FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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ATALAYA

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miércoles, 25 de septiembre de 2013

Rouco, o es un ignorante o miente con el celibato: hasta el año 1500 los sacerdotes se podían casar José María Garrido


El prelado español oculta que el propio San Pedro tenía mujer y que San Pablo instaba a los curas “a ser buenos maridos”
El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, optó esta semana por faltar a la verdad al afirmar que el celibato es una norma de la Iglesia que “ha sido reafirmada una y otra vez a lo largo de toda la historia”. El prelado pronunció estas palabras poco después de que el recién nombrado Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, dejase claro que el celibato obligatorio “no es un dogma de fe y puede ser discutido porque es una tradición eclesiástica”.


La esperanza de los progresistas
Unas palabras, las de Pietro Parolin, que acogieron con enorme esperanza los sectores más progresistas de la Iglesia Católica. De hecho, numerosos religiosos se pronunciaron en España a favor de abrir el debate sobre si los curas pueden contraer o no matrimonio. Es el caso del padre Ángel García (presidente y fundador de Mensajeros de la Paz), de Javier Baeza (párroco de San Carlos Borromeo, situada en el barrio obrero de Entrevías), o del teólogo Juan José Tamayo (secretario general de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII y una de las voces más críticas del papado de Benedicto XVI).


El rechazo del Opus
Pero como era de esperar, las declaraciones del nuevo Secretario de Estado del Vaticano también han levantado ampollas en los sectores más reaccionarios de la Iglesia Católica y especialmente en el Opus Dei, temeroso ante el rumbo que está tomando el pontificado de Francisco. Tanto es así que el cardenal arzobispo de Lima y uno de los portavoces autorizados de la Obra, Juan Luis Cipriani, no ha dudado en criticar públicamente algunas decisiones promovidas por el Papa como fomentar el diálogo con la Teología de la Liberación.

Mala sintonía entre Francisco y Rouco
No es ningún secreto que los pasos aperturistas de Francisco -sobre todo su sencillez y austeridad, además del tono cuasi revolucionario de algunos de sus discursos- tampoco entusiasman al presidente de la Conferencia Episcopal. Desde su nombramiento como Papa, Rouco Varela siempre ha mirado con recelo a Jorge Bergoglio. El prelado español es consciente de que el nuevo Obispo de Roma es una “bomba” para la mayoría de los obispos españoles y sus incondicionales ultras. De hecho, los expertos sostienen que Francisco apuesta por la jubilación de Varela y es partidario de quitar protagonismo en la iglesia española a movimientos como el Opus, los Legionarios, los Kikos y Comunión y Liberación.


Rouco falta a la verdad
Sin embargo, hasta que Pietro Parolin abrió el debate sobre el celibato, Rouco Varela no había mostrado públicamente sus discrepancias con el papado de Francisco. Claramente, la estrategia del obispo español cambió cuando el pasado 17 de septiembre aprovechó su presencia en la Universidad Pontificia de Salamanca para pontificar que el celibato es “una norma” que “se vive tal y como lo regula la Iglesia desde los comienzos mismos de la historia de la Iglesia”.


El propio Pedro estaba casado
Unas afirmaciones que carecen de rigor histórico, pues no fue hasta 1139, con motivo de la celebración del segundo Concilio de Letrán (que fue refrendado por el Papa Inocencio II), cuando el celibato se convirtió en una norma obligatoria. Tanto es así que hasta el propio Pedro, el jefe de los apóstoles, estaba casado (así se recoge en el Evangelio Según San Marcos I, 29-39 5to, donde se relata Jesucristo curó a la suegra de Pedro).


San Pablo recomienda ser “marido de una mujer”
En las Sagradas Escrituras, Pablo tampoco prohíbe casarse a los sacerdotes. Al contrario, les insta a ser buenos maridos y no caer en la tentación del adulterio: “Conviene que (el sacerdote) sea irreprensible, marido de una mujer, vigilante, sobrio, honrado, acogedor (…) no pendenciero ni avaro (…) Que gobierne bien su propia casa, tenga a sus hijos en obediencia, con toda modestia. Porque si alguien no sabe gobernar su propia familia ¿cómo podrá cuidar de la Iglesia?” (Extractos de la Primera Epístola de San Pablo a Timoteo).


