FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

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sábado, 27 de abril de 2013

Cuadro Artístico Don Bosco: ‘La Dogaresa’

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Datorren igandean, hilak 28, arratsaldeko 7etan, ‘Don Bosco’ Arte-taldeak ‘La Dogaresa’ izeneko zartzuela antzeztuko du ikastetxeko antzokian.
El próximo domingo, día 28, a las 7 de la tarde, el Cuadro Artístico Don Bosco representará la zarzuela ‘La Dogaresa’ en el teatro del colegio.
El Cuadro Artístico Don Bosco tiene larga tradición en la vida musical de Barakaldo. Inserto en el ámbito de los Antiguos Alumnos de nuestro colegio, tiene en Arturo Rodríguez Tellitu su ‘alma mater’ particular.
Arturo es miembro de una familia muy aficionada a la música e hijo de Arturo Rodríguez Suárez, uno de los fundadores del Orfeón Baracaldés. Él mismo es actualmente uno de los dos directores artísticos de esta institución. Barítono notable, ha intervenido en numerosas escenificaciones zarzuelísticas con ambas agrupaciones.
El 25 de Septiembre de 1980, el entonces alcalde de Barakaldo, don Jesús Mª Rodríguez Orrantia le entregó una placa, en reconocimiento a su dilatada vida enalteciendo los valores artísticos y humanos de los barakaldeses.
La zarzuela ‘La Dogaresa’ tiene como autor de su texto a Antonio López Monis y autor de la música a Rafael Millán Picazo. Fue estrenada el 17 de Septiembre de 1920, en el Teatro Tívoli de Barcelona.
El compositor: Rafael Millán Picazo nació en Algeciras el 24 de septiembre de 1893 y murió en Madrid el 8 de marzo de 1957.
Fue considerado como uno de los mejores compositores de zarzuela y opereta de España. Entre sus obras destacan El Príncipe Bohemio, La Rosa de Kiot, La Mujer Indecisa, Maldición Gitana, La Dogaresa y El Pájaro Azul.
Sinopsis: La acción transcurre en Venecia, siendo Marietta el vértice donde confluyen las distintas tramas de la obra, pues estando enamorada de Paolo, va a convertirse en Dogaresa al ser pretendida por el Dux, al que favorece en sus intentos el bufón Miccone, que también la ama en secreto.
Este amor secreto finalmente es el detonante del intuido final feliz, pues Miccone pasa de intentar la condena a muerte de Paolo y propiciar la boda de Marieta con el Dux a asesinar a éste para salvar la vida de aquél.
A todo este entramado sirve una música siempre elegante y sensual, vibrante o dulce según los momentos.
Recordamos: Domingo, 28 de abril, a las 7 de la tarde. En el teatro de nuestro colegio. Entrada gratuita. Apta para todos los públicos.

Francisco de Roma y la ecología de san Francisco de Asís Leonardo Boff, teólogo

Que un Papa lleve el nombre de Francisco no puede ser en vano. Además de ser una referencia a otro modo de ser Iglesia, más cercana a la gruta de Belén que a los palacios de Jerusalén, Francisco de Asís plantea un asunto de extrema urgencia hoy en día: la cuestión de la protección de la vitalidad del planeta Tierra y la garantía del futuro de nuestra civilización. Para este propósito la ecología exterior sola es insuficiente. Tenemos que amalgamarla con la ecología interior. Eso fue lo que hizo de forma paradigmática san Francisco de Asís.
Ecología exterior es esa sintonía con los ritmos de la naturaleza y con el proceso cósmico que se realiza en la dialéctica de orden-desorden-interacción-nuevo orden. Esta ecología asegura la perpetuidad del proceso evolutivo que incluye la tierra y la biodiversidad. Pero a nivel humano sólo se produce si hay una contrapartida de nuestro lado, que se deriva de nuestra ecología interior. Por ella, el universo y sus seres están dentro de nosotros en forma de símbolos que hablan de arquetipos que nos guían y de imágenes que habitan nuestra interioridad: materiales con los que continuamente debemos dialogar e integrar. Si hay violencia en la ecología exterior es señal de que existe turbulencia en nuestra ecología interior y viceversa. No sabemos armonizar las ecologías descritas por F. Guattari y por mí: la ambiental, la social, la mental y la integral.
En su Cántico al Hermano Sol san Francisco revela la convivencia de estas dos ecologías. Su extraordinario logro espiritual fue reconciliar el mundo con Dios, el cielo con la Tierra y la vida con la muerte. Para entender toda esta experiencia espiritual es necesario leer el texto más allá de su letra y bajar al nivel simbólico donde los elementos cantados vienen impregnados de emoción y de significado. El contexto existencial es significativo: Francisco está muy enfermo y casi ciego, cuidado por santa Clara en la capilla de San Damián donde ella vivía con sus hermanas. De repente, en plena noche, tiene una especie de exaltación del espíritu, como si estuviese ya en el Reino de los cielos. Radiante de alegría, se levanta, compone un himno a todas las criaturas, y lo canta con sus cofrades. Celebra los grandes esponsales del “señor hermano Sol” y la “señora hermana Tierra”. De estos esponsales nacen todos los seres, dispuestos en pares, masculino y femenino, que según C.G. Jung constituyen el arquetipo más universal de la totalidad psíquica: sol-luna, viento-agua, fuego-tierra, totalidad alcanzada en su andadura espiritual.
El himno contiene dos estrofas más, añadidas por el Poverello. En ellas ya no se canta al cosmos material, sino al cosmos humano que también busca reconciliación: entre el obispo y el alcalde de Asís. Finalmente se reconcilia con la hermana muerte, el complejo más difícil de ser integrado por el aparato psíquico humano. El ser humano se reconcilia con otro ser humano. La vida abraza a la muerte como hermana, portadora de la eternidad.
La ecología interior integrada con la ecología exterior alcanza en Francisco un intérprete privilegiado. Él es como una finísima cuerda del universo en la cual la más sutil nota musical resuena y se hace oír.
Nuestra cultura es deudora del padre de san Francisco, Pedro Bernardone, rico comerciante en telas, en busca de riqueza y esplendor. Confiesa el gran historiador inglés Arnold Toynbee: «Francisco, el mayor de los hombres de Occidente, debe ser imitado por todos nosotros, pues su actitud es la única que puede salvar a la Tierra» (Diario ABC, Madrid, 19/12/1972,10).
¿Cuál es nuestro desiderátum? Que Francisco de Roma bajo la inspiración de Francisco de Asís se convierta, por su humildad, pobreza y jovialidad, en un amante de la Madre Tierra y en un defensor de todo tipo de vida, especialmente de la vida más amenazada, que es la de los pobres. Y que suscite esa conciencia en la humanidad. En él están presentes todos los carismas que lo pueden hacer un faro de referencia ecológica y humanitaria para todo el mundo.

