus vidas luchando contra Franco, Hitler y Mussolini. Son las víctimas olvidadas.
Grave patinazo del Papa. Su alocución de tres minutos -ya grabada antes- ha tendido a evocar a Poncio Pilatos. Francisco ha procurado lavarse las manos. Y se ha salido por la tangente. Esas ceremonias de ir beatificando a más de mil mártires se han venido llevando a cabo desde el pontificado de Juan Pablo I y luego el de Benedicto XVI, a instancias del cardenal Rouco y la mayoría de obispos españoles.


La Iglesia no pidió perdón
Pío XII, Juan XXIII y Pablo VI fueron más prudentes en este delicado asunto y descartaron beatificar, o santificar, a las víctimas de la guerra civil. No debe olvidarse que las numerosas peticiones de que la Iglesia española pidiera perdón por haberse fusionado de facto con el régimen del dictador nunca han sido contestadas por la cúpula eclesiástica.

Los otros socios del dictador
Franco, el golpista del 18 de julio de 1936, consiguió aliarse con los jerarcas católicos. Los otros socios fueron Hitler y Mussolini. Narración de Claude G. Bowers, embajador de EE.UU [demócrata integral]: “En septiembre de 1936 era evidente (…) que la guerra en España no era una guerra civil (…). Mucho tiempo antes de que estallase el conflicto, se habían concertado acuerdos para la participación militar de Hitler y Mussolini, quienes ahora estaban enviando sus fuerzas a España”.


“Una guerra contra la democracia”
Subraya Bowers: “Había de ser una guerra contra la democracia (…) No en balde Sanjurjo y José Antonio fueron a Alemania en febrero de 1936, antes de las elecciones, y se habían hospedado en el hotel Kaiserhof de Berlin (…) Fue entonces cuando se realizó el acuerdo con Hitler; el convenio con Mussolini había sido hecho dos años antes”.

Bajo palio
¿No sabía, ni sigue ignorando la Iglesia, que se iba a echar a los brazos de los golpistas y a los brazos del dictador, convertido por los monseñores en el dios al que paseaban bajo palio? ¿Tampoco conocía la jerarquía episcopal que, salvo dos de ellos, que tuvieron que salir por piernas de España, los demás denominaron Cruzada a la barbarie del franquismo, falangismo, fascismo y nazismo.


Los clérigos que iban a la cárcel
¿También era ignorante, y continúa siéndolo, la Iglesia cuando calla que hubo mártires entre monjas y entre sacerdotes del País Vasco? También había sacerdotes, enemigos de los fachas, que acabaron en la cárcel por criticar a la dictadura. Volvieron a pisar algunos clérigos las cárceles durante el tardofranquismo.


¿Franco, Príncipe de la Iglesia?
En diciembre de 1957, seglares fascinados por el dictador, reivindicaron a: “Nuestro invicto Caudillo, Príncipe de la Iglesia”. Promovieron el nombramiento de Franco como Cardenal. Así razonaban ultracatólicos, aduladores de Franco: “España, martillo de herejes tiene en Franco el gobernante excepcional que su íntimo, su congénito catolicismo estaba esperando desde centurias, el que ha arrancado de cuajo las herejías del liberalismo, el comunismo y la masonería”. Y Carrero Blanco: “El Caudillo es uno de estos regalos que la Providencia hace cada tres o cuatro siglos a un pueblo, para premiarle los sacrificios que ha hecho por Dios”.


¡Francisco, te has equivocado!
¡Papa Francisco, te has equivocado! Eso opinamos muchos. No puedes alabar que sólo sean mártires de la Guerra los del lado de la dictadura. Son respetables como todos los que mueren víctimas de la violencia. Pero muchos murieron, o fueron asesinados por ser demócratas. Los hubo quienes dejaron su vida luchando contra asesinos como Hitler, Mussolini y Franco. Son las víctimas olvidadas. ¿No cree Francisco, que su silencio en Tarragona no lo hubiera avalado Jesús de Nazaret?


Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM
En Twitter es @enricsopena

Europa incluye a España en la “lista negra” de países sin libertad y el único del mundo que no admite inspeccionar su régimen


España es el único país del mundo que no admite la inspección internacional de la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea (OSCE) sobre su curioso régimen de Monarquía de partidos o partitocracia, lo que le ha llevado a incluirla en la “lista negra” de países con libertades restringidas, donde figuran Serbia, Bosnia-Herzegovina, Rusia, Bulgaria, Albania, Azerbaiyán, Uzbekistán, Kazajstan y Kosovo. Mientras condena a España, la OSCE valora los avances democráticos producidos en Turkmenistán, Afganistán, Moldavia, Kazajstan, Bielorrusia, Azerbaiyán, Ucrania y Montenegro en política penitenciaria, fronteriza, judicial, industrial, libertad de prensa, propiedad intelectual, violencia de género y medio ambiente, según la relación de los comunicados de condena similares a los que han tenido al régimen español como protagonista.
Janez, que firmó el comunicado de la OSCE contra España, comparte estrado con Jimmy Carter
Janez Lenarcic , que firmó el comunicado de la OSCE contra España, comparte estrado con Jimmy Carter
Por el contrario, Grecia, Italia, Portugal, Suiza, Reino Unido, Estados Unidos, Croacia, Hungría, Italia, Moldavia, Polonia, Serbia, Eslovaquia y Ucrania sí han permitido a la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea (OSCE) inspecciones de diplomáticos independientes en calidad de observadores para vigilar si se dan las condiciones democráticas en torno al derecho de reunión y manifestación de sus compatriotas.
Y es que diplomáticos de todo el mundo han contemplado estupefactos como España reprime el derecho de manifestación y de reunión de sus ciudadanos y comienzan a explicarse así como un país con 6 millones de parados, 2 millones de exiliados y 1 millón de niños malnutridos no se lanza con más asiduidad a la calle contra sus autoridades. De hecho, las notas de la OSCE son de lectura obligatoria en el mundo diplomático y se reciben en las embajadas de todos los países adscritos a la misma.
Omar Fisher, el diplomático de la OSCE al que no dejaron actuar en España
Omar Fisher, el diplomático de la OSCE al que no dejaron actuar en España

Este organismo oficial europeo que vigila las libertades de los países que desean corroborar su calidad democrática tuvo que emitir el pasado viernes un comunicado oficial desde Viena (Austria) en el que condena a España por la expulsión de seis diplomáticos que venían a inspeccionar la manifestación que bajo el lema “Jaque al Rey” pretendía protestar contra la corrupción de la Corona española y la ausencia de un referendum que la legitime por el pueblo, junto a la exigencia de un proceso constituyente que consagre las principales características de los regímenes democráticos: división de poderes, elección directa de representantes, libertad de manifestación y reunión, etc…
Irina, una de las diplomáticas expulsadas

Irina Urumova, una de las diplomáticas expulsadas
La OSCE es hoy la organización mundial políticamente más influyente del planeta y a ella está adherida España, lo que ha dejado perplejos a los diplomáticos demócratas: “Con 57 Estados de Europa, Asia Central y América del Norte, la OSCE es la mayor organización de seguridad regional del mundo” señalan, y en efecto en su plantilla figuran los seis observadores expulsados de España: Omar Fisher, Irina Urumova, Aleksandra Dloubak, Bartlomiej Lipinski, Marcin Jezulin y Yevgenia Aretisova.
“Cambio sorprendente” en España dice la OSCE. La alianza monárquica PP-PSOE lo explica
“Cambio sorprendente” en España dice la OSCE. La alianza monárquica PP-PSOE lo explica
En un gesto poco habitual y cargado de significado, el comunicado oficial de OSCE contra España está firmado por el diplomático esloveno Janez Lenarcic, máximo representante y director de la Oficina encargada de fiscalizar las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos (OSCE/ODIHR). El embajador Lenarcic recuerda que España se comprometió ante la comunidad internacional a garantizar la libertad de reunión y el control internacional que lo verifique debe estar siempre preservado.
Con la llegada de un nuevo Gobierno del PP y la alianza estable con el PSOE en cuanto al régimen monárquico se refiere, lo único que ha podido verificar la OSCE es que “este cambio es sorprendente”, pues antes las autoridades diplomáticas podían comprobar el estado de las libertades en España “con buena cooperación” y ahora no pueden, ya que sus representantes son expulsados.
Manifestación de “Jaque al Rey” en Madrid.
Manifestación de “Jaque al Rey” en Madrid.