Curas y obispos casados
Queda por tanto demostrado que en los primeros siglos de la Iglesia, los sacerdotes, e incluso los obispos, eran casados o solteros, indistintamente. Prueba de ello es que en el año 385, San Siricio abandonó a su mujer para convertirse en Papa, decretando que los sacerdotes pudieran «dormir con sus esposas». Es a partir del siglo IV cuando la jerarquía solicita que los sacerdotes se abstuviesen sexualmente la noche antes de celebrar la eucaristía. Más tarde, cuando la Iglesia introdujo la misa diaria, el precepto de abstinencia se convirtió en obligación continua. La justificación fue la “pureza ritual”: cualquier actividad o experiencia de placer sexual es incompatible con el contacto con el pan eucarístico.



No se impone hasta el 1500
“Hay que esperar al Concilio de Trento (mediados del siglo XVI) para que la disciplina eclesiástica del celibato se imponga. Con algunas excepciones. Por ejemplo, Pío IV pensó en dispensar del celibato a los sacerdotes alemanes a ruegos del emperador. Con altibajos, desde entonces el celibato se impuso en la Iglesia católica de rito latino. Porque, en la Iglesia católica de rito oriental rige el celibato opcional, así como en todas las demás confesiones cristianas: protestantismo, anglicanismo e Iglesia ortodoxa”, explica José Manuel Vidal, prestigioso periodista especializado en religión.

Honduras: dictan prisión a la heróica defensora del pueblo lenca, Berta Cáceres


Enviado a la página web de Redes Cristianas

Declaraciones de Berta Cáceres, Coordinadora General del COPINH luego que se dictara prisión preventiva para ella y desalojo en la toma de carretera en Río Blanco.
“Gracias por el gesto de solidaridad nacional e internacional, de movilización contundente que ha tenido el COPINH, organizaciones hermanas y las fuerzas sociales y políticas progresistas que se han sumado a la lucha del COPINH.
Condenamos la decisión de la Corte, de la Jueza Lissien Lisseth Knight Reyes que ha copiado la orden de la Empresa Desarrollos Energéticos, sabemos que ha habido presión desde arriba, ya DESA manejaba la resolución, esta es la justicia que hay en Honduras.
Rechazamos la resolución, los cargos, las imputaciones, es claro que el delito es defender los ríos, el agua, evitar que los bienes comunes caigan en manos de las empresas privadas, DESA se ha basado en una concesión ilegal e ilegítima y hemos denunciado eso en el Congreso Nacional, comenzando por SERNA que con toda ilegalidad ha otorgado estas concesiones. Nos vemos en esta tremenda indefensión al tener a este tipo como Fiscal Adjunto, Rigoberto Cuellar.
Pese a la decisión nos mantenemos dignas, con la frente en alto, no van a detener el proceso de lucha emancipadora en defensa de los territorios, el rio y la espiritualidad del pueblo lenca. Se equivocan si piensan que con esta resolución van a detener la lucha del pueblo lenca.
Dicen que es delito gritar consignas, nuestras mantas, que somos agitadores de masas, que los poemas en nuestra página Web son una inducción, el abogado Cantillana está fundado en racismo sus acusaciones, se refiere al pueblo indígena como ignorantes y eso es racismo y lo condenamos.
La resolución fue notificada al Abogado Victor Fernández que está siendo acusado de lo mismo en Atlántida, y eso es pretender dejarnos más indefensos.
Ordenaron el desalojo y queremos preguntarle a la Jueza Knight, ¿en qué cabeza le cabe ordenar desalojo, cómo puede ser desalojado el pueblo de su propio territorio cuando el Estado está obligado a garantizar, a respetar su territorio y vida. Estamos en contacto con organismos internacionales para denunciar, la expulsión de su mismo territorio, condenamos además la presencia militar en la zona a través de la Operación “Libertad”
Hacemos un llamado a la comunidad nacional e internacional, a las comunidades indígenas en especial a la gran jornada de lucha de defensa de la cultura y la espiritualidad, porque no vamos a echarnos para atrás, donde estemos vamos a seguir adelante apegados a lo que nos ha enseñado Lempira.
Yo me declaro como “perseguida política” como “prisionera de conciencia”, no es algo desligado del contexto, a esto nos están orillando, la lucha jurídica es una de las luchas, elevar nuestra capacidad de movilización, es otra. Se va a extender la lucha territorial en las zonas, en defensa de la autonomía indígena, en Intibucá, Lempira, La Paz, Santa Bárbara, redoblaremos esfuerzos porque no nos van a humillar, no nos sentimos humilladas!.
Estos jueces se exhiben en ignorancia y servilismo y sabemos que se preparan para recrudecer la criminalización, escarmentar con el COPINH frente al movimiento social y frente a esto hay que levantarnos con fuerza a esta represión que se nos impone.
Fuente: Red Mundial de Com,unidades Eclesiales
COPINH no está descabezado, tiene una capacidad digna y firme de seguir adelante!