Fiesta de la Comunidad Inspectorial / Inspektoriako Komunitatearen Festa

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La cita es el próximo 4 de mayo en Salesianos Deusto, casa anfitriona al celebrar durante este curso su 75 Aniversario. La fiesta es motivo para dar GRACIAS al Sr. Inspector y a toda la Comunidad Inspectorial.
GRACIAS porque German Rivas hará su Profesión perpetua, será a las 11,30 en la Eucaristía.
GRACIAS porque nos reuniremos todos en torno a los hermanos que celebran su años de Profesión y de Sacedocio:

Salesianos:

  • 60 Años de Profesión: Hermógenes Pérez y José Priede
  • 50 Años de Profesión: Alfonso Álvarez
  • 25 Años de Profesión: Jose Antonio Prol

Sacerdotes:

50 años de ordenación:
  • Sabino Unzueta
  • Miguel Rodríguez
  • Aurelio García
  • Hermógenes Pérez
25 años de ordenación:
  • Alfonso Villa
  • Mikel Uriarte
  • Luis Antonio Sánchez
  • José Mari Pascual
  • Mikel Ormazabal
  • Emiliano Martínez
  • Eduardo Marroquín
  • Xabi Goñi
  • Iñaki Fernández de Lerena
  • José Luis de la Fuente
GRACIAS por los 75 años de vida de Salesianos Deusto, GRACIAS por los 25 de presencia en Salesianos Padre Aramburu-Burgos, GRACIAS porque hace 30 años que los Salesianos regresaron a Azkoitia.
GRACIAS por la vida de toda la Inspectoría.

Católicos españoles claman por una ‘revolución’ en la Iglesia

Un sorprendente estudio realizado por José Juan Toharia, catedrático de sociología y presidente de Metroscopia, refleja que el 52% de los católicos españoles reivindican cambios ‘revolucionarios’ en el seno de su Iglesia.
Según el estudio, el 73% de los españoles se consideran católicos, aunque solo el 17% de ellos reconocen ser practicantes.
La lucha contra la pederastia, la opulencia de la Iglesia, su anacronismo y el trato fiscal preferente que recibe por parte del Estado español, serían los puntos de partida de dicha ‘revolución’, siendo el papa Francisco, en su declarada opción por una “Iglesia de los pobres”, según explica Toharia, la oportunidad, para los católicos españoles, de que ese profundo cambio se pueda operar.
El estudio revela que los católicos españoles piden que su Iglesia se sostenga exclusivamente con las aportaciones voluntarias, que la jerarquía eclesiástica practique una absoluta intransigencia en los casos de pederastia, que el papa viva permanentemente en una residencia modesta (cosa que ha comenzado a hacer), que la Iglesia deje de tener banco propio y que se ponga fin a la existencia del Estado Vaticano.
Asimismo, según Toharia, el 52% de los católicos practicantes considera que el concepto de familia no se refiere exclusivamente a la constituida por un hombre y una mujer y el 50% de ellos defiende que una pareja del mismo sexo está tan capacitada para criar a un niño como lo pueda estar una pareja heterosexual.
Por otra parte, de acuerdo con el estudio, el 84% de los españoles (católicos o no), desean un nuevo Concordato entre la Santa Sede y el Estado español y el 73% de ellos piden que se ponga fin al trato preferente que la Iglesia Católica española recibe del Estado en general y, específicamente, en materia fiscal. De otro lado, el 88% de los católicos (y el 73% de los que se definen como practicantes) reclaman que se acabe con la actual discriminación de la mujer en el gobierno de la Iglesia y con su “intransigencia mojigata” hacia el divorcio y los anticonceptivos.
Como conclusión, Toharia revela en su estudio que la idea mayoritaria, expresada por el 75% de los españoles, es que la “Iglesia española no ha sabido adaptarse a la sociedad actual”.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/sociedad/view/92454-iglesia-reforma-papa-espa%C3%B1a