Hace cuatro meses, concretamente en el mes de mayo, el presidente Mariano Rajoy y el ministro García Margallo “se comprometieron a cooperar plenamente” con la OSCE para que sus inspectores pudieran confirmar el estado de las libertades en España. Tras las imágenes que inundaron las televisiones y periódicos de medio mundo con la brutal represión de la masiva manifestación de “Rodea el Congreso”, convocada por la “Coordinadora 25-S” (la misma asociación ciudadana que organizó “Jaque al Rey”), los diplomáticos internacionales se temían lo peor.
Janez (OSCE)

Janez Lenarcic (OSCE) ha constatado en sus propias carnes las carencias democráticas de los políticos españoles.
Y en efecto así ocurrió: 1400 policías para una cifra de entre 2000 y 9000 manifestantes, según el Gobierno o los organizadores, pero además detenciones previas, identificaciones masivas, el cierre de una estación de metro (Opera) para impedir el acceso, bloqueo de autobuses con participantes, etc… Durante el pasado 25-S, todo esto fue acompañado además de prolongadas retenciones en comisaría, multas, agresiones policiales y hasta “confiscación” de material “subversivo”, pues la Delegación del Gobierno de Madrid que preside la aún convaleciente Cristina Cifuentes alegaba que los palos de las banderas y las pancartas eran en realidad instrumentos preparados para “agredir” a la policía.
La denuncia democrática más grave recibida por España en instancias internacionales y Ningún partido del Congreso o Senado se ha hecho eco de la denuncia de la OSCE ¿curioso?
La denuncia democrática más grave recibida por España en instancias internacionales y ningún partido del Congreso o Senado se ha hecho eco de las quejas de la OSCE ¿curioso?

El embajador Janez Lenarcic, no obstante, ya no parece creerse la versión de las autoridades españolas al impedir su comprobación: “La oposición repentina por parte de las autoridades españolas nos plantea preocupación sobre sus intenciones”, dice la OSCE en su nota pública, al tiempo que pide a los políticos españoles en el poder que “garanticen el pleno respeto a la libertad de reunión pacífica de acuerdo con compromisos de la OSCE y otras normas internacionales de derechos humanos.”
El hecho es que para la OSCE cada país tiene su problema y las protestas ciudadanas así lo reflejan, por lo que es la represión de los Gobiernos lo que lo deja en evidencia. En España es “la institución de la Monarquía”, en Serbia es la igualdad homosexual, en Rusia, Azerbayán, Uzbekistán y Kazajistán la libertad de prensa, etc…

Encuesta:
España ha sido denunciada por un organismo internacional por sus deficiencias democráticas. Con la información disponible ¿a quien respalda usted?

Al Gobierno de España y a los 10 partidos parlamentarios que lo secundan. Esto es un asunto de Estado y todos debemos estar unidos.
A los ciudadanos, que necesitamos la ayuda internacional frente a un régimen que no deja de intimidarnos y robarnos

Vergogna! Antonio Duato


Es la palabra que me sale, Francisco, tras oír y leer tu mensaje a los reunidos hoy en Tarragona.
Cuando pronunciaste esa palabra al conocer las víctimas de un naufragio, no gritaste “Tragedia! o disastro!”. Porque sabías que se trataba de 400 víctimas del caos llevado por la Europa colonizadora a África, que ahora trata de impedir que los que huyen del hambre o las guerras encuentren refugio aquí, que sigue dictando leyes para castigar a quienes intenten socorrerles. Todo eso denunciabas cuando pronunciaste la palabra que fue titular de portada en todo el mundo. Habías pisado el suelo de Lampedusa y no te subiste a las nubes para expresar tus sentimientos en abstracto sin su contexto.