FACUA alerta del ataque de Sanidad a enfermos graves con el copago del 10% de fármacos hospitalarios



La asociación señala que los argumentos del despilfarro y la racionalización del gasto que el Ministerio de Sanidad daba no justifican una medida injusta que atenta contra la salud de muchos enfermos.
FACUA-Consumidores en Acción denuncia un nuevo ataque del Gobierno contra los enfermos no ingresados que padecen enfermedades crónicas o graves que tendrán que abonar un diez por ciento por los medicamentos de dispensación en las farmacias hospitalarias, cuando antes estos fármacos estaban exentos de pago.

Este nuevo copago farmacéutico que impone ahora el Gobierno es otro ejemplo de la crueldad del Ministerio de Sanidad con los más débiles, según FACUA, pues enfermos de hepatitis C, distintos tipos de cáncer, esclerosis múltiple o artritis, entre otros, se verán afectados por esta medida.
El pago de estos fármacos se engloba dentro de los medicamentos con aportación reducida, con un diez por ciento del valor total del mismo, y con un total máximo a abonar de 4,20 euros por envase; siendo el abono proporcional en el caso de dosis sueltas. Más de cuarenta medicamentos se verán afectados por este copago.
FACUA considera injusta esta medida que se impondrá a partir del día 1 de octubre y de obligado cumplimiento para todas las comunidades autónomas, aunque aún debe aclararse cómo se va a efectuar ese cobro. La asociación ve otro paso más del Gobierno por desmantelar el sistema sanitario español gratuito, público y universal.
Asimismo, critica que se continúe mermando un servicio público como es la sanidad y que se siga atacando a los enfermos y sus familias, que ven sus niveles económicos más reducidos y con tratamientos necesarios para vivir ahora más caros.
FACUA recuerda que los argumentos con los que el Ministerio de Sanidad justificaba en anteriores ocasiones el copago eran la penalización para evitar despilfarros en los tratamientos. Sin embargo, la asociación señala que tanto en este tipo de enfermos graves como en el resto, esta justificación no tiene sentido debido a que es el facultativo quien receta los medicamentos que considera necesarios para el enfermo. Por tanto, la asociación señala que es el derecho a la salud lo que se está cuestionando y los propios principios de un sistema sanitario que debe ser equitativo y solidario, así como universal y gratuito.
Más gastos y menos renta
La asociación estima que este nuevo copago de los medicamentos de dispensación hospitalaria para pacientes no hospitalizados se agrava si se tiene en cuenta el nivel de renta en el caso de los pensionistas, que ingresan unos 858,1 euros mensuales de media.
FACUA denuncia la barrera de acceso a los medicamentos que supone para muchos pensionistas el aumento del coste de sus fármacos, que ante rentas cada vez más bajas pueden dejar en un segundo plano sus tratamientos pese a que resulten esenciales para su salud.

Ciegos que han visto y no ven Jaime Richart


Enviado a la página web de Redes Cristianas

Sabemos que es mucho mayor desgracia la de quien ha visto y no ve que la de quien nació ciego…
Pues bien, a los españoles de las últimas generaciones se les ha privado de la vista. Nos dicen que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”: otra más de las incontables mentiras con las que nos quieren responsabilizar los haraganes y truhanes de sus propias fechorías. Las “posibilidades”, no éramos nostros quienes las podíamos razonablemente sopesar todos estos años atrás. Las posibilidades nos las endosaron ellos: los que viven igual que antes, los que viven mejor que antes y los que se han enriquecido a nuestra costa.