6.202.700 Arturo González

Resulta inexplicable que con seis millones doscientos mil parados no haya una revolución social. Claro que ¿con una revolución social dejaría de haberlos? Probablemente no, en sus primeros tiempos, pero al menos estaríamos en una nueva vía de intentarlo. Porque tener que continuar soportando las explicaciones y disculpas de economistas de credibilidad bajo mínimos y miembros embaucadores del Gobierno es inaceptable para los parados y no parados que no alcanzan a entender los motivos de tal devastación humana.
Ya no vale decir que hay que crecer al 3% para comenzar a crear empleo cuando todos sabemos, y los gobernantes también, que ni vamos a crecer al 3% durante muchos años ni aun en ese caso el ritmo del crecimiento sería bastante para paliar el drama. Más el miedo añadido de que quienes aún tienen trabajo dejen de tenerlo: el 27,16 actual aumentará como poco hasta el 28%. ¿Puede sostenerse un gobierno, un sistema político, en tales condiciones? ¿Por qué España tiene el triple o el doble de paro que los demás países de Europa? Algo específico tiene que ocurrir en España y por ello no se le pueden aplicar los mismos remedios. Está claro que la vía de austeridad merkeliana, refrendada con fruición por Rajoy, nos lleva al desastre. Insistir en ese camino conduce a un país sin remedio.
Es necesario emprender una política económica totalmente distinta de la de los recortes que se van a anunciar mañana y que originarán más paro y rebaja de la capacidad adquisitiva de los pensionistas; es el ultimátum que le han dado y contra el que Rajoy no se atreve a sublevarse, es el fin de las pensiones. Hay que producir, hay que invertir, hay que trabajar, y si no tienen dinero que lo busquen, que lo detraigan de otras partidas, de la deuda, de los bancos engolfados. Lo que no puede ser es continuar tirando de la teta de las prestaciones sin más por mucho que se restrinjan. ¿Qué pasará cuando la teta se haya secado? ¿Será entonces el momento de la revolución, en ese caso posiblemente sangrienta?
La incapacidad e insolvencia del Gobierno son evidentes. Están cometiendo un crimen de lesa humanidad. No comprende que es la cuestión de Estado más grave de la democracia, que requiere un pacto de Estado, pero que ni el PP ni el PSOE o no saben o no quieren acordar. Al igual que los sindicatos, cuya actuación está resultando ridícula, una vergüenza nacional, al renunciar a la lucha, cuando su única misión histórica es luchar contra el paro.
Déjenlo, márchense, convoquen, no se escuden en fórmulas de primaria. Permitan que los ciudadanos se organicen y lo intenten. Sean masivas y dispersas o no las protestas, nunca en la historia de la democracia ha habido tantas. Algo pasa, algo hierve, algo se fragua. Ríndanse antes de que sea demasiado tarde. Porque es al Gobierno a quien hay que asediar, y no al Congreso. Es el Gobierno el que día a día dispara la ametralladora del BOE contra los ciudadanos. Y llevan 6.202.700 heridos con las balas del paro. 6.202.700, es como un parte de guerra.