Hoy has dado pruebas de no conocer o no querer conocer en qué contexto concreto fueron asesinadas esas víctimas que han sido provlamos mártires. No has pisado el suelo de España y cómo se vive aquí la cuestión de la memoria histórica. Aparte de los muertos en una guerra civil, alentada por la Iglesia católica al definirla frente al mundo como cruzada, tras la victoria con apoyo fascista e instaurada ya la dictadura de Franco, hubo una represión cruel, asesinando a centenares de millares de ciudadanos inocentes sin juicios legales, sin que se hayan podido encontrar sus cuerpos, sin que hayan recibido un homenaje público. Sus familiares han vivido decenas de años con la vergüenza, el miedo y el silencio. Y cuando empezaron a conocerse estas historias y parecía que una ley y un tribunal iban a sacar sus nombres a la luz y sus cuerpos de las cunetas, la ley fue arenada y el juez que se atrevió a abrir una causa general fue expulsado, con la excusa, defendida por la Iglesia católica, de que no había que desenterrar enemistades. ¡Qué vergüenza!
No me digas que no conocías todo esto, que ese “fin del mundo” que es Argentina vivió y vive muy de cerca lo que pasó y pasa en España.
Has querido ignorarlo, no sé si por falsa prudencia o por miedo. Es verdad que tampoco has pronunciado una exaltación de la Iglesia de España en el siglo XX, pero estaba implícito en tu mensaje. Has preferido hablar del supuesto abstracto del martirio y sacar bellas palabras de amor y perdón a partir de ahí. Te has querido subir a las nubes, pero ese escabullirte del problema ha sido lo vergonzoso, impropio de uno a quien le gusta pisar la realidad de la calle.
Para quienes hemos creído en ti y hemos defendido en público que contigo iban a cambiar las maneras de actuar la Iglesia católica, ha sido un mazazo.
Hubieras podido hace meses aplazar o suspender el acto. Lo mismo que el de la canonización súbita de un papa muy discutible, tampoco promovida por ti, pero si asumida.
Dado que se iba a celebrar lo de Tarragona, hubieras podido aprovechar tu mensaje para recordar, haciéndola tuya, la fórmula suave que la mayoría de obispos y sacerdotes aprobó en la Asamblea Conjunta de 1971 y que no se hizo oficial por no llegar a los dos tercios: “Reconocemos humildemente y pedimos perdón porque no siempre supimos ser ministros de reconciliación en el seno de nuestro pueblo, dividido por una guerra entre hermanos”.
Hubieras podido hacer una referencia a los muchísimos españoles mártires que, por defender su ideal (la fidelidad a Dios está en la sagrada conciencia) de una España libre y republicana (como las últimas recordadas Trece rosas o los muchos curas que fueron ejecutados por las tropas franquistas por haber estado defendiendo a los pobres y trabajadores de sus parroquias) fueron objetos de denuncias (con frecuencia por curas y católicos) y ejecutados por las tropas de Franco, a veces sin juicio.