Políticos de todos los colores y todos los niveles, de los gobiernos central, autonómicos y municipales, empresarios del Ibex, banqueros, terratenientes y esos que, generación tras generación, vienen viviendo parapetados tras sus considerables patrimonios, son los responsables verdaderos de la desmembración social que vivimos y de la ruina que padecemos: justo castigo de los prestamistas. Lo que sucede es que quienes soportan el castigo no son ellos, dilapidadores y ladrones, que fueron quienes recibieron el dinero, sino millones de inocentes y confiados españoles.
Todos ellos nos empujaron a “vivir por encima no de las nuestras, sino de sus posibilidades”, pues no han sido ellos quienes han hecho frente a las deudas y a las consecuencias de las deudas. Nos mostraron primero durante unos cortos años qué es bienestar, pero luego nos lo arrebataron al expulsarnos del empleo, al dejarnos sin casa e incluso sin comida; al robarnos el presente y el futuro y frustrarnos la esperanza. Malditos sean…
23 Septiembre 2013

El Papa habla, parte de la Iglesia calla y algunos otorgan Belén Carreño


La entrevista del Papa ha dejado fría a la parte de la Iglesia española más beligerante en redes y medios de comunicación.
Algunas de las caras visibles del catolicismo en España, como Juan Manuel de Prada, han mostrado ya su decepción por las palabras del Pontífice.
Los católicos de base no disimulan su entusiasmo

El Papa Francisco llama la atención. Y su entrevista, realizada por un periodista jesuita y publicada la semana pasada al unísono por cientos de medios en el mundo, ha sido la más polémica y comentada que se le ha hecho a un Pontífice. Sin embargo, hay una parte muy relevante del público objetivo al que se dirigía esa entrevista que no se ha dado por enterado. Y cuando lo ha hecho, ha sido para mostrar su decepción por el mensaje que trata de enviar el nuevo cabeza de la Iglesia, o para recelar de los nuevos aires que parecen llegar desde Roma.
La cara más pública de la Iglesia en España, que no tiene por qué ser la más representativa, se ha mostrado algo decepcionada y ha optado, en mayor medida, por obviar la entrevista de Francisco. La reacción más singular, por representativa, la ha tenido uno de los opinadores de referencia de la Iglesia conservadora: Juan Manuel de Prada. El novelista y columnista de ABC arrancó de esta guisa su opinión del sábado 21 de septiembre: “Ignoro si en otro tiempo estuve loco; pero hoy, leyendo cierta entrevista, he sentido que he hecho el canelo durante todos estos años”.
De Prada, normalmente acérrimo defensor con su viva pluma de las ideas más conservadoras y reaccionarias de la Iglesia, lamenta profundamente la declaración del Papa de que “no es de derechas”. Y lo lamenta porque, en su opinión, “ningún demócrata es capaz de calificarse de derechas”, y cree que el Papa básicamente se avergüenza de reconocerse de derechas. De Prada se escuece también de que el Pontífice considere como “obsesionados” a aquellos que defienden “la vida de los gestantes” y cree que en cierta forma se les pide callar y ser “complacientes”. El escritor, cierra su amarga columna asegurando que “siguiendo el ejemplo del ilustre entrevistado, me dedicaré desde hoy a complacer y halagar al mundo, para evitar su condena”.
El sollozo de De Prada -que ve su pasado defendiendo a la Iglesia como un “martirio”- pone paradójicamente al descubierto el endeble ataque en el que ha incurrido la parte de la Iglesia más oficial -sobre todo la de los medios ligados a la Conferencia Episcopal- que se ha manifestado alrededor de la entrevista. El ganador del premio Planeta es, además de católico, un columnista influyente en la derecha, y los mensajes que más le han molestado del Pontífice son exactamente los mismos que han destacado los grandes medios al público. La preocupación por la “obsesión” por parte de la Iglesia con la moral, especialmente la referida al aborto, la homosexualidad o el divorcio, o su forma de renegar de una ideología política próxima a la derecha.
Precisamente, HazteOír.org, una plataforma que se considera católica y cuyo principal leitmotiv es la lucha contra el aborto, y algunos de sus miembros y cuentas más activas en Twitter, como @Elentir, o el líder de la plataforma @IgnacioArsuaga (todas con miles de seguidores y también con miles de tuits emitidos), solo se refirieron a la entrevista de Francisco para hablar de cómo la habían manipulado los medios. ” El País vuelve a manipular, atribuye al Papa una cita que no ha dicho”, asegura en su blog Elentir en referencia a la supuesta “obsesión” de algunos sector con el aborto y los gays.
El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, en unas declaraciones a la Cope recogidas por la agencia católica AciPrensa, también entró a hacer un comentario de texto de los medios, no de la entrevista. “Con todos mis respetos para El País y la Vanguardia, que lo han sacado en portada y han sacado esa frase en portada de una entrevista de 27 folios, yo creo que se han equivocado plenamente o han intentado deformar la realidad. Creo que no han entendido el contexto en el que estaba pronunciada”. “El Papa no hablaba de política”, dice el obispo. En otro artículo de AciPrensa se explica a sus lectores lo que “sí dijo el Papa sobre el aborto y los gays”, una información muy similar a la publicada por HazteOír.org.
Paradójicamente, el obispo y los integrantes de HazteOír.org no han visto en las palabras del Papa el mismo significado que sí ha encontrado De Prada y que le ha llevado a pensar que ha hecho “el canelo” en el pasado. Y esta fue el único comentario que les suscitó un hecho que muchos ven como histórico.