Permítanos tres reflexiones, monseñor Amelia Sánchez

En el preciso momento en que el pasado lunes 15 de abril, el Presidente del Gobierno, obsequiaba al Obispo de Roma con la entrega de la camiseta de la “Roja”, por cierto, será por lo de la “Marca España”; en Madrid, Monseñor Rouco Varela abría la asamblea plenaria de los obispos españoles, mostrando su descontento con el Gobierno, por su supuesta indolencia para resolver las cuestiones del aborto. “No es fácil entender que todavía no se cuente ni siquiera con un anteproyecto de Ley que permita una protección eficaz del derecho a la vida de aquellos seres humanos inocentes… sangrante problema social que está teniendo efectos palpables en la demografía. España envejece y se debilita”.
Del matrimonio entre parejas del mismo sexo, que atañe, dijo: “a la estructuración básica de la vida social. Se trata de proteger adecuadamente un derecho tan básico de los niños como es el de tener una clara relación de filiación con un padre y una madre, o el de ser educados con seguridad jurídica como futuros esposos o esposas. “
De la formación ética y religiosa,” demasiado permeable al relativismo y la ideología de género “.
Permítanos solo tres reflexiones a sus palabras, Monseñor.
En primer lugar, que consideramos que está en su perfecto derecho de hacer tales manifestaciones, a título personal, o en representación de la Conferencia Episcopal si es el caso, y no solo eso, sino que también lo está en pedir al Gobierno, con todos los medios que le otorga el estado de derecho, la plasmación de lo que pide en el papel del B.O.E. ¡Faltaría más! Puede hacerlo al igual que cualquier ciudadano o cualquier otro grupo, puede pedir lo contrario.
Ahora bien, Monseñor, lo que no debe olvidar, es que la modulación de la estructura jurídica del estado de derecho, corresponde en exclusiva al poder civil, mediante las leyes que elabora o convalida el parlamento como expresión de la voluntad general de la ciudadanía, nunca al poder religioso, expresión de una parte de esa ciudadanía. Ya sabe, aquello de “A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”.
Por último Monseñor, nos gustaría oírle a Vd., y en general a la jerarquía de la Iglesia Católica (alguna excepción sí que hay), un discurso claro y alto y una denuncia profética ante determinadas actuaciones del poder civil, que entendemos dañan brutalmente, a esos niños, a esas familias y en general a los más desprotegidos de la sociedad.
Pongamos unos ejemplos:
¿Por qué no dijo nada, cuando se les retiró el pasado año “la tarjeta sanitaria”, a los 150.000 sin papeles, o inmigrantes “irregulares”, que quedaron fuera del sistema sanitario común, salvo en determinadas situaciones o urgencia?
¿Por qué no se oye su rotunda voz, ni en general la de la jerarquía, cuando según la última E.P.A., el número de los desempleados bordea los seis millones de personas, de las que más de 2.600.000 no perciben ninguna prestación, y mas de 1.800.000, perciben un subsidio de 426 € mensuales o los 400 € del Plan Prepara?
¿Por qué no hemos oído una sola palabra cuando la reforma laboral de febrero de 2.012, posibilita el despido de trabajadores a través de un E.R.E., sin necesidad de autorización administrativa, conlleva el riesgo de desaparición del convenio colectivo, establece contratos indefinidos con un período de prueba de un año, y su resultado es que ha generado una subida en el número de parados, de 380.000 en un solo año?
¿Dónde está la defensa de los jóvenes, cuando el desempleo entre dicho colectivo supera el 55% de su población y muchos de ellos ya han tenido que emprender el camino de la emigración, a Inglaterra, Alemania, Países Nórdicos, Arabia Saudita, Emiratos árabes…?
¿Y cuando ya, esos hogares, que tienen a todos sus miembros activos en desempleo, son más de 1.750.000? ¿Por qué este sangrante silencio?
¿Y cuando tenemos el 27% de los ciudadanos del estado viviendo por debajo del umbral de la pobreza (menos de 7.300 € año) y también hay silencio…?
Qué poco se dice, por parte de de esa jerarquía eclesiástica, de todos los que han perdido su única vivienda como consecuencia de los desahucios.
Cuando a causa de la crisis el 25% de los niños españoles menores de de 16 años sufre malnutrición y sin embargo se quitan las becas comedor sabiendo que la dieta diaria en la escuela es la única garantía para muchas familias de alimentar de forma equilibrada a sus hijos ¿Tampoco esto merece una palabra de denuncia?
Cuando sabemos que el 30% de de los hijos de familias que subsisten con menos de 640€ al mes no consigue el graduado escolar. ¿Acaso no es tampoco momento adecuado para defender a los niños?
¿Acaso, todas las situaciones relatadas no son un atentado a la familia? ¿O el atentado a la familia, sigue pensando, Monseñor, que está en el matrimonio de personas del mismo sexo?
Ante estas situaciones y tantas otras que se están dando, también, queremos Monseñor, que alce su grave voz y diga de una vez por todas que un sistema económico que pone el beneficio de unos pocos por encima de la dignidad de las personas es inmoral, intrínsicamente malo, e incompatible con la moral cristiana, y que otra economía es posible y hay que emprender ya su búsqueda.
tonomeli@hotmail.com
VITORIA-GASTEIZ.
(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

Fraude en el pensamiento económico dominante Vicenç Navarro, catedrático de ciencias políticas y sociales

