FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA
SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA
ESTAMOS EN LARREA,4 - 48901 BARAKALDO

BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

ATALAYA
ATALAYA

sábado, 2 de marzo de 2013

CONCURSO LITERARIO JOSÉ MARÍA PORTEL: BASES AÑO 2013

El Aula Social don Bosco - AA. AA. Salesianos, de Barakaldo, se dirige a los autores noveles, de todas las edades, para animarles a participar con sus obras en el 10º Premio Literario de Narrativa y Poesía.
CATEGORIAS: Infantil, Juvenil y Adultos.
MODALIDAD: Narrativa y Poesía. IDIOMA: Euskara y Castellano.
BASES:
Escrito con ordenador, letra ARIAL, tamaño de fuente 12 y extensión máxima de cinco folios por una cara, simple espacio, sin fotos ni dibujos.
El Tema será libre, irá titulado, será inédito y no haber ganado ningún premio anterior.
Número de trabajos: Uno por participante.
PREMIOS: Un premio por Categoría de edad, de estilo literario elegido (Narrativa o Poesía) y de idioma. (Total: 12 premios)
-Publicación de los trabajos premiados. Y además:
Infantil: Premio de 50 Euros, trofeo y diploma.
Juvenil: Premio de 75 Euros, trofeo y diploma.
Adultos: Premio de 150 Euros, trofeo y diploma
Categoría Infantil: Hasta los 13 años cumplidos antes del plazo de presentación. Categoría Juvenil: de 14 a 17 años, cumplidos antes del plazo de presentación. Categoría Adultos: De 18 años en adelante.
Los trabajos se entregarán en la Portería del Colegio Salesiano de Barakaldo, C/ LARREA Nº 4, en horario escolar, copiado en un CD o por correo electrónico a: aulasocialdb@gmail.com
Las obras se deberán firmar con un FALSO NOMBRE y, aparte,en lugar distinto del trabajo, se pondrá el falso nombre, el nombre verdadero y apellidos del autor, así como edad, fecha de nacimiento, dirección de la casa, teléfono y correo electrónico, si se tiene.
Plazo para la entrega de trabajos hasta el: 20 de ABRIL de 2013
Los premios se entregarán el 31 DE MAYO , en el teatro de los Salesianos de Barakaldo, a las 6 de la tarde.
Los premiados en dos convocatorias consecutivas, o tres alternas, quedan excluidos de premio durante dos convocatorias, aunque pueden presentar sus obras. De reunir méritos se publicarán como finalistas.
No se devolverán los trabajos, reservándose la Asociación la facultad de divulgar los mismos.
Barakaldo, 31 de Enero de 2013

El cardenal Sandoval, la embajada, el Vaticano y Bush prohibieron a López Obrador Pedro Echeverría

