FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA
SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA
ESTAMOS EN LARREA,4 - 48901 BARAKALDO

BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

ATALAYA
ATALAYA

martes, 22 de enero de 2013

Las 10 noticias sobre Benedicto XVI y el Vaticano que NO leerá en 2013 Miguel Ángel Vázquez

La semana pasada me crucé con un curioso artículo de ‘Religión en libertad’ titulado ‘Las 10 noticias sobre Benedicto XVI y el Vaticano que leerá en 2013‘. Aparte de llamarme la atención, desde lo profundo de mi vocación periodística, el uso que se hacía del termino noticia, no pudo dejarme indiferente el contenido que se expresaba en esos párrafos. De manera objetiva, casi como una descripción general, se repasaban los grandes actos que el Papa tiene previsto para el año que acabamos de inaugurar.
La mayor parte de ellos destilan ese estilo de iglesia cada vez más envejecida y más ajena a la realidad que le rodea, enrocada en posturas y luchas que cada vez recuerdan menos al proyecto revolucionario del Reinado. Ni una línea para hablar de los empobrecidos en un mundo que se va al garete. Lo que pretendía ser una muestra de la actividad del cuarto pontífice más anciano de la historia, se torna a los ojos de muchos en una nueva decepción, en un nuevo sentimiento de rechazo a una forma de hacer las cosas en la iglesia que por desgracia prevalece sobre otras. Es por eso que para inaugurar el año en esta bitácora de ‘Cristianxs indignadxs’ quiero hacer referencia a ‘Las 10 noticias sobre Benedicto XVI y el Vaticano que NO leerá en 2013′, no sea más que por convocar a la esperanza.
Aprovechando una nueva faraónica Jornada Mundial de la Juventud, y viendo que esta se celebrará en Brasil, Benedicto XVI aprovechará para solicitar la coordinación de la misma a Leonardo Boff y Pedro Casaldáliga, abrazando así a la condenada Teología de la Liberación y abriendo los ojos de miles de jóvenes a los problemas reales del mundo y nuestra radical opción cristiana con ellos desde los empobrecidos.
En su más que probable visita a otros países de América Latina, el pontífice reforzará en su cabeza una idea: igual que su predecesor fue conocido hasta la saciedad por ser “el Papa que acabó con el comunismo”, él será el Papa que definitivamente y de una vez por todas acabe con el capitalismo, causante del genocidio diario del 80% del planeta.
En esa línea, tras el Año de la Fe, Benedicto XVI convocará un año de la Justicia, un año de la Solidaridad y un año de la Pobreza, en un giro inesperado a la figura de San Francisco de Asís, primer teórico del decrecimiento y de la defensa de los recursos naturales.
Estará previsto que, en coherencia de toda esta planificación novedosa, el Vaticano dejé por fin de ser un Estado, abandonando así la iglesia sus reprochables relaciones con el poder y proclamando una autogestión desligada de intereses nacionales e incluso partidistas. En una vuelta radical (de raíz) al mensaje evangélico, no se aceptará ninguna clase de privilegio que no se ofrezca a las capas más desfavorecidas del planeta.
Para el mes de junio, el Vaticano acogerá un encuentro mundial para concienciar sobre el derecho a la vida. En el mismo se tratarán temas como la muerte de 35.000 niños al día en el mundo a causa del hambre que genera el sistema, la violencia generada por las empresas de armas financiadas por los grandes bancos, la falta de ética y escrúpulos de las farmacéuticas en el negocio de las enfermedades del Tercer Mundo y otros grandes temas de máxima urgencia y prioridad para los cristianos. No se descarta que el encuentro termine en una numerosa manifestación.
De las reflexiones del encuentro, e inspirados por la inusual familia de Nazareth, se desechará de una vez por todas ese término tan engañoso, que tanto daño está haciendo y que tan flaco favor le hace al amor y a aquellos que quieren amarse que es la publicitada “familia tradicional”. El Vaticano pondrá el amor por encima de cualquier otro argumento (incluyendo los más animalistas, como los relacionados con la reproducción) para poder celebrar una boda. Allá donde haya amor, habrá matrimonio.
Para terminar de desterrar las grandes marginaciones mantenidas por la iglesia a lo largo de los siglos, es más que probable que en este año que inauguramos Benedicto XVI escriba una potente encíclica sobre la relevancia absoluta de la mujer dentro de la iglesia y en la vida y mensaje de Jesús de Nazareth. Como consecuencia directa de esto, las mujeres podrán acceder al sacerdocio, llenando las iglesias de vida nueva, casi reverdecida.
En la línea de los encuentros mundiales, Benedicto XVI, saliéndose de todo protocolo, tiene previsto uno específico con plataformas de afectados por la crisis mundial, en el que buscarán soluciones conjuntas y apoyos a los problemas más urgentes que plantea la situación actual.
Como muestra de buena voluntad, es más que probable que desde el Vaticano se envíe una nota a todas las diócesis del mundo en la que se invite a utilizar tantos seminarios vacíos como casas de acogida para las familias desahuciadas por el sistema hipotecario criminal. Será una muestra clara del histórico apoyo de la iglesia a la familia.
Para el mes de octubre está prevista una ceremonia en la que puede conseguirse un récord de canonizaciones alcanzando la cifra de 802 nuevos santos. En un gesto ejemplar e histórico, Benedicto XVI aumentará ese número a uno más subiendo a los altares a San Óscar Romero de las Américas, abriendo así el camino a la santidad oficial a tantos mártires latinoamericanos de los empobrecidos. No es descartable que, en un gesto inusual y necesario, declare santo súbito en vida al mencionado al principio de este artículo Pedro Casaldáliga. Por su ejemplo de vida, de iglesia y de profecía.
Amén.