Este artículo señala el fraude en el trabajo de investigación económica que ha tenido mayor influencia en los establishments financieros de la Unión Europea y de Estados Unidos en la configuración de sus políticas de austeridad y recortes de gasto.
La enorme y excesiva influencia de la industria farmacéutica en la cultura médica es un hecho ampliamente conocido que explica las medidas tomadas por la sociedad, a través de sus Estados, para proteger al ciudadano del impacto que tiene tal influencia en las prácticas prescriptivas de los médicos.
Así, los médicos deben indicar explícitamente si reciben dinero o no de las empresas farmacéuticas, exigencia que adquiere especial importancia cuando tales médicos y/o investigadores sanitarios publican artículos en revistas científicas, señalando el posible conflicto de intereses entre la objetividad científica que se espera de cualquier científico y los intereses económicos de la empresa farmacéutica que financia al investigador y que intenta beneficiarse del sesgo de trabajo científico de su investigación. El programa de la Sexta, Salvados, de Jordi Évole, detalló recientemente el peligro que tal influencia tiene para el ciudadano.
Pues bien, una situación casi idéntica ocurre en el conocimiento económico. La banca tiene una enorme y excesiva influencia en la comunidad académica y/o investigadora económica, pues es, de mucho, la entidad que financia más estudios, conferencias, revistas y encuentros económicos. En realidad, la cultura hegemónica económica está configurada en gran manera por la banca en España. La evidencia de ello es abrumadora.
Como resultado de ello, las creencias existentes en los mayores fórums económicos reflejan los intereses de la banca, aún cuando nunca se presente en estos términos. Se ha desarrollado en el conocimiento económico una narrativa que habla de la santidad de la estabilidad financiera, de la rectitud de la disciplina fiscal, de la urgencia e importancia de reducir el déficit y la deuda pública, y así un largo etcétera de creencias y ortodoxias basadas en fe y no en evidencia científica. Ni que decir tiene que la realización de tales principios favorece claramente los intereses de lo que se llama el capital financiero.
Esta influencia, por cierto, no requiere que sea directa. Es decir, no hace falta que el investigador esté financiado directamente por la banca o por las compañías de seguro o por los distintos componentes del capital financiero. Es suficiente para merecer la promoción de su investigación si ésta encaja dentro de la ideología generada y promovida por tales intereses, es decir, la ideología neoliberal. La creencia neoliberal, es distribuida por las enormes cajas de resonancia –las revistas y diarios supuestamente “serios” y “respetados”- que configuran la sabiduría convencional y que dependen en gran medida para su solvencia de los préstamos de la banca.
Un caso claro es el libro This time is different, de los economistas Reinhart y Rogoff, de Harvard University (cuando los autores escribieron el libro) y próximos al capital financiero. El libro y los artículos derivados de él han sido la Biblia del pensamiento neoliberal. Desconocidos por la gran mayoría de la población, sí que se conocen entre los economistas que tienen mayor visibilidad mediática (los “gurús” económicos que aparecen en la prensa y en la televisión), apareciendo los trabajos y el nombre de sus autores incluso en la prensa diaria en sus páginas económicas. Su influencia sobre la Troika europea, el BCE, el Consejo Europeo y el FMI, ha sido enorme. Y han sido explícitamente citados por el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, el neoliberal Olli Rehn.
La tesis de tales economistas, Reinhart y Rogoff, es que la deuda pública es una rémora para el crecimiento económico. Si un país se endeuda puede perjudicar su eficiencia económica. Naturalmente que endeudarse, como tal, es permisible. Pero es mejor –según tales autores- que no sea mucho. Dicen y escriben que si la deuda pública de un país es superior al 90% de su PIB tendrá problemas graves de crecimiento. En realidad, tales señores afirman que la crisis tan profunda que tenemos en los países de la Unión Europea y en EEUU es que todos ellos están sobre endeudados. Es decir, su deuda pública es mayor que el 90% de su PIB.
Y para probarlo, muestran un estudio econométrico que, según ellos, muestra, sin lugar a dudas, que el endeudamiento es la causa del bajo crecimiento y la recesión en los que están inmersos los países desarrollados. De ahí se derivan todas las políticas de austeridad que se están imponiendo por la Troika y por los gobiernos de los países de la Unión Europea.

El fraude en tal creencia
En un artículo reciente (“Las falsedades y los errores de la sabiduría económica convencional (SEC)”, Sistema. 12.04.13) he subrayado los enormes errores, cuando no falsedades, que tiene la tesis de que la deuda pública en estos países ha alcanzado un nivel insostenible. Pero valga expandir esta crítica, a raíz del libro citado anteriormente. Supongamos, por un momento, que hay una correlación estadística negativa entre el tamaño de la deuda (como porcentaje del PIB) por un dado, y el crecimiento económico por el otro. Es decir, que a mayor deuda pública menor crecimiento económico. Una correlación, sin embargo, no indica el sentido en tal correlación. Es decir, puede ser que la deuda pública alta sea la responsable del escaso crecimiento económico (como los autores del libro y el dogma neoliberal creen) o, al revés, podría ser que sea el escaso crecimiento económico el que determine el elevado nivel de deuda. En realidad, la evidencia científica a favor de lo último es robusta (estudios del Economic Policy Institute lo han mostrado claramente, www.epi.org).
Otro grave problema de la tesis neoliberal es que pone en la misma página a todo tipo de deuda pública, sean bonos públicos a corto plazo, sean a largo plazo. Y también ignora la propiedad de tal deuda, es decir, quien la posee. No es lo mismo que la deuda pública sea propiedad de instituciones públicas (como puede ser la Seguridad Social) o sea de un hedge fund.
Pero, además de estos fallos, acaba de verse en una crítica reciente que incluso los cálculos econométricos que tales economistas publican en su libro son erróneos, cuando no manipulados. El lenguaje matemático siempre impresiona al no economista como un lenguaje serio y creíble. De ahí el abuso de tal lenguaje en la literatura científica económica. Branko Milanovich, el economista que mejor conoce las desigualdades sociales en el mundo, ha mostrado los errores ideológicos que algunos gurús mediáticos neoliberales han hecho en sus estudios neoliberales mostrando sus sesgos ideológicos (ver http://econ.worldbank.org/external/default/main?authorMDK=91636&theSitePK=469372&pagePK=64214821&menuPK=64214916&piPK=64214942).
Este tipo de error (mejor definirlo como fraude) ha sido descubierto y denunciado por tres economistas de la Universidad de Massachussets, Tomás Hernández, Michael Asta y Robert Pollin, que han desmontado el aparato estadístico matemático sobre el cual se sostenían las conclusiones de Reinhart y Rogoff (“Does High Public Debt Consistently Stifle Economic Growth? A critique of Reinhart and Rogoff”. Un resumen de tal artículo aparece en el Financial Times, Why Reinhart and Rogoff are wrong about austerity, 18.04.13). Reinhart and Rogoff habían analizado por muchos años la evolución del crecimiento económico en un gran número de países, de distinto nivel de deuda pública. Y de los países de elevada deuda (siete) no habían incluido el periodo de crecimiento de Nueva Zelanda, que al incluirlo, como han hecho los profesores de la Universidad de Massachussets, cambia significativamente la relación. Tales autores denuncian el sesgo sistemático del trabajo de Reinhart y Rogoff, que incluye errores de gran calado, incluso en los cálculos de su modelo matemático.
Dean Baker, Director del Center for Economic and Policy Research de Washington muestra las consecuencias que tal creencia, basada en este libro, ha tenido también en EEUU (“How Much Unemployment Did Reinhart and Rogoff’s Arithmetic Mistake Cause?”). El Partido Republicano, controlado por el Tea Party, utilizó tales autores como su guía intelectual para reducir la Seguridad Social, con el argumento de que tenía que reducirse la deuda pública, deuda pública que muchos autores hemos mostrado que no tiene ningún problema en EEUU.
Sin lugar a duda tales tipos de trabajo continuarán citándose en los medios donde se reproduce la sabiduría económica convencional. Ésta siempre ignora la crítica, sintiéndose inmune como consecuencia de la falta de diversidad de los medios que el capital financiero controla o domina ideológicamente.