La repercusión pública, por tanto, que la entrevista ha tenido en los sectores oficiales de la Iglesia española es entre nula o mediocre. Otros dos obispos se han referido públicamente a las palabras de Francisco. Por una parte, Raúl Berzosa, obispo de Ciudad Rodrigo (hermano de Sor Verónica, la fundadora de la orden de las conocidas como monjas de Lerma), en una entrevista también en la Cope que hizo un análisis bastante ponderado de la entrevista y sin tocar los temas “espinosos”, reconoció que a cada uno el mensaje de Bergoglio le podía llegar de distinta manera.
Palabras a favor

El que se desmarcó totalmente de esta chocante discreción ha sido el arzobispo de Valencia Carlos Osoro, que se ha sentido muy reflejado por las palabras del Papa. Osoro es, precisamente, uno de los que suena con más fuerza para alcanzar la jefatura de la Iglesia española, en un momento en el que su representante, Antonio Rouco Varela, ya ha presentado su posible relevo por su avanzada edad.

Por lo demás, silencio administrativo, tan solo roto por las publicaciones religiosas de tinte independiente, como Religión Digital o Vida Nueva (muy recomendable echar un ojo a su editorial) o 21 la Revista Cristiana de Hoy en la que numerosos teólogos y cristianos de base se manifestaban entusiasmados con la línea marcada por el Papa. Estas tres publicaciones se acercan mucho más a la visión que tienen las comunidades católicas que no se rodean, ni se dejan absorber, por los movimientos neoconservadores. Pero para la parte hasta ahora más oficialista, prácticamente la entrevista nunca sucedió, hasta el punto de que la cuenta de twitter oficial de la Conferencia Episcopal Española (@info_CEE) no ha reflejado ni su existencia.
Silencio en misa

Una de las principales señales que dejó en esencia las pocas ganas de que trascendiera el mensaje del Papa fue la escasa presencia de la entrevista en las homilías del domingo. Al presidente de la Conferencia Episcopal le tocó celebrar la misa que retransmitió La2 de TVE el pasado domingo. Pocas oportunidades tiene un sacerdote de que su palabra llegue a una audiencia como la de la televisión pública. Rouco obvió discretamente cualquier referencia a la entrevista hasta prácticamente las últimas veinte palabras de la homilía, en la que sacó a colación unas palabras referidas a la pobreza del Pontífice. Lo cierto es que las palabras del Papa, en el que se advertía de que la defensa a ultranza de la moral podía oscurecer el resto de la aplicación del Evangelio, afectan singularmente a España, donde muchas comunidades y movimientos religiosos han nacido, o se han fortalecido al albur de la defensa de cuestiones de moral (y no de fe).
En muchas parroquias se pasó de largo la posibilidad de interpretar la entrevista, y contrarrestar así el denostado enfoque de los medios de comunicación, y el domingo resbaló por las palabras de Bergoglio sin pena ni gloria. No fue así en todas las misas, sería imposible. Un sacerdote reconoce: “Celebré misa dos veces y en las dos tuve que hablar de la entrevista. ¡Cómo no iba a hacerlo, si es muy emocionante!”.