Rotundo informe de Intermón-Oxfam: Los ingresos de las cien personas más ricas del mundo acabarían cuatro veces con la pobreza extrema

Denuncia los paraísos fiscales y las débiles leyes de empleo
Los 240.000 millones de dólares de ingresos netos que solo en 2012 han acumulado las 100 personas más ricas del mundo podrían acabar cuatro veces con la pobreza extrema. Además, el 1% de las personas más pudientes del planeta han incrementado sus ganancias en un 60% en los últimos 20 años y la crisis financiera no ha hecho más que acelerar esta tendencia, en lugar de ralentizarla. Estas son dos de los datos que arroja el informe The cost of inequality: how wealth and income extremes hurt us all (El coste de la inequidad: cómo la riqueza y los ingresos extremos nos dañan a todos), realizado por Intermon Oxfam días antes de que comience el Foro Económico de Davos.
El estudio advierte de que la riqueza y los ingresos extremos no solo no son éticos, sino que además son económicamente ineficientes, políticamente corrosivos, dividen a la sociedad y son medioambientalmente destructivos. José María Vera, director general de Intermón Oxfam, afirma que “no podemos seguir fingiendo que la generación de riqueza por unos pocos beneficiará al resto – y muchas veces la realidad es la contraria. “La concentración de recursos en las manos del 1% más rico debilita la actividad económica y hace la vida más difícil para el resto – particularmente para los más vulnerables y los más pobres”.
“En un mundo en el que incluso los recursos más básicos, como la tierra y el agua son cada día más escasos, no podemos permitirnos concentrar activos en las manos de unos pocos y dejar a la mayoría pelear por lo que queda.” Y es que se estima que cada una de las personas que integran el selecto grupo del 1% más rico del planeta utiliza unas 10.000 veces más carbono que un ciudadano norteamericano medio.
Como paradigma de la tendencia contraria se encuentra Brasil, que ha crecido rápidamente al tiempo que reducía la desigualdad – así como el éxito histórico de los Estados Unidos en los años 30 cuando se implantó el New Deal de Roosevelt que ayudó a reducir la desigualdad y a atajar los intereses espurios. En esta misma línea se manifiesta Vera y asegura que “necesitamos un New Deal global para revertir décadas de incremento de la desigualdad. Como primer paso los líderes mundiales deberían comprometerse formalmente a reducir la desigualdad a los niveles existentes en 1990″.
“Desde paraísos fiscales hasta débiles leyes de empleo, los más ricos se benefician de un sistema económico global que está amañado a su favor. Es hora de que nuestros líderes cambien el sistema para que funcione en el interés de toda la humanidad en lugar de hacerlo para una élite mundial”. Acabar con los paraísos fiscales – que albergan cerca de 32 billones de dólares (o una tercera parte de la riqueza global) podría generar 189.000 millones de dólares adicionales en recaudación impositiva.