Artículo publicado por Vicenç Navarro, 19 de abril de 2013

Giro en la causa del arzobispo de San Salvador, tras la de Pino Puglisi que será beatificado el 25 de mayo Nieves San Martín

Enviado a la página web de Redes Cristianas
Según monseñor Paglia, podrían ser llevados a los altares juntos dos prelados, Tonino Bello y Óscar Romero
MADRID, 25 de abril de 2013 (Zenit.org) – El papa Francisco espera una rápida conclusión de la causa de beatificación de Óscar Arnulfo Romero, el arzobispo de San Salvador asesinado a tiros, mientras celebraba la misa en vísperas de la festividad de la Encarnación, el 24 de marzo de 1980, en un hospital de la capital del país centroamericano.
Eran años difíciles para el pequeño país, que ya había visto caer a otros misioneros y sacerdotes, sencillamente por decir la verdad: el jesuita Rutilio Grande, por ejemplo; y luego caerían, qué casualidad, también jesuitas como Ignacio Ellacuría, entre otros que permanecen en el olvido.
El arzobispo de San Salvador resume en su vida la de esos otros, demasiados, con vidas tronchadas por mandato de militares, cuya última voz en la cadena de mando muchas veces no se ha podido comprobar. En el vecino país de Guatemala, que sufrió un verdadero genocidio, se juzga ahora a un antiguo jefe de Estado, Ríos Montt, por crímenes contra la humanidad. Allí cayeron también humildes jesuitas no tan renombrados.
Muchos de estos casos, por los sentimientos políticos encontrados, se pudren en las gavetas de la investigación, y guardan polvo en cajones eclesiales. Pero, si la noticia es cierta, parece que al menos la causa del arzobispo ya beatificado por el pueblo, al que llaman “san Romero de América”, experimentará un giro.
El peligro es la mistificación que se da en algunos países entre cultos indígenas, manipulación política de algunos personajes, y uso indebido por parte de ideologías que está comprobado no compartieron figuras intachables como el arzobispo Romero. Esto ha hecho que esta causa, tan clara por otra parte, para quien haya leído las documentadas biografías sobre Óscar Romero, se atascara y lleve 33 años esperando. Ya fue un giro también que Juan Pablo II rezara ante su tumba, en su visita a El Salvador en 1996, gesto muy discutido que evidenciaba un cierto pentimento de la actitud vaticana hacia el arzobispo americano.
Ahora, el diario católico italiano Avvenire se hace eco de una noticia difundida por la agencia italiana ANSA. “La causa de beatificación –hizo saber el postulador, el arzobispo Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo para la Familia- se ha desbloqueado”.
El anuncio lo hizo el prelado en Molfetta, Italia, a donde se trasladó con motivo de la celebración de los veinte años de la muerte de otro “santo del pueblo”, don Tonino Bello, el obispo presidente di Pax Christi, cuyo proceso de beatificación avanza, al parecer sin los obstáculos ideológicos del de Romero.
Monseñor Paglia dio la noticia de la reanudación de la causa al día siguiente de su encuentro con el papa Francisco, y auspició que los dos siervos de Dios puedan ser elevados conjuntamente al honor de los altares (Tonino Bello como confesor y Óscar Romero como mártir) porque “Jesús a los apóstoles los manda siempre de dos en dos”.
Monseñor Romero fue asesinado a los pocos días de decir, en su homilía dominical en la catedral, a los soldados de tropa, sobre todo, que ellos pertenecía al pueblo y que no debían disparar indicriminadamente contra sus hermanos inocentes, que esas eran órdenes injustas contra los mandamientos de Dios y no debían ser obedecidas.
La respuesta no se hizo esperar y unos cuantos sicarios, enviados por poderes militares, políticos y económicos, a medias identificados en las investigaciones, acabaron con la vida del arzobispo que ya sabía que se la jugaba. Como tantos otros agentes de pastoral, misioneros y misioneras, religiosos y religiosas, laicos y laicas que dieron su vida por la fe en los años terribles de la represión.
El diario italiano hace partir el giro en la causa de Romero de la coronada con éxito de Pino Puglisi, el parroco de Brancaccio, en la ciudad siciliana de Palermo, asesinado por orden de la mafia, que será proclamado beato el próximo 25 de mayo en la capital del sur italiano.
Afirma Avvenire que en el desbloqueo de la causa de Romero podría haber sido decisivo el testimonio, hecho en 2010 por el capitán Álvaro Rafael Saravia, el único condenado por la muerte del arzobispo Romero, cuyas palabras demuestran que el prelado fue “asesinado en odio a la fe”.
En el caso del padre Puglisi, un apóstol de la no violencia como Romero, que educaba y catequizaba a los niños para sustraerlos a las mafias de su barrio, el postulador ha sido el arzobispo de Catanzaro, monseñor Vincenzo Bertolone, que –concluye Avvenire–, con su intuición relativa al uso de las declaraciones del proceso penal de los asesinos, inspiró y abrió también una autopista para la causa del que tantos llaman popularmente “san Romero de América”.