Al menos, hubiera bastado que hubieras tenido un recuerdo para el cardenal Arzobispo de Tarragona, Vidal y Barraquer, que por sentido cristiano y eclesial no quiso firmar la carta colectiva con la que los obispos españoles apoyaron la sublevación de Franco en 1937.
Algo de esto, bien dicho, como tú sabes hacerlo, hubiera dado la sensación de que de verdad algo cambiaba en Roma. Después hubieras podido hacer tus reflexiones sobre la grandeza de todo martirio y sobre la manera como Cristo nos primerea en el amor.
——
Voy a seguir teniendo esperanzas en ti, Francisco. Creo que estás iniciando un nuevo estilo de ejercer el primado petrino y la primacía en el amor de la Iglesia de Roma, que puede armar más lío en la estructura de la Iglesia que el que hizo Juan XXIII. Me alegra que hayas sabido incluso pedir perdón por decisiones que tuviste que tomar en Argentina cuando eras más joven y no tenías buenos consejeros. Y eso es lo que me preocupa: ¿a quién estás eligiendo para que te aconseje?
De las dos palabras de tu lema “misericordiando y eligiendo”, te veo más fuerte en la primera. Para la segunda tienes toda la cultura ignaciana del discernimiento pero no sé si buscas suficiente informaación. A l menos sabes que no es fácil y no vas a tener inspiración divina. Y ahí es donde se va decidir tu reforma. Porque no tienes mucha gente de donde elegir y te van a querer engañar muchas personas que presumirán ahora ante ti de “oler a ovejas” y aborrecer el carrierismo.
Tiemblo al pensar con quién has consultado este asunto de las beatificaciones de las víctimas de la guerra civil, que estuvo muy prudentemente frenado en tiempos de Juan XXIII y Pablo VI y que fue relanzado por el papa polaco, incapaz de ver la diferencia entre el nacionalcatolicismo polaco y el español. ¡Ojalá hubieras podido hablarlo con el jesuíta Alfonso Álvarez Bolado, que ya no está con nosotros! ¿Lo conociste? ¿O es que lo has comentado con unos monseñores españoles del Opus y de la Legión de Cristo, que por lo visto son magos en cuestión económicas y a quienes has elegido como estrechos ayudantes para resolver el lío de las finanzas vaticanas?
Tiemblo al pensar a quién vas a poner en las principales diócesis de España y, por tanto, a la cabeza de la Conferencia episcopal. Sobre todo si has desaprovechado vergonzosamente una ocasión como la que hoy has tenido para marcarles claro el camino.
Mi esperanza está en que si algún día te das cuenta, como Pedro, de la traición que has hecho a Cristo al negarle a él sufriente también en las víctimas inocentes de la dictadora que siguió a la guerra civil, puedas arrepentirte y rectificar. Tendrás ocasiones. Sólo así podrá hacerse reconciliación en España.