El teólogo González Faus reivindica la vigencia del Concilio Vaticano II José Manuel Quesada

El jesuita y responsable del grupo Cristianismo y Justicia pronunció una conferencia organizada por el Centro Indalo Loyola de Almería
“No esperen los fieles que sus obispos tengan la solución para todo. La Iglesia hace un servicio al mundo, pero sabe que puede aprender mucho del mundo, incluso de los no creyentes, incluso de la persecución”. El teólogo José María González Faus reprodujo estas manifestaciones expuestas en la Constitución Gaudium et spes del Concilio Vaticano II durante la conferencia pronunciada sobre la novedad que supuso el mismo respecto de Dios, el mundo y la Iglesia.
“Como cristianos, esa actitud servicial es de las cosas que más tendríamos que pedir a la Iglesia de hoy, porque si no es así no somos señal eficaz del amor de Dios a este mundo”.
La libertad religiosa, colegialidad, apertura a las otras religiones o la necesidad de reforma en la Iglesia forman parte no sólo del espíritu sino de la letra del Concilio, que rompen con la tradición del siglo XIX para recuperar la mejor tradición y la vivencia más original de la Iglesia, expuso González Faus. “Novedosamente aparece la idea de Dios, la identidad de Dios. Ante la idea de que Dios es un ser perfectísimo, brota una Iglesia que representa poder sagrado y una sociedad perfecta; pero si tomamos la definición de que Dios es amor, brota una Iglesia que tiene que ser señal y signo visible de ese amor, un sacramento de la comunión, que quiere decir amor realizado y que hace una Iglesia servidora”.
La Constitución Gaudium et spes tiene unas intuiciones eclesiológicas de gran valor para hoy, declaró el teólogo. “Se dirige a todos los hombres para dialogar y lograr la fraternidad, porque toda la sociedad necesita una renovación ya que muchas veces los hombres han velado más que revelado el genuino rostro de Dios y de la religión”. El dato más negativo que ve el Concilio Vaticano II son las desigualdades, añadiendo que éstas son fundamentalmente económicas. “A buena parte de nuestros obispos parece que lo único que les obsesiona sería la moral familiar, pero es que la moral familiar, tal y como la predica la Iglesia, necesita un mínimo de condiciones económicas que, si no las tiene, es absolutamente impracticable”. El documento ya afirma en 1966 que “son necesarias muchas reformas en la vida económica y social y un cambio de mentalidad y de costumbres en todo”. Y es que nos seduce el sistema, manifestó Faus, porque crea una gran cantidad de riqueza, pero sólo la crea a condición de no repartirla o de repartirla mal, recordando las palabras del Papa Juan Pablo II al afirmar que “estamos en un sistema que produce ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez más pobres”. Todo esto, ya avisó el Concilio Vaticano II, es contrario a la paz.
Centrada la raíz de las desigualdades en las económicas, el Concilio vuelve a la moral de la propiedad con el destino universal de todos los bienes como derecho primario, mientras en nuestro mundo destaca la idea de que el derecho de la propiedad privada -secundario- es el derecho primario. Por otra parte, el Concilio constata el divorcio entre la fe y la vida diaria como uno de los más graves errores de la Iglesia actual. “Ante esta situación es necesario ser testigos de Cristo en medio de la sociedad humana”, base del libro ‘ Otro mundo es posible desde Jesús’, de José María González.
El mundo actual anda necesitado de ejemplos de solidaridad, de justicia, de sobriedad. El Concilio afirma que los obispos exponen al mundo el rostro de la Iglesia con su trato y trabajo y “ese rostro es el que sirve a los hombres para juzgar la verdadera eficacia del mensaje cristiano”. Por último, se refirió a las consecuencias que las desigualdades económicas tienen en la convivencia humana, expresando la necesidad de una autoridad mundialmente reconocida y la de acabar con la carrera armamentística, “en la que hay un gasto diario de 4.000 millones, mientras que con 12.000 millones se acabaría con el hambre de un año”.