Los que no se fían de Francisco José M. Castillo, teólogo

Lo que hace y lo que dice este papa está desconcertando tanto a tanta gente en la Iglesia, que cada día aumentan los que, por un motivo o por otro, no se fían de lo que están viendo y oyendo. Es lógico que haya quienes opinan que es pronto para dar un juicio, en el sentido de que estamos viviendo un cambio definitivo o, por el contrario, es pronto para opinar que no tardaremos en ver cómo todo sigue igual que antes.
Sea lo que sea y pase lo que pase, lo que no me parece razonable es ponerse ya a sentenciar que no tardaremos en ver que el fracaso de este papa – a primera vista tan innovador – está a la vuelta de la esquina. Y el hecho es que así piensan – y así lo dan a entender – más de dos y más de cuatro, por mucho que intenten disimularlo los que, no sólo no se fían del papa Francisco, sino que en realidad lo que desean intensamente es que se estrelle cuanto antes.
Lo notable es que quienes piensan y sienten estas cosas son los mismos que, hace cuatro días, no soportaban que alguien pusiera en cuestión lo que alguno de los papas anteriores había dicho desde la ventana del palacio apostólico ante la gente congregada en la plaza de San Pedro en Roma. Por lo menos, a partir del día que eligieron como papa a Pablo VI. Porque con Juan XXIII pasaba algo de lo que está pasando ahora con Francisco. Yo estaba entonces en Roma. Y no quiero acordarme de los disparates, y hasta los insultos, que los papistas más papistas del mundo le dedicaban al papa Roncallí. ¿Por qué semejantes insultos, entonces a Juan XXIII y ahora a Francisco, precisamente de parte de quienes se autoproclaman más papistas que el papa?
La respuesta es muy sencilla. Porque el amor al papa es una de las cosas más ambiguas que hay en el mundo. Como es ambigua la obediencia de los que se someten a todo el que les manda que digan y hagan lo que a ellos les gusta, lo que ellos piensan y lo que a ellos les conviene. Esto es antiguo en la Iglesia. Tan antiguo como la Iglesia misma.
Y es que el problema no está en el papa. El problema está en el Evangelio. Concretamente en los valores que presenta y exige Jesús en el Evangelio. Eso es lo que nos tiene que preocupar. Y en eso es en lo que todos los creyentes tenemos que coincidir. Sobre todo, en lo que es central en el Evangelio. Leyendo y releyendo los relatos, que nos dejaron los evangelistas, lo que está fuera de duda es que lo central para Jesús no fue la sumisión al templo y sus dirigentes.
Lo que más preocupó a Jesús fue el sufrimiento de los enfermos, el hambre de los pobres, el desamparo de los marginados y excluidos. Todo eso, vivido en la sencillez y simplicidad de un hombre bueno que acogió a todos, lo mismo a un revoltoso como Judas que a un entusiasta como Pedro. En la mesa de Jesús cabían todos. Y, que sepamos, a nadie excluyó, ya fueran justos o pecadores, hombres o mujeres, judíos, galileos o samaritanos.
¿No es esto lo que más necesitamos en la Iglesia ahora mismo? Y si el papa Francisco nos habla de Jesús y nos impulsa a vivir como vivió Jesús, ¿no es esto lo que más necesitamos todos y lo que más necesita la Iglesia? Los que no se fían de Francisco, por favor, que se pregunten por qué se preocupan tanto por lo que hace y dice este papa. ¿Por lo que hizo en tiempos ya pasados? ¿por lo que está haciendo ahora? ¿porque no les da seguridad? ¿en qué? ¿no tienen bastante con el Evangelio? Pues bien, si el papa Francisco nos enseña a vivir la sencillez y la bondad del Evangelio, ¿qué más queremos? ¿qué temores ocultos nos inquietan? ¿no estará el secreto de todo en que nos da miedo afrontar estas preguntas?
En cualquier caso, y sea el papa como sea, piense como piense, sea conservador o progresista, tenga la ideología que tenga, si el papa nos habla de los pobres, del sufrimiento de quienes peor lo están pasando, si nos exhorta a tener entrañas de bondad y de misericordia, si nos anima y nos ayuda unirnos en la defensa de la justicia y la igualdad, lo demás, todo lo demás, pasa a un segundo término. Porque, si es que el evangelio dice la verdad, a Dios lo encontramos en el que sufre (Mt 25, 31-46), no en el que coincide con mis preferencias políticas, ideológicas o quizás económicas. Por ahí, ciertamente el papa es libre para escoger lo que prefiera. En todo caso, que nos enseñe a vivir el Evangelio. Lo demás, que cada cual vea lo que más y mejor nos lleva a hacer este mundo más habitable y más humano