1. ¿Alguien sabía de la petición que el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo de Guadalajara, México, hizo en 2006 ante el embajador de Estados Unidos en El Vaticano, Francis Rooney, para que hiciera llegar al entonces presidente George W. Bush la súplica de que “ayudara” a impedir que Andrés Manuel López Obrador llegara a la Presidencia? Esa nota fue uno de los descubrimientos de Wikileak –dirigido por Julian Assange- publicado estos días en todo el mundo.
Mientras los grandes poderes intervenían de igual manera en todo el mundo, muchos tontitos como nosotros estábamos inventando de “errores” y “errores” cometidos por López Obrador en su campaña. Esto se debe a que nuestra baja capacidad de análisis sólo nos permite ver los que está muy cerca de nuestras narices, lo que está a la vuelta de la esquina, sin alcanzar mirar los grandes poderes internacionales que negocian.
2. No puedo olvidar cuando en 1929 el iluso José Vasconcelos –con cierta prestigio internacional- lanzó su candidatura presidencial para competir con el desconocido primer candidato del PNR (después PRI) Pascual Ortiz Rubio. Se entrevistó con el embajador de EEUU para pedirle apoyo y éste se burló diciéndole a Vasconcelos que el asunto de la Presidencia no era de “individuos populares” sino un asunto de Estado y todo estaba arreglado hacía mucho tiempo. No hay presidente que haya llegado sin permiso y apoyo de los EEUU, el alto clero y empresarios. Yo se que AMLO conoce a fondo el problema, sabe que los llamados votos valen un carajo porque con dinero pueden comprarlos, orientarlos y manipularlos con enorme facilidad. Sin embargo AMLO sigue pensando –un poco ilusamente- en que algún día de estos las cosas pueden cambiar.
3. Yo jamás he votado y llevo 53 años opinando y manifestándome. Pienso que en el campo electoral he salvado que me vean la cara de tonto. La Presidencia sólo ha estado en manos de priístas y panistas que años antes arreglan todo con la clase dominante; pero ahora también gobernadores, senadores y diputados de todos los partidos deben gozar del vista bueno y el apoyo de políticos, empresarios y medios de información. ¿O acaso sigue habiendo tontitos que piensan en inventar “candidatos ciudadanos” sin contar con millones de pesos para sus campañas? Ya la política, al jugarse millones y millones de pesos en inversiones y salarios, se ha convertido en un enorme negocio. Hasta antes del neoliberalismo de los años ochenta el asunto era de robo e casillas, alteración de votos, fraude electoral descarado; hoy las trampas son finas, de alto nivel.
4. El presidente Carlos Salinas convocó a 100 de los más grandes empresarios mexicanos en 1994, antes del asesinato del candidato del gobierno priístas Donaldo Colosio. Les dijo: “Señores cada uno de ustedes tiene que dar 20 millones para la campaña; uno de ellos, el de Televisa, se paró y dijo: hemos ganado muchísimo y 20 millones son pocos, yo doy el triple y espero que los demás hagan lo mismo”. Se repartió el dinero entre los hambrientos campesinos, empleados y desempleados y algunos políticos: los votos fueron suficientes para que el candidato del PRI triunfara. Asesinaron a Colosio, pero Ernesto Zedillo, el sustituto, que jamás se preparó para ser presidente, triunfó con las manos en la cintura. Por ello y mucho más, la denuncia de Wikileak en el sentido de la intervención de Sandoval Iñiguez, de la embajada, del Vaticano y de Bush, no puede dejar de ser verdadera.