“Salve Jorge”: ¿de Palestina o de Capadocia? Leonardo Boff, teólogo

En Brasil y en otras partes del mundo hay millones de personas que ven novelas en la televisión. Una, actualmente, “Salve Jorge”, se desarrolla en Capadocia, Turquía, donde habría vivido san Jorge.
Entre los estudiosos existe un debate ya antiguo sobre el lugar de su nacimiento. Ha sido ampliamente discutido por Malga di Paulo, investigadora de la vida del santo, que fue quien proporcionó los datos para la actual novela. Próximamente va a ser publicado un libro suyo. Para Malga, que conoce a fondo la Capadocia, todos los indicios llevan a aquel lugar como la patria natal de este famoso mártir. Otros lo sitúan en Lod, Palestina, hoy Israel, donde se construyó un santuario en su honor.
Es muy poco lo que podemos decir de forma segura sobre el tema. La escuela de historiadores críticos de la vida de los santos y de los mártires, surgida a partir del siglo XVII, los Bolandistas, y su obra el Acta Sanctorum deja abierta la cuestión. Otro grupo, creado en torno a A. Buttler, basándose en los Bolandistas, y accesible en portugués a través de los 12 volúmenes de La Vida de los Santos (Vozes 1984) asevera: «Hay toda una serie de motivos para creer que san Jorge fue un mártir real y verdadero que sufrió la muerte en Lida (Palestina) probablemente en la época anterior a Constantino (306-337). Fuera de esto, parece que nada más se puede afirmar con seguridad» (vol. IV, p. 188).
Me inclino por afirmar que Palestina y no Capadocia es su lugar de nacimiento. La razón se apoya en el hecho de que habría habido una confusión de nombres. En efecto, había en Capadocia un obispo llamado Jorge de Capadocia, hecho históricamente bien confirmado. Entró en la historia de la teología por las polémicas acerca de la naturaleza de Cristo: ¿sería sólo semejante a la de Dios (arrianos) o sería la misma (anti-arrianos)? Tal discusión dividió a la Iglesia. El emperador Constancio II (uno de sus títulos era el de Papa) quería asegurar la unidad del imperio mediante una confesión única, en este caso, la arriana. Ocupó militarmente Alejandría, foco de la resistencia anti-arriana, e impuso a Jorge de Capadocia como obispo arriano (357-361), asesinado más tarde.
Mi hipótesis es que los primeros compiladores de la vida de san Jorge, ya en el siglo V y después en el siglo XII, confundieron a san Jorge con ese conocido Jorge de Capadocia y así lo hicieron nacer allí. Una hipótesis.
Dejando a un lado la discusión, es importante recordar su figura más conocida: un guerrero montado sobre un caballo blanco, vestido con coraza, con una cruz roja sobre fondo blanco, enfrentándose con su lanza puntiaguda a un terrible dragón.
Como su padre era militar siguió esa carrera. Fue tan brillante que el emperador Diocleciano lo incorporó a su guardia personal con el alto cargo de Tribuno. Cuando este imperador obligó, bajo pena de muerte, a todos los cristianos a renunciar a la fe cristiana y adorar a los dioses romanos, Jorge se negó y salió en defensa de sus hermanos en la fe. Preso y torturado, dice la leyenda que salió milagrosamente ileso de la caldera de plomo y de varios envenenamientos. Pero acabó siendo decapitado.
Al principio, en Occidente era venerado como un simple mártir, con su típica palma. Con el tiempo, y especialmente debido a las cruzadas, pasó a ser representado como guerrero, con sus instrumentos propios, y asociado especialmente al enfrentamiento con el dragón, símbolo del mal y del demonio.
La leyenda más conocida en Occidente es la siguiente:
En cierta ocasión, Jorge, como militar, pasó por Libia en el norte de África. En la pequeña ciudad de Silca el pueblo vivía aterrorizado. En un lago vecino reinaba un terrible dragón. Su soplo era tan mortífero que nadie podía aproximarse a él para matarlo. Cobraba dos carneros al día. Terminados estos, exigía víctimas humanas, escogidas por sorteo. Un día la suerte cayó sobre la hija del rey. Vestida de novia fue al encuentro de la muerte. Y he aquí que entonces aparece san Jorge con su caballo blanco y con su larga lanza. Hiere al dragón y lo domina. Le amarra la boca con el cinto de la princesa y ésta lo conduce manso como un cordero hasta el centro de la ciudad. Y todos, agradecidos, se convirtieron a la fe cristiana.
Es patrono de Inglaterra desde 1222 pero oficialmente sólo desde 1347 con Eduardo III, y se celebra con fiesta solemne (the St.George’s Day), y también lo es de Rusia, de Portugal, de Bulgaria, de Grecia, de Cataluña y de muchísimas ciudades.
Cuando el Vaticano en 1969 hizo una revisión de la lista de los santos y retiró de ella al popular San Jorge, por motivos no totalmente claros, se organizó una gran polémica. Hubo un clamor general, especialmente por parte de Inglaterra, de Cataluña y también del equipo de futbol Corinthians. El cardenal don Paulo Evaristo Arns, corinthiano fervoroso, intercedió ante el Papa Pablo VI en 1969 para que mantuviese la veneración a san Jorge, al menos como celebración optativa. A lo que el Papa respondió: “No podemos perjudicar a Inglaterra ni a la nación corinthiana; sigan con la devoción”. En el año 2000 Juan Pablo II, con sentido pastoral, restableció la fiesta. San Jorge está presente en las tradiciones afro: Ogum para la Umbanda y Oxossi para el candomblé-nagô. En Río de Janeiro el 23 de abril, que es su fiesta, es día feriado municipal, pues es el patrono oficioso de la ciudad.
En el próximo artículo intentaremos descifrar el arquetipo de base que subyace al guerrero san Jorge y al dragón. Hasta entonces, hacemos nuestra la oración popular:
«Andaré vestido y armado con las armas de san Jorge para que mis enemigos, teniendo pies no me alcancen, teniendo manos no me peguen y teniendo ojos no me vean… que mis enemigos queden humildes y sumisos a Vos. Amén