Y es que, una gran parte de la Iglesia, la que es más silente, la que no arma revuelo, está más que satisfecha con la entrevista del otrora jesuita. Las comunidades de base están, literalmente, como locas, con el nuevo Papa.

El Papa Francisco habla con un no creyente de hombre a hombre Leonardo Boff, teólogo

Francisco, obispo de Roma, se despojó de todos los títulos y símbolos de poder que no hacen otra cosa que distanciar a unas personas de otras y publicó una carta en el principal periódico de Roma, La Repubblica, respondiendo a su ex-director y conocido intelectual no creyente Eugenio Scalfari. Éste había planteado públicamente algunas preguntas al obispo de Roma. Francisco realizó un acto de extraordinaria importancia, no solo porque lo hizo de una forma sin precedentes sino principalmente porque se mostró como un hombre que habla a otro hombre en un contexto de diálogo abierto, colocándose al mismo nivel que su interlocutor.
Efectivamente Francisco, que como sabemos prefiere llamarse obispo de Roma y no Papa, respondió a Eugenio Scalfari de un modo cordial, con la inteligencia cálida del corazón antes que con la inteligencia fría de las doctrinas. Actualmente, en filosofía, se procura rescatar la “inteligencia sensible” que enriquece y alarga la “inteligencia intelectual”, pues aquella habla directamente al otro, a su profundidad. No se esconde detrás de doctrinas, dogmas e instituciones.
En este sentido, para Francisco no es relevante que Scalfari se confiese creyente o no, pues cada uno posee su historia personal y su trayectoria existencial que deben ser respetadas. Lo que es relevante es la capacidad de ambos de estar abiertos a la escucha mutua. Para decirlo en el lenguaje del gran poeta español Antonio Machado: «¿Tu verdad? No, la Verdad. Y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela». Más importante que saber es no perder nunca la capacidad de aprender. Este es el sentido del diálogo.
Con su carta, Francisco mostró que todos buscamos una verdad más plena y más amplia, una verdad que todavía no tenemos. Para encontrarla no sirven los dogmas tomados en sí mismos, ni las doctrinas formuladas en abstracto). La presuposición general es que existen todavía respuestas a buscar y que todo está rodeado de misterio. Esta búsqueda coloca sobre el mismo terreno a todos, creyentes y no creyentes, también a los fieles de las distintas Iglesias. Cada cual tiene derecho a expresar su visión de las cosas.
Todos vivimos una contradicción terrible que envuelve a creyentes y a ateos: ¿por qué Dios permite las grandes injusticias de este mundo? Es la pregunta que con profundo abatimiento hizo el Papa Benedicto XVI cuando visitó el campo de exterminio nazi de Auschwitz. Se desprendió, por un momento, de su papel de Papa y habló solamente como un hombre con el corazón abierto: “Dios, ¿dónde estabas cuando sucedieron estas atrocidades? ¿Por qué te callaste?”
Todos nosotros cristianos debemos admitir que no hay una respuesta y que la pregunta sigue abierta. Nos consuela solo la idea de que Dios puede ser aquello que nuestra razón no comprende. La inteligencia intelectual sola se calla porque no tiene una respuesta para todo. El Génesis, como decía el filósofo Ernst Bloch, no se encuentra al principio sino al final. Las cosas, así piensan los creyentes, se desarrollan en dirección a un desenlace feliz. Solamente al final, de alguna manera, nos será dado comprender el sentido de la existencia. Únicamente al fin podremos decir: “y todo es bueno” y podremos dar el “Amén” definitivo. Pero mientras vivimos no todo es bueno
