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viernes, 4 de enero de 2013

OS ESPERAMOS Cuarta carta a los Reyes Magos

ecleSALia 4 de enero de 2013

FAUSTINO VILALABRILLE, sacerdote, faustino.vilabrille@gmail.com
GIJÓN (ASTURIAS).

ECLESALIA, 04/01/13.- Queridos Reyes Magos: Es la cuarta carta que os escribo. Seguro que recordáis las tres anteriores:
En la primera (ECLESALIA, 05/01/10): Os pedíamos una Iglesia que escuchase al pueblo, fuese democrática y dejase de hacer todo a dedo, buscase la verdad con todos, dialogase con la ciencia, fuese antropocéntrica (de hombres y mujeres) y no androcéntrica (solo de hombres), y así valorase por igual a hombres y mujeres en la sociedad y en si misma y por tanto admitiese por igual a hombres que a mujeres para ser curas, obispos, etc., que revisase a fondo la moral sexual, denunciase a las multinacionales y a los políticos corruptos, defendiese la creación, gastase mucho menos en boatos, caminase con los de abajo y no con los de arriba, etc..
En la segunda (Redes Cristianas 07/05/11): Os pedíamos que pasase la crisis para los pobres y los gobiernos gobernasen para los empobrecidos, y no para los ricos, los banqueros y las multinacionales, que no paguemos todas las culpas siempre los de abajo, sino los de arriba que son los verdaderos culpables de que haya empobrecidos.
Os pedíamos que se acabase la carrera de armamentos y los gastos militares (1.4 billones de dólares al año) y ese dinero se dedique a escuelas, hospitales, carreteras, investigación, etc., sobre todo para el Tercer Mundo; que España dejase de ser el séptimo país del mundo exportador de armas.
Que el fútbol y otros mitos mediáticos del mercado dejasen de ser el opio del pueblo, y el dinero dejase de ser el dios que todo lo puede y todo lo decide, pero siempre a favor de los de arriba en contra de los de abajo.
En la tercera (ECLESALIA, 03/01/12) os hablábamos de dos trenes: El de la muerte, con muchos vagones: Que llevase las injusticias, las desigualdades, la corrupción, la crisis, la contaminación, el consumismo, los desahucios, los productores de parados..., los paraísos fiscales, que son paraísos para los ricos y miseria para los pobres, las superjubilaciones de los banqueros (Santander, BBVA, etc.), de la CAM, de Caixa Galicia o del Penedés...; a todos los políticos y jueces corruptos y a quienes los corrompen, que gobiernan y sentencian a favor de los ricos y los banqueros...; a todos los dignatarios eclesiásticos, obispos y clérigos, o de otras religiones, escorados hacia la derecha, es decir, afines a los ricos, al poder, a los privilegios, al favoritismo, a las prebendas, al integrismo religioso y político...
Os pedíamos también que llevaseis a todos los pederastas y violadores, incluidos curas y obispos, y a sus encubridores; a todos los militares y policías que defienden a los ricos contra los pobres, aquí y más en el Tercer Mundo; a todos los dictadores, que oprimen, cercenan, encarcelan y matan a los ciudadanos; la discriminación de los inmigrantes por ser mujeres, pobres o negros, a quienes les desmoronamos la vida sumiéndolos en la angustia, el sufrimiento y la desesperación, no dándoles papeles, recluyéndolos y retornándolos a su origen.
Os pedíamos que llevaseis los laboratorios multinacionales farmacéuticos, que negocian con la salud y la vida de las personas y animales; los incendiarios, deforestadores del Amazonas, contaminadores de los ríos de Brasil, Guatemala, etc. a todos los misóginos de todas las religiones y filosofías, desde Aristóteles, la Meca o el Vaticano, incluida la teología machista y los lujos del Vaticano, de las catedrales, basílicas e iglesias que ofenden, indignan y sublevan a los pobres y por tanto a Dios y a su enviado Jesucristo.
Por el contrario, os hablábamos de otro gran tren, lleno de maravillosas flores, el tren de la vida: Cargado de miles de misioneras y misioneros, de cientos y cientos de miembros auténticos de ONGs, de múltiples grupos de Caritas, de muchos miles de pequeños colaboradores, de innumerables personas que acogen y defienden a inmigrantes, parados, desahuciados, reclusos, drogodependientes, alcohólicos...; de gentes que releen el Evangelio desde la óptica de los oprimidos con fuerza liberadora y comprometida; personas cuyo Dios es el Dios de los humildes, el defensor de los pequeños, el apoyo de los débiles, el refugio de los desvalidos, el salvador de los desesperados (ver Judit 9,11); creyentes en Jesús de Nazaret cuya religión es la misma que Él practicó: "que los ciegos vean (1), los cojos anden, los leprosos (2) queden limpios, los sordos (3) oigan, los muertos vuelvan a vivir (4), y a los pobres les llegue una Buena Noticia" (Ver Evangelio de Mateo 11,4 a 6); personas solidarias que siendo pobres se unen a los pobres para, con la fuerza de la unidad, hacer valer ante los poderosos los derechos de los oprimidos.
Todas estas maravillosas flores que llenan los vagones del tren de la vida son la esperanza de la humanidad, el futuro de la vida, la salvaguarda del mañana, la luz que brilla en medio de la noche, el fuego que ahuyenta el frío, el futuro para un mundo mejor, la estrella de Belén que nos señala el camino de la felicidad, y son el faro que nos guiará hasta llegar a ser dignos de desembarcar en el puerto de la Plenitud Final a todos los hombres y a toda la creación.