Entretanto, muchos de nosotros, que nos sentimos católicos y esperanzados con tu nombramiento, estaremos de corazón con las víctimas ignoradas y respecto de nuestra condición de católicos españoles sentiremos una profunda vergüenza.

Quinientos mártires Rafael Fernando Navarro Fernández


Enviado a la página web de Redes Cristianas
La Iglesia quiere elevar a la dignidad de mártires a 500 españoles, que según la Jerarquía, dieron sus vidas como testimonio de su fe. No se trata, dice el portavoz de la Conferencia Episcopal, de resucitar viejas heridas, sino de enmarcar sus vidas en la Constitución que surgió de la transición. Se confirma así la capacidad anfibia de la Iglesia para estar al lado de quien da un golpe militar y al lado de una Constitución emanada de la voluntad democrática de un pueblo.
Quinientos españoles que cayeron por Dios y por España y que se han ganado a pulso la dignidad del martirio. Letras negras sobre mármol blanco por todas las Iglesia de los pueblo españoles. Monumentos a los caídos. Calles dedicadas a los caídos. Cristos caídos de la cruz como símbolo de los caídos por los campos. España entera fue una gran caída. Caídos por Dios. ¿Qué Dios? ¿El que ungió por su gracia a un Caudillo sanguinario, que fusiló a miles de hombres y mujeres contra las paredes blancas de los cementerios? ¿El que aprovechó la ocasión para que la que dice ser su Iglesia se beneficiara de enormes privilegios? ¿El que convirtió un alzamiento militar contra el poder legítimamente constituido en una cruzada para derrocar el marxismo? ¿El que se convirtió en cómplice, Dios de derechas, de ultraderechas, Dios antirrepublicano? ¿El Dios con fajín de Capitán General con mando en plaza? ¿El Dios que guiaba la mano de quien firmaba sentencias de muerte? ¿El Dios del Cardenal Gomá, de Guerra Campos, de Cantero Cuadrado saludando, brazo en alto, el paso alegre de la paz? ¿El Dios que bendecía el incienso que acompañaba al Generalísimo bajo palio?
Yo pido, exijo, que alguien nos explique de qué Dios hablamos. Y que el portavoz de la Conferencia episcopal me diga si morir por ese Dios es un testimonio vivo y profético de la fe o es más bien una lacra por la que se debería pedir perdón a toda la sociedad española. ¿Qué dice la Iglesia de esos miles de españoles que fueron destruidos porque no eran dignos de vivir en el glorioso movimiento nacional y que ni siquiera fueron enterrados dignamente? ¿Qué es de aquellos que cayeron emparedados entre una bala asesina y una absolución salvadora? “Los otros santos, los otros mártires”, les llama María Antonia Iglesias.
¿Qué es de nosotros, los que estamos vivos, los que vivimos entonces, soportando el desprecio de sotanas y uniformes, almas lastimadas, libertades perseguidas, vidas emigradas, nostalgias en la espalda, castradas mentes, fusiladas libertades? Caídos por Dios y por España. ¿Qué España? ¿La España hermética, cerrada sobre sí misma, aislada de la realidad del mundo y de la historia, la odiada por el resto de naciones libres, la arrinconada contra los márgenes del mundo, la aislada intelectualmente, la vaciada de talentos que tuvieron que huir a otras tierras, la mediocre, la señalada como paredón de Europa? ¿Mártires los que murieron por ese Dios y esa España? Qué visión tan ruin del martirio, de la fe y de la voluntad transformadora del mensaje evangélico.
La Iglesia, no sólo apostató de su misión abrazándose con repugnante concupiscencia al brazo demoledor de Franco, sino que hoy persiste en esa apostasía ostentando un orgullo hedonista. Desde su blasfemo orgullo, tan lejano de una humildad que pida perdón desde una cruz gloriosa de resurrección, la Iglesia secuestra nuevamente a un Dios que pertenece a todo el que quiera acercársele como prójimo del tiempo y del amor.