¿Verdades absolutas y verdades relativas? Prefiero responder con el gran poeta, místico y pastor, el obispo don Pedro Casaldáliga, allá en la Amazonia profunda: “¿Lo absoluto? Sólo Dios y el hambre”.
Tengo una gran confianza en que Francisco con su diálogo podrá conseguir grandes cosas para el bien de la humanidad. Empezó haciendo una importante reforma del papado. Dentro de poco hará la reforma de la Curia romana. A través de varios discursos ha señalado que todos los temas pueden ser discutidos, una afirmación impensable tiempo atrás. Temas como el celibato de los curas, el sacerdocio de la mujer, la moral sexual y la existencia de los homoafectivos hasta fechas recientes no podían ser planteados por teólogos y obispos.
Creo que este Papa es el primero en no querer un gobierno monárquico y absolutista, el “poder” como decía Scalfari. Al contrario, quiere estar lo más cerca posible del Evangelio que presenta los principios de la misericordia y de la compasión, teniendo como centro de referencia a la humanidad.
Seguramente su diálogo con los no creyentes puede verdaderamente ampliarse y abrir una ventana nueva a la modernidad ética que no considera solamente la tecnología, la ciencia y la política, y puede también llevar a superar un comportamiento de exclusión típico de la Iglesia Católica, en otras palabras, la arrogancia de entenderse como la única heredera verdadera del mensaje de Jesús. Siempre es bueno recordar que Dios envió a su Hijo al mundo y no solo a los bautizados. Él ilumina a cada persona que viene a este mundo, no solo a los creyentes, como recuerda san Juan en el prólogo de su evangelio.
En este sentido, en carta al Papa Francisco he sugerido personalmente un Concilio Ecuménico de toda la cristiandad, de todas las Iglesias, incluyendo incluso la presencia de ateos que puedan, por su sabiduría y ética, ayudar a analizar las amenazas que pesan sobre el planeta y cómo enfrentarlas. Y en primer lugar las mujeres, generadoras de vida, pues la vida misma está siendo amenazada.
El cristianismo se presenta como un fenómeno occidental y debe encontrar su lugar en el interior de la nueva fase de la humanidad, la fase planetaria. Solamente así será para todos y de todos.
En Francisco, como ya lo había mostrado en Argentina, no veo voluntad de conquistar y hacer proselitismo, sino, como lo reafirmó a Scalfari, la disposición de testimoniar y andar un trecho del camino junto con otros. El cristianismo antes que institución es un movimiento, el movimiento de Jesús y de los Apóstoles. En esta comprensión, vivir la dimensión de la dignidad humana, de la ética y de los derechos fundamentales es más importante que afiliarse simplemente a una Iglesia. Este es el caso de Eugenio Scalfari. Es importante mirar más la dimensión de luz de la historia que la dimensión de sombras, vivir como hermanos y hermanas en la misma Casa Común, la Madre Tierra, respetando las opciones de cada uno, bajo el gran arco-iris, símbolo de la transcendencia del ser humano.
El largo invierno eclesial terminó. Esperamos una primavera solar, llena de flores y de frutos, en la cual también vale la pena ser humano en la forma cristiana de esta palabra.
(Entrevista dada por teléfono a Vera Schiavazzi, de Romano Canavese, Turín, el 15 de septiembre último).