5. Este cardenal, como todos los clérigos que han llegado en el punto más alto de la pirámide del Vaticano, no puede ser una “perita en dulce”. Son como todos los políticos del mundo: cuando ocupan el primer cargo de su vida son honestos, bondadosos, suelen sentirse al nivel del pueblo; pero cuando asumen el segundo, tercero, sexto o décimo cargo, ya están más corrompidos o podridos que nada. Luego hay curas como Méndez Arceo, Samuel Ruiz, Raúl Vera, Alejandro Solalinde que han llegado un poco alto y que siguen siendo honestos y luchadores; pero se debe a que pertenecen a la Teología de la Liberación, su ideología se ha radicalizado en beneficio de los pobres y además porque son críticos del poder papal y de sus cómplices al estilo Rivera Carrera, Sandoval Íñiguez y Onésimo Cepeda. Este cardenal Sandoval fue acusado hace unos años de hacer enormes negocios con el gobernador panista de Jalisco.
6. López Obrador, como muchos de nosotros, no puede enterarse de todo lo que se ha hecho por los empresarios, los políticos, el clero, los EEUU, los medios de información, para defraudarlo en 2006 y 2012; de manera general ya sabíamos que el despojo electoral que sufrió no fue por errores sino por consigna, por obligación. Casi siempre lo que Wikileak prueba con sus publicaciones ya lo sabíamos o intuíamos, pero no podíamos demostrarlo porque siempre ha estado bien escondido. A veces uno se pregunta: ¿para qué sirve publicar las cosas cuando ya no hay remedio? Pues para ver si los tontitos despiertan y se dan cuenta que no estamos exagerando las cosas. ¿Se acuerdan de que hemos denunciado que se va a privatizar el petróleo, que va a aumentar el IVA y que se impondrá a alimentos y medicinas? El gobierno sabe por experiencia histórica que el pueblo aguanta cualquier estocada de banderillas para luego el gobierno hacer buena faena.
7. No creo que Morena –el partido/movimiento de López Obrador- siga fielmente con las reglas tramposas y controladoras impuestas por el IFE y el gobierno. Pienso que entre denuncias y movilizaciones del lópezobradorismo, el zapatismo, el movimiento estudiantil, las cosas pueden cambiar y recomponerse. La bronca realmente seria es que si el gobierno de Peña Nieto se fortalece con el funesto pacto entre partidos y grupos oportunistas, se debilita automáticamente el movimiento social. No debe olvidarse que aunque Peña personalmente no sea inteligente, el pertenece a un partido y una clase social que con mucha facilidad nos ha dominado desde el triunfo de la revolución mexicana. ¡Qué maravilloso ha sido el papel cumplido por Wikileak y su creador Julian Assange, hoy preso del gobierno fascista inglés en la embajada de Ecuador! Espero que la denuncia contra el cardenal Sandoval sirva de algo, por lo menos para que no nos vean la cara.
(especial para ARGENPRESS.info)