¿Partícula Dios o partícula de Dios? Implicaciones filosóficas y teológicas Leonardo Boff, teólogo


En enero de este año publique sobre la famosa “partícula Dios” o “partícula de Dios”, fruto de la investigación sobre las partículas elementares en el Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN), en busca de un ‘bóson’ (energía en forma de ola, en cuanto la energía en forma de partícula material es denominada ‘férmion’), responsables por conferir masa a las partículas y, de esa forma, posibilitar el surgimiento de la materia que nos dio origen a todos.
Por estar en la raíz de todo el universo, la presumida descubierta de ese bóson pasó a ser conocido como “partícula de Dios”. Como ahora en octubre 2013, dos científicos al frente de la investigación –François Englert y Peter Higgs- ganaron el Premio Nobel de Física, sería interesante revisitar críticamente ese tema pues ahí están involucradas cuestiones que trascienden la física y penetran el campo de la filosofía y la teología. Esa es la razón de la re-publicación del artículo. Lboff
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Partícula de Higgs
¿Partícula Dios o partícula de Dios? Implicaciones filosóficas y teológicas
Desde los años 60 del siglo pasado, los físicos teóricos se planteaban esta pregunta: ¿cómo pudieron las partículas elementales sin masa que surgieron con el big bang, ganar masa después de fracciones de billonésimas de segundo? ¿Cuál fue la partícula o campo energético que confirió masa a las partículas virtuales haciendo así irrumpir la materia que compone todo el universo?
Sabemos, y lo hago de forma extremadamente pedestre, que la materia (según Einstein energía altamente condensada) está compuesta por partículas elementales: topquarks y leptones. Cuando estos se unen dan origen a los protones y a los neutrones. Estos, a su vez, se unen y forman el núcleo atómico. Leptones, de carga negativa, son atraídos por el núcleo atómico, con carga positiva, y juntos forman los átomos. Todos los seres que existen se componen de átomos.Por tanto, los topquarks y leptones son los ladrillitos básicos con los cuales estamos construidos nosotros mismos y todo el universo. Junto con estas partículas elementales operan las cuatro fuerzas originarias que ordenan todo el universo, cuya naturaleza la ciencia todavía no ha conseguido descifrar. Ellas, la fuerza gravitatoria, la electromagnética, la nuclear débil y fuerte, actúan conjuntamente y responden de la expansión, ordenación y complejización de todo el proceso cosmogénico.
Peter Higgs (1929-) un tranquilo investigador de física teórica de la universidad de Edimburgo en Escocia, sugirió que debería existir una partícula, un bosón o un campo energético, responsable de la masa de todas las partículas. El físico Leon Lederman (Nobel de Física) la llamópartícula de Dios. Otros la denominaronpartícula Dios, por ser la creadora de toda la materia del universo.
¿Qué sería ese bosón de Higgs o campo de Higgs? Los físicos lo imaginan como un fluido viscoso finísimo que llena todo el universo, a semejanza del éter de Aristóteles y de la física clásica. Cuando las partículas elementales sin masa, puramente virtuales, tocan ese bosón o interaccionan con el campo Higgs sufren resistencia, son frenadas, presionadas y consolidadas y de esta manera ganan masa y peso.
El 4 de julio de 2012 en el Gran Colisionador de Hadrones, entre Suiza y Francia, después de acelerar partículas que colisionan casi a la velocidad de la luz, los científicos del Consejo Europeo de Investigación Nuclear (CERN) identificaron una partícula que cumple las características atribuidas al bosón de Higgs. Se supone que sea él u otra partícula similar, pero que efectivamente confiere masa a las partículas elementales.
Esta verificación confirma el modelo estándar del universo originado por el big bang; de ahí su importancia.
¿Pero cómo entra Dios en todo esto? Si dijésemos que esta partícula es Dios, seguramente la teología no lo aceptaría, pues haría de Dios una parte del universo. Dios es más. Es aquella Energía de Fondo, aquel Abismo posibilitador y sustentador del universo, que antecede al big bang. El estaría más allá del «muro de Planck», el límite infranqueable, anterior al tiempo cero, a partir del cual en 10 elevado a la potencia -43 segundos después del big bang habría surgido la materia del universo. Detrás de este muro se esconde aquella Energía poderosa y amorosa que origina todo, inalcanzable para la física pero accesible para la mística.
Si dijésemos que el bosón de Higgs es la partícula de Dios podemos aceptarlo teológicamente; sería el medio por el cual Dios traería las partículas materiales a la existencia y así todo el universo: un acto exclusivamente divino. Esa es la ontología originaria de Dios. La partícula de Dios nos muestra cómo se crea todo lo que nos es dado ver. Filosófica y teológicamente diría: ella nos revela cómo Dios hizo surgir el mundo. Y ese acto no es un acto del pasado, sino que se realiza en cada momento y en todas partes del universo y también en nosotros que estamos a merced de esta partícula de Dios. En caso contrario, todo dejaría de ser, volvería a la nada. Como la creación es continua, aquí estamos.
[El libro El Tao de la Liberación: explorando la ecología de la transformación, de M. Hathway y L. Boff, ha sido premiado en 2010 en Estados Unidos con la medalla de oro en Ciencia y Cosmología.
Fuente: Servicios Koinonia].