JOSÉ ANTONIO PAGOLA 28 ABRIL 2013


Hace algunos años, el prestigioso teólogo francés Joseph Moingt, en una de sus obras más conocidas, hacía esta afirmación central:«La gran revolución religiosa llevada a cabo por Jesús consiste en haber abierto a los hombres otra vía de acceso a Dios distinta de la de lo sagrado, la vía profana de la relación con el prójimo, la relación vivida como servicio al prójimo».
Este mensaje sustancial del cristianismo queda explícitamente confirmado en la revolucionaria parábola del juicio final. El relato evangélico es asombroso. Son declarados «benditos del Padre»los que han hecho el bien a los necesitados: hambrientos, extranjeros, desnudos, encarcelados, enfermos; no han actuado así por razones religiosas, sino por compasión y solidaridad con los que sufren. Los otros son declarados «malditos», no por su incredulidad o falta de religión, sino por su falta de corazón ante el sufrimiento del otro.(LEER EVAGELIO)
Por lo general no solemos captar el cambio sustancial que esto introduce en la historia de la religión. Se puede formular así: la salvación no consiste ya en buscar a través de la religión un Dios salvador, sino en preocuparnos de quienes padecen necesidad. Lo que salva es el amor al que sufre. La religión no es requerida como algo indispensable, y no podrá nunca suplir la falta de este amor.
Seguimos pensando que el camino obligatorio que conduce a Dios y lleva a la salvación pasa necesariamente por el templo y la religión. No es así. El cristianismo afirma que el único camino dispensable y decisivo hacia la salvación es el que lleva a ayudar necesitado. Esta es la gran revolución que introduce Jesús: Dios amor gratuito, y solo se encuentra con él quien, de hecho, se abre a la necesidad del hermano.
En estos tiempos de crisis religiosa en que bastantes viven una fe vacilante y sin caminos claros hacia Dios, esta es la Buena Noticia que nos llega de Cristo. Se puede dudar de muchas cosas, pero no de esta: hay un camino que siempre conduce hasta Dios, y es el amor al necesitado. Las religiones no tienen ya el monopolio de la salvación. Solo salva el amor. Este es el camino universal, la «vía profana» accesible a todos. Por él peregrinamos hacia el Dios verdadero, creyentes y no creyentes.
Desde ahí hemos de entender el mandato de Jesús: «Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado. La señal por la que os conocerán que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros».

DIOS AMA AL MUNDO 
Hay en el Evangelio frases que deberíamos gravar con fuego en nuestro interior, pues podrían transformar de raíz nuestra visión de Dios. Una es ésta que leemos en el evangelio de Juan: «Tanto amó Dios al mundo, que entregó su Hijo único... Dios no mandó a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él» (Jn 3,16-17).
Nunca ha sido fácil la relación de los cristianos con el mundo. A veces ha predominado la actitud pesimista, se ha predicado el «desprecio del mundo», la condenación de lo mundano y la huida de lo terreno para encontrarse con Dios. Otras veces, un frívolo optimismo ha llevado a la Iglesia a vivir un neopaganismo mundano muy alejado del Evangelio. ¿Cuál es la actitud de Dios?
Dios ama al mundo. Es lo primero que hemos de recordar. Dios no condena, no excluye a nadie, no discrimina. No abandona a nadie en ninguna circunstancia. Ama a la humanidad, ama la historia que van construyendo los humanos, ama las culturas y las religiones, ama a los pueblos. A todos. Su amor no depende de nuestras clasificaciones y fronteras.
Dios quiere salvar al mundo. Dios ama al mundo no porque el mundo es bueno, sino para que llegue a serlo. En el mundo hay mucho de injusticia, mentira e indignidad. Dios ama para salvar, para que el mundo llegue a ser más humano, más digno, más habitable. Orientar la vida hacia la verdadera voluntad de Dios siempre lleva a hacerla más sana, más responsable, más plenamente humana.
Dos rasgos deberían caracterizar la actitud del cristiano ante el mundo. Antes que nada, el cristiano ama el mundo y ama la vida. Quiere a las gentes, disfruta con los avances de la humanidad, goza con todo lo bueno y admirable que hay en la creación, le gusta vivir intensamente. Lo ve todo desde el amor de Dios, y esto le lleva a vivir en una actitud de simpatía universal, de misericordia y de perdón.
Al mismo tiempo, sabe que el mundo necesita ser transformado y «salvado». Por ello, su modo de estar en el mundo está marcado por el empeño de hacer la vida más humana y el mundo más habitable. No se desentiende de ningún problema grave, sufre con los pueblos que sufren, le duelen las guerras y la violencia criminal, lucha contra la xenofobia y los racismos, se preocupa de quienes no tienen un sitio digno en la sociedad, hace lo que puede para que la vida sea más llevadera y más humana para todos. Su corazón es el de un «hijo de Dios».
Por eso, la única señal decisiva por la que se le conoce al discípulo de Cristo es siempre la misma: sabe amar como él nos ha amado. Esto es lo esencial. Sin esto no hay cristianismo.