¿Por qué mienten los políticos? José M. Castillo, teólogo

El hecho está a la vista de todos. Basta leer la prensa diaria, oír los informativos de la radio o de la tele, las tertulias de todo color y de todo pelaje. No hay que demostrarlo. Lo sabemos de sobra. Nadie, creo yo, lo va a poner en duda.
Pero lo más preocupante no es el hecho de vivir engañados. Lo peor de todo es que se nos engaña en cosas muy graves. Y además la política del engaño y la mentira va en aumento a una velocidad de vértigo. Sin que nos demos cuenta, cada día tenemos menos derechos, ganamos menos, vivimos más inseguros, la sanidad funciona peor, la educación es más deficiente, nadie sabe a ciencia cierta cómo va a vivir el mes que viene….
Y encima de lo dicho, se nos asegura que esto es lo que más necesita España, lo que nos conviene a todos. Por no hablar de las macabras y repugnantes noticias, que nos llegan cada mañana, sobre nuevos y asquerosos casos de corrupción, ejecutados impunemente y con guante blanco por quienes todos los días nos dicen que tienen la conciencia tranquila y las manos limpias. De verdad, si se piensa despacio, todo este cúmulo de despropósitos llega a representar, para muchas personas de bien, un vomitivo insoportable. De ahí, la pregunta: ¿por qué nos mienten tanto nuestros gobernantes y los que aspiran a serlo? ¿Por qué aguantamos este cúmulo de engaños y desvergüenzas?
Para empezar a responder, me parece pertinente recordar un sabio principio que supo formular un clásico, bien conocido, en asuntos de política. Nicolás Maquiavelo, en “El Príncipe” (XVIII, 466), dejó escrito: “Los hombres son tan ingenuos, y responden tanto a la necesidad del momento, que quien engaña siempre encuentra a alguien que se deja engañar”. Esto es lo que pasaba a finales del s. XV. Siempre había “alguien” que se dejaba engañar. Ahora, que tanto sabemos y tanto hemos progresado, el gobernante que engaña, no se encuentra ya a “alguien” que se deja engañar. En este momento, por más que nos manifestemos a gritos por las calles, la pura verdad es que somos “millones” los que votamos, como salvadores de nuestros males, a los más embusteros que se hartan de predicarnos mentiras y patrañas. ¿Es que los políticos son ahora más perversos? ¿o es que nos han degradado en la ingenuidad que no pudieron ni imaginar las gentes de hace más de quinientos años?
El problema es más complejo de lo que muchos se imaginan. Si no me equivoco, el fondo del asunto está en que los intereses económicos le han ganado la partida a los intereses políticos. Dicho más claramente: el sistema económico manda más que el sistema político. Es decir, el sistema capitalista y la codicia del dinero tiene más poder, en la vida y en las decisiones de los que manejan el cotarro, que el sistema democrático y los derechos de los ciudadanos. Pero, es claro, lo que ocurre es que los gobernantes no pueden aparecer, ante la gente, como defensores del “Estado del Capital” (que es lo que realmente son), sino como los protectores que garantizan el “Estado de Derecho”. Lo cual quiere decir que, tal como se han puesto las cosas, al político de oficio, si no es un hombre ejemplar por los cuatro costados, no le queda más salida que convertirse en un embustero de oficio.
Yo no digo que todos los políticos sea así. Lo que digo es que, hoy, el ejercicio de la política exige una integridad ética para la que muchos profesionales de la “cosa pública” no están éticamente preparados. Y así nos luce el pelo. Porque, si los gobernantes necesitan una integridad ética indiscutible, la misma integridad necesitamos los gobernados. Y si no, ¿qué puñeta hacemos, cada cuatro años, dando nuestro voto de confianza a quien sabemos que nos está engañando y lo va a seguir haciendo?