El Papa Francisco y la despaganización del papado Leonardo Boff, teólogo



Las innovaciones en los hábitos y en los discursos del Papa Francisco han abierto una crisis aguda en los grupos conservadores que seguían estrictamente las directrices de los dos Papas anteriores. Para ellos ha sido especialmente intolerable que el papa haya recibido en audiencia privada a uno de los iniciadores de la “condenada” Teología de la Liberación, el peruano Gustavo Gutiérrez.
Se sienten aturdidos ante la sinceridad del Papa, al reconocer errores en la Iglesia y en sí mismo, al denunciar el carrerismo de muchos prelados, calificando de “lepra” el espíritu cortesano y adulador de muchos en el poder, los llamados “vaticanocéntricos”.
Lo que realmente les escandaliza es la inversión que hace, al poner en primer lugar el amor, la misericordia, la ternura, el diálogo con la modernidad y la tolerancia con las personas, incluso con las divorciadas y homoafectivas, y solo después las doctrinas y disciplinas eclesiásticas.
Ya se oyen voces de los más radicales que, con referencia al Papa Francisco, hacen para “el bien de la Iglesia” (la suya evidentemente) este tipo de peticiones: “Señor, ilumínalo o elimínalo”. La eliminación de los papas problemáticos no es una rareza en la larga historia del papado. Hubo un momento entre los años 900 y 1000, la llamada «era pornocrática» del papado en la que casi todos los papas fueron envenenados o asesinados.
Las críticas más frecuentes que circulan en las redes sociales de estos grupos, históricamente anticuados y atrasados, van en la línea de acusar al actual Papa de estar desacralizando la figura del papado, banalizándola y secularizándola. En realidad ellos ignoran la historia y son rehenes de una tradición secular que tiene poco que ver con el Jesús histórico y el estilo de vida de los Apóstoles. Pero tiene mucho que ver con la lenta paganización y mundanización de la Iglesia al seguir el estilo de los emperadores romanos paganos y de los príncipes renacentistas.
Las puertas para este proceso fueron abiertas ya en tiempos de Constantino (274-337), que reconoció el cristianismo, y de Teodosio (379-395) que lo oficializó como la única religión reconocida en el Imperio. Con el declive del Imperio Romano se crearon las condiciones para que los obispos, especialmente el de Roma, asumiesen funciones de orden y de mando. Esto ocurrió de manera clara con el Papa León I, el Grande (440-461), que fue proclamado alcalde de Roma para enfrentar la invasión de los hunos. Fue el primero en usar el nombre de Papa, antes reservado sólo a los emperadores. Adquirió más fuerza con el Papa Gregorio el Grande (540-604), también proclamado alcalde de Roma, y culminó más tarde con Gregorio VII (1021-1085) que se arrogó el poder absoluto en el campo religioso y secular: tal vez la mayor revolución en el campo de la eclesiología.
Los actuales hábitos imperiales, principescos y cortesanos de toda la jerarquía, de los cardenales y de los papas se remiten especialmente al Papa Silvestre (334-335). En su tiempo se creó una falsificación, la llamada “Donación de Constantino”, con el objetivo de fortalecer el poder papal. Según ella, el emperador Constantino habría dado al Papa la ciudad de Roma y la parte occidental del Imperio. Se incluía en esa “donación”, desenmascarada como falsa por el cardenal Nicolás de Cusa (1400-1460), el uso de las insignias y la indumentaria imperiales (púrpura), el título de Papa, de sumo pontífice, el báculo de oro, la capa sobre los hombros revestida de armiño y orlada de seda, la formación de la corte y la residencia en palacios.
Este es el origen de los actuales hábitos principescos y cortesanos de la Curia romana, de la jerarquía de la iglesia y de los cardenales, especialmente del Papa. Su fuente es el estilo de los emperadores romanos paganos y la suntuosidad de los príncipes renacentistas. Ha habido, pues, un proceso de paganización y de mundanización de la Iglesia como institución jerárquica.
Los que quieren volver a la tradición ritual que rodea la figura del Papa ni siquiera son conscientes de este proceso históricamente cerrado y condicionado. Insisten en algo que no pasa por la criba de los valores evangélicos y de la práctica de Jesús.
¿Qué está haciendo el Papa Francisco? Está restituyendo al papado y a toda la jerarquía su verdadero estilo, ligado a la Tradición de Jesús y de los Apóstoles. En realidad, está volviendo a la tradición más antigua, operando una despaganización del papado dentro del espíritu del Evangelio, vivido tan emblemáticamente por su inspirador san Francisco de Asís.
La tradición auténtica está del lado del Papa Francisco. Los tradicionalistas son solo tradicionalistas y no tradicionales. Están más cerca del palacio de Herodes y de César Augusto que de la gruta de Belén y de la casa del artesano de Nazaret. En contra de ellos está la práctica de Jesús y sus dichos sobre el despojamiento, la sencillez, la humildad y el poder como servicio y no como lo hacen los príncipes paganos y los grandes que subyugan y dominan: “no debe ser así entre vosotros, que el mayor sea como el menor, y el que manda como el que sirve” (Lc 22,26). El Papa Francisco habla a partir de esta tradición original, y la más antigua, la de Jesús y los Apóstoles. Por eso desestabiliza a los conservadores que se han quedado sin argumentos.
Vease mi libro La Iglesia se hizo pueblo, Paulinas 1987.