No otro papa, sino un papado diferente Redacción de Atrio

Giovanni Franzoni fue Abad de la Abadía Benedictina de San Pablo en Roma. Asistió como padre conciliar a la última sesión del Concilio. Respondiendo a su espíritu renovador y a su responsabilidad como párroco del barrio obrero próximo a la abadía se comprometió a fondo con la comunidad de base allí radicada, habiendo tenido que dejar de ser abad e incluo benedictino por su compromiso con la comunidad y con la clase obrera en todos los numerosos conflictos que desde el Concilio hasta hoy se han producido en Roma y en todo el mundo. Hoy expresa también su opinión sobre el trance que atraviessa la Iglesia.
Probablemente a pocos les importa lo que pienso acerca de la renuncia del Papa. He tenido que responder muchas veces a las solicitudes de los periodistas sobre la interpretación del hecho, sobre la posible sucesión y otras curiosidades de interés general y me he cansado de decir que creo que el problema no es el Papa – que sea eficiente, o que esté deprimido o que dimita– sino la institución misma del papado, algo que en cambio me parece que está totalmente ausente del interés general.
Aunque solo le interese a unos pocos, quiero aprovechar la oportunidad que me ofrece mi espacio en la revista Confronti para decir una vez más que el papado es una institución anticuada, expuesta a muchas contradicciones en su respuesta a las preguntas de la humanidad de hoy, objeto de presiones internas y externas para usar palabras o símbolos en favor de tesis o de grupos particulares y, sobre todo, ramificado en tantos «lobbies» que presionan sobre una figura (la del Papa) cada vez más frágil.
Desde este punto de vista, casi es inútil decir que no creo que la razón de la renuncia fuera su mala salud, porque quien acepta ser papa con casi ochenta años debe haber tenido en cuenta que podrá tener que enfrentar serios problemas de salud. Todos los que cubren con el velo de la salud su decisión de dimitir falsifican una brutal realidad: los problemas en torno al ejercicio del papado son tales que sólo el temor de más y peores escándalos puede haber causado lo que ha sucedido.
Sin lugar a dudas, vista desde fuera, la renuncia del Papa tiene, sin embargo, un efecto positivo: finalmente se desacraliza esta figura y aparece en toda su fragilidad. Los conflictos para conseguir poder en la Curia o en misiones diplomáticas son manejados por grupos de poder que no tienen nada que ver con el Evangelio y con la responsabilidad de transmitir un anuncio de fe a las mujeres y los hombres modernos.
Ninguno de estos grupos –masonería, ya sea católica o no católica, mafia, Opus Dei, Caballeros de Malta, Legionarios de Cristo, revisionistas del Holocausto– tiene un interés real en promover un servicio al anuncio de la Palabra, sino sólo en ampliar los tentáculos de su poder financiero, económico y jerárquico.
Si bien deploro el conservadurismo de los viejos católicos tradicionalistas, no extiendo a ellos esta sospecha de que no tienen preocupación en anunciar el Evangelio a la gente de hoy. Recuerdo, por ejemplo, que siendo muy joven leí con interés y estudié un libro del cardenal Siri, Curso de teología para laicos.
Así que hoy, preparándonos a esperar lo que posiblemente sucederá, un nuevo Papa, la única esperanza es que esté disponible para escuchar las demandas de participación y de corresponsabilidad dentro de la Iglesia.
A veces me viene un pensamiento loco: en el pasado también ha habido cardenales laicos. Si se esto pudo hacerse para honrar a las grandes familias de los patricios católicos, también podría hacerse para enriquecer el Colegio con el que el Papa se confronta y se aconseja antes de convocar los Sínodos. Esta ventana abierta en el Colegio de los Cardenales existe. Y a través de las ventanas abiertas pueden
entrar moscones molestos pero – ¿por qué no? – también golondrinas.
Una vez, en el Concilio Vaticano II, un obispo de la India preguntó si por las tareas de alto nivel que pudieran ser encomendadas a los laicos (tales como la administración o las nunciaturas apostólicas) no podrían ser elevadas también las mujeres. Así, sin pasar por la difícil cuestión de la ordenación sacerdotal de la mujer –vista con recelo por las mismas feministas y detestada por los conservadores– el nuevo Papa fácilmente podría ampliar el Colegio de Cardenales a 50 mujeres. Nada que objetar ni siquiera por el Derecho Canónico actual.
Artículo publicado en “Confronti” – revista mensual de fe, política y vida cotidiana – de marzo 2013
Traducción de Mª José Gavito