Traducción de Mª José Gavito

Las beatificaciones de Tarragona Todavía hay vencidos y vencedores

El próximo 13 de octubre, en Tarragona, 523 personas recibirán el honor de los altares como mártires durante la guerra civil. Setenta y cinco años después de aquellos hechos, la jerarquía de la Iglesia católica parece querer mantener las heridas abiertas, honrando masivamente a las víctimas de un solo bando. Este hecho pone de manifiesto su incapacidad para superar las posiciones de entonces, y que sigue considerando aquella la guerra como una cruzada.
Celebrándose en Tarragona, además, la ceremonia de la beatificación deshonra la figura del entonces arzobispo de esta diócesis, cardenal Vidal y Barraquer, que,  en un gesto lúcido y valiente,  se negó a firmar la Carta Colectiva de los obispos españoles de julio de 1937 a favor del levantamiento, lo que le ocasionó el exilio y todo tipo de persecuciones.
Todo colectivo tiene derecho,  y probablemente obligación,  de honrar a sus muertos. Pero, para cerrar las  heridas de una guerra fraticida y poder hacerlo en un clima de reconciliación, es necesario que ambos bandos acepten haber cometido errores, pidan perdón y reconozcan en igualdad de condiciones la heroicidad de todos los muertos inocentes de uno y otro lado. A los católicos nos toca pedir perdón por la posición beligerante de la mayor parte de la jerarquía, instituciones eclesiásticas y un buen número de laicos y tener la humildad necesaria que requiere la petición de perdón. Pero hasta ahora la jerarquía se ha negado a hacerlo, a reconocer la ilegitimidad del golpe de estado contra el legítimo Gobierno de la República y el grave error que supuso la Carta Colectiva. Sin este reconocimiento difícilmente puede haber reconciliación.
Desde nuestra más profunda admiración y respeto por las vidas y, sobre todo, por las circunstancias de cada una de sus muertes –a menudo con suplicios y padecimientos añadidos–, desgraciadamente el hecho de esta beatificación no puede evitar ser interpretado como una instrumentalización política de las muertes en el servicio de uno solo de los bandos.
En estas condiciones, y en el contexto del actual debate sobre la recuperación de la Memoria Histórica, la Iglesia (española) se coloca en un espacio no sólo de fácil crítica como institución,  sino también de instrumentalización partidista de los muertos. Los ahora beatificados nunca habrían podido imaginar que, setenta y cinco años después, el sector más recalcitrante de la sociedad española pretenda sacar provecho político de su sacrificio. Ciertamente la jerarquía aduce que ninguna persona puede ser llevada a los altares si en la causa de su asesinato se mezclan motivaciones no estrictamente de fe. Pero olvidar los miles de obreros, maestros y sacerdotes,  asesinados por el franquismo por motivos de fidelidad al pueblo –y a menudo también de fe–,  no sólo es una injusticia sino que hace imposible una verdadera reconciliación.
Para poder construir la reconciliación que este país sigue necesitando es necesario el resarcimiento moral de todas las víctimas. Y esto no se ha hecho todavía con las víctimas republicanas. Si la Iglesia tuviera la libertad y generosidad suficientes para hacer este gesto podría honrar a sus mártires sin que ello supusiera ofender a nadie porque todos, vencedores y vencidos, fueron igualmente víctimas. Y evitaría esa frase maligna: “los de un lado, los altares, los del otro a la cuneta como perros”. Mientras este reconocimiento no se dé,  la jerarquía de la Iglesia debe saber que sigue humillando a las víctimas inocentes del otro lado y a sus familiares; sigue manifestando su incapacidad para ser factor de paz y reconciliación y, objetivamente, queriendo o no, sigue apareciendo como jerarquía del rencor.
Quisiéramos que esta nueva beatificación masiva, que mantiene las heridas abiertas, sirva para que la Iglesia católica, con sincero remordimiento, pida de una vez perdón a la ciudadanía actual por su participación, como impulsora del conflicto y, consecuentemente como agresora; que se arrepienta por su colaboración en la muerte o asesinato de miles de inocentes, acusando, denunciando, ofreciendo incluso listas de feligreses bajo sospecha a los pelotones de la muerte; que pida perdón por su responsabilidad en la ocultación del sacrificio de tantos que entregaron su vida por causa de la justicia y la verdad. Y, finalmente,  que pida también perdón por los beneficios de todo tipo que obtuvo a lo largo de tantos años del ilegítimo régimen de la dictadura.

Se trata fundamentalmente de ejercer la función de portadora de paz que debe ejercer. La Iglesia no debe relacionarse con el mundo en función de ella misma sino en función de la construcción del Reino de Dios, esto es, en función de la justicia y de la verdad. En caso contrario, si se aleja y se confronta con el mundo, por muy mucho derecho que tenga a reconocer el mérito de los suyos, corre el riesgo de convertirse en secta. Y ya que como Iglesia aspira a manifestar el mensaje de Jesús, no debería olvidar nunca la obligación de encarnar en sí misma el deseo de Jesús,  recogido en el Evangelio sobre la unión de sus seguidores: “Que sean uno como nosotros somos uno. Mientras estaba con ellos, yo los guardaba en tu nombre, los que me has dado. He velado por ellos y no se ha perdido ni un solo ” (Jn 17,11-12).