La erosión de las fuentes de sentido Leonardo Boff

Enviado a la página web de Redes Cristianas
Se ha dicho, con verdad, que el ser humano está devorado por dos hambres: de pan y de espiritualidad. El hambre de pan es saciable. El hambre de espiritualidad, sin embargo, es insaciable. Está hecha de valores intangibles y no materiales como la comunión, la solidaridad, el amor, la compasión, la apertura a todo lo que es digno y santo, el diálogo y la oración al Creador
Estos valores, secretamente ambicionados por los seres humanos, no conocen límites en su crecimiento. Hay un anhelo infinito que late dentro de nosotros. Sólo un infinito real nos puede dar descanso. Centrarse excesivamente en la acumulación y el disfrute de bienes materiales acaba produciendo gran vacío y decepción. Fue la conclusión a la que llegaron unos analistas de la Universidad de Lausana. Algo dentro de nosotros clama por algo más grande y más humanizador.
En esta dimensión se plantea la cuestión del sentido de la vida. Es una necesidad humana encontrar un sentido coherente. El vacío y el absurdo producen ansiedad y sentimientos de soledad y desarraigo. Ahora bien, la sociedad industrial y consumista, montada sobre la razón funcional, coloca en el centro al individuo y sus intereses particulares. Con esto, ha fragmentado la realidad, ha disuelto todo canon social, ha carnavalizado las cosas más sagradas y ha tomado a broma las convicciones ancestrales, llamadas “grandes relatos”, considerándolas metafísicas esencialistas, propias de las sociedades de otros tiempos. Ahora funciona el “anything goes” o el “todo vale” de los diversos tipos de racionalidad, posturas y lecturas de la realidad. Se ha creado el relativismo que afirma que nada cuenta definitivamente.
Esto ha sido llamado posmodernidad que para mí representa la fase más avanzada y decadente de la burguesía mundial. No contenta con destruir el presente, quiere destruir también el futuro. Se caracteriza por una total falta de compromiso con la transformación y por un profesado desinterés por una humanidad mejor. Esta postura se traduce en una ausencia declarada de solidaridad con el trágico destino de millones de personas que luchan por tener una vida mínimamente digna, por poder vivir mejor que los animales, por tener acceso a los bienes culturales que enriquecen su visión del mundo. Ninguna cultura sobrevive sin una relato colectivo que confiera dignidad, cohesión, ánimo y sentido al caminar colectivo de un pueblo. La posmodernidad niega irracionalmente este dato originario.
Sin embargo, en todas partes del mundo, la gente está elaborando sentido para sus vidas y sufrimientos, buscando estrellas-guía que le indiquen un norte y le abran un futuro esperanzador. Podemos vivir sin fe, pero no sin esperanza. Sin ella se está a un paso de la violencia, de la banalización de la muerte y, en última instancia, del suicidio.
Pero las instancias que históricamente representaban la construcción permanente de sentido, han entrado modernamente en erosión. Nadie, ni el Papa ni Su Santidad el Dalai Lama pueden decir con seguridad lo que es bueno o malo en este bloque planetario de la historia humana.
Las filosofías y caminos espirituales respondían a esta demanda fundamental del ser humano. Pero en gran parte se han fosilizado y perdido este impulso creador. Se sofistican sí cada vez más sobre lo ya conocido, repensado y redicho siempre de nuevo, pero desprovistas de coraje para diseñar nuevas visiones, sueños prometedores y utopías movilizadoras. Vivimos un “malestar de la civilización”, similar al del ocaso del Imperio romano, descrito por San Agustín en “La Ciudad de Dios”. Nuestros “dioses”, como los de ellos, ya no son creíbles. Los nuevos “dioses” que están surgiendo no son lo suficientemente fuertes como para ser reconocidos, respetados e ir poco a poco ganando los altares.
Estas crisis se superan sólo cuando se hace una nueva experiencia del Ser esencial de donde deriva una espiritualidad viva. Veamos algunos lugares donde los “nuevos dioses” se anuncian y aparece una nueva percepción del Ser.
Por más críticas que haya que hacerle en su aspecto económico y político, la globalización es ante todo un fenómeno antropológico: la humanidad se descubre como especie, que habita en una sola Casa Común, la Tierra, con un destino común. Tal fenómeno va a exigir una gobernanza global para gestionar los problemas colectivos. Es algo nuevo.
Los Foros Sociales Mundiales, que se empezaron a realizar en el año 2000 en Porto Alegre, Rio Grande del Sur (Brasil), revelan una especial erupción de sentido. Por primera vez en la historia moderna, los pobres del todo el mundo, haciendo contrapunto a las reuniones de los ricos en la ciudad suiza de Davos, lograron acumular tanta fuerza y capacidad de articulación que se encontraron por millares primero en Porto Alegre, y luego en otras ciudades del mundo para presentar sus experiencias de resistencia y liberación, para intercambiar experiencias sobre cómo crear microalternativas al sistema de dominación imperante, y cómo alimentar un sueño colectivo para gritar: otro mundo es posible, otro mundo es necesario. Es algo nuevo.
En las distintas ediciones de los Foros Sociales Mundiales, a nivel regional e internacional, se notan los brotes del nuevo paradigma de la humanidad, capaz de organizar de manera diferente la producción, el consumo, la conservación de la naturaleza y la inclusión de toda la humanidad en un proyecto colectivo que garantice un futuro de esperanza y de vida para todos. De ahí su importancia: del fondo del desamparo humano está emergiendo un humo que remite a un fuego interior de la basura a la que han sido condenadas las grandes mayorías de la humanidad. Este fuego es inextinguible. Él se convertirá en una brasa y una claridad que ilumine un nuevo sentido para la humanidad. Ojalá.

*Leonardo Boff, teólogo y filósofo, es autor de Tiempo de trascendencia, Sal Terrae 2002.
Traduccción de Mª José Gavito

Amnesia colectiva Juan José Tamayo

Enviado a la página web de Redes Cristianas
Benedicto XVI fue elegido papa en abril de 2005 con 78 años. No se vio como algo atípico cuando lo era o lo hubiera sido en cualquier institución viva y activa. El anuncio de su dimisión, a punto de cumplir 86 años, empero, ha provocado, amén de una sorpresa generalizada, un alud enfervorizado y enfebrecido de elogios, loas y parabienes de toda las sectores políticos y religiosos, empresariales y financieros, y de todas las tendencias ideológicas, desde los conservadores, pasando por los centristas, hasta los progresistas, que son quienes más encomiado la decisión papal. Los medios de comunicación de todo el mundo y de todos los colores ideológicos, incluso los más laicos, se han sumado a este coro de discursos ditirámbicos pro-papales en un gesto de cuasi-unanimidad que no se había producido durante los casi ocho años de pontificado del cardenal Ratzinger.
Lo inesperado de la noticia ha provocado un deslumbramiento mental y sentimental en el imaginario social y en no pocos sectores críticos del catolicismo, que, repentinamente, han echado un tupido velo sobre su pasado episcopal, desde que fuera nombrado arzobispo de Munich, y papal, durante sus años de pontificado. El cierre de filas en torno al anciano papa y el reconocimiento a su labor se han convertido en un ejercicio de amnesia colectiva y de absolución general sobre los 36 años de poder que ejerció autoritariamente sin apenas épocas de armisticio. Su dimisión se ha presentado como una decisión normal justificable por la edad avanzada y la salud quebrada, que le absuelve de todo lo que hizo anteriormente. Y si se hace memoria de su pontificado, es muy selectiva, teológica, evangélica, política y eclesialmente.
Por muy olvidadiza que sea la memoria colectiva –en este y otros muchos casos- hay cosas que no pueden colgarse en el perchero del olvido. No se puede olvidar la actitud inquisitorial del cardenal Ratzinger y de Benedicto XVI con sus colegas, los teólogos y las teólogas, desde que se hizo cargo del ex Santo Oficio, hasta su jubilación. Durante ese tiempo -más de seis lustros que, para algunos han sido una eternidad- juzgó, condenó, impuso silencio, censuró, expulsó de las cátedras, cesó como directores de revistas de teología o de información religiosa, suspendió a divinis, eliminó la libertad de cátedra, limitó la libertad de investigación, impuso su teología como pensamiento único, e incluso llegó a excomulgar a colegas por lo que subjetivamente creía eran errores y, laminó el pluralismo teológico con el consiguiente empobrecimiento para la teología.
Durante estos años ha humillado a las mujeres –mayoría en la Iglesia católica-, a quienes ha seguido negando la voz y el voto, les ha cerrado las puertas de acceso al sacerdocio, les ha negado los derechos sexuales y reproductivos, les ha impedido asumir puestos de responsabilidad, les ha impuesto una moral sexual represiva, no les ha permitido entrar en el ámbito de lo sagrado, las ha declarado en rebeldía y amonestado severamente –como en el caso de las Religiosas Norteamericanas- por seguir la voz de la conciencia y comprometerse con los empobrecidos.
Las mujeres han sido utilizadas, en fin, como sirvientas. Así seguirá tratándolas en su retiro el papa emérito Benedicto XVI, que tendrá a cuatro religiosas a su entera disposición. ¡Final patriarcal para el papa y humillante para las mujeres!

Juan José Tamayo es director der la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid. Su último libro es Invitación a la utopía (Trotta, 2012) 


(EL PAÍS, 1 de marzo de 2013)