En esta cuarta carta (ECLESALIA 04/01/13) es para deciros que estamos un poco, bastante, decepcionados porque:
- A la primera carta no nos habéis contestado: no tenías nada que poner, porque la iglesia oficial sigue en sus trece, no solo no cambió nada, sino que cada vez se enroca más en sus posturas integristas, conservadoras, por no decir reaccionarias, obsoleta, dedicada más al asistencialismo que a la lucha por compromiso liberador de los empobrecidos del mundo, desconectada del pueblo, obsesionada con su autoconservación. Seguramente que pedisteis permiso a los suyos para entrar a entregarles la carta, pero como buenos diplomáticos solo entreabrieron la puerta, la cogieron, la leyeron, pero "dieron un rodeo y pasaron de largo": ese no era su camino y por eso la tiraron a la papelera. Vosotros, tristes y decepcionados, disteis la vuelta y marchasteis por otro camino.
- La segunda carta, me parece que la perdisteis, porque no solo no hemos notado ningún cambio, sino que todo está peor, muchísimo peor para todos, pero sobre todo para los más pobres: muchos más desahucios, muchos más parados, recortes y más recortes en todo: para enseñanza, sanidad, investigación, empleo público, inmigración, jubilación, servicios sociales, cooperación, judicatura, etc. Tenemos miles de jóvenes marchando al extranjero en busca de trabajo y cientos de miles de personas a diario en lucha por calles y plazas, donde por cierto no estamos los eclesiásticos porque para nosotros no hubo recortes ¿¿??.
Por el contrario, aumentó en cientos de millones el dinero para los banqueros (rescate), el IVA para los consumidores, los impuestos para los pequeños ahorradores, la amnistía fiscal para los ricos de paraísos fiscales, el copago para los enfermos; aumentaron los alcaldes, parlamentarios, banqueros y empresarios corruptos... Ni siquiera leyeron la carta.
- La tercera carta: estoy seguro que el tren de la muerte iba tan cargado y pesaba tanto que los vagones rompieron, los raíles no aguantaron y el tren descarriló. No fue culpa vuestra, fue culpa de los ricos y poderosos de este mundo que lo cargaron tanto, tanto, de tanta basura de injusticia, de opresión, de explotación, de esclavitud, de abusos, que no pudo con todo. Ahora toda aquella basura está desparramada por todas partes, la vía está cortada. Esa basura fermenta y contamina, todo lo daña. Por ahí no se puede pasar. Esa vía del neoliberalismo capitalista no tiene futuro. En esto os pedimos perdón, porque vosotros no tuvisteis culpa ninguna.
- En esta cuarta carta os pedimos que vengáis con un tren inmensamente grande, porque el tren de la vida tiene que estar día a día creciendo, ser más grande, tener más vagones que estén cada vez más llenos, llenos de personas que aumentan su compromiso, que luchan, que abren los ojos, que se manifiestan, que son cada vez más solidarias, que se ponen del lado de los empobrecidos. Necesitamos muchos vagones:
-          Un vagón que venga bien lleno de políticos, empresarios, banqueros, sindicalistas y trabajadores honrados, leales, honestos, responsables, insobornables, fieles incondicionales a la verdad, comprometidos con el bien común de todos los ciudadanos y especialmente de los más pobres.
-          Un vagón enorme que traiga millones de llamadas a la fraternidad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, al amor, la paz, la esperanza, la vida.
-          Uno para las Caritas parroquiales y entidades afines, que les traiga mucha colaboraión, pues están más y más desbordadas de trabajo y peticiones.
-          Uno para las ONGs, de cerca y de lejos, que trabajan con honestidad, y con la disminución de la Ayuda Oficial al Desarrollo necesitan más personas solidarias que colaboren para echarles una mano y no tener que abandonar sus proyectos de desarrollo con los más pobres de los pobres en el Tercer Mundo.
-          Uno muy grande y fuerte para los misioneros, misioneras y cooperantes voluntarios que año tras año están al lado de los empobrecidos del tercer mundo, compartiendo en todo su vida, sus necesidades, sus aspiraciones, su luchas, sus riesgos, sus peligros, su explotación, sus amenazas, y con frecuencia su misma muerte.
-          Uno que traiga para la iglesia un compromiso inquebrantable con los Derechos Humanos hacia el interior de si misma y hacia toda la sociedad, y que denuncie la violación de los mismos donde quiera que se produzca, también y sobre todo dentro de si misma.
-          Uno que nos lleve a todos los creyentes en Jesús de Nazaret a ir derechos al encuentro con su mensaje en toda su integridad y fuerza liberadora del hombre y la naturaleza, sin componendas, sin casarnos con nadie, siempre fieles a la denuncia profética de de todos aquellos y de todo aquello que consideremos infiel a la dignidad del hombre y a la naturaleza.
Es un tren muy grande, pero vosotros tenéis fuerza de sobra para moverlo: a nosotros nos corresponde preparar una gran estación de fortaleza, de lucha, de compromiso, de entrega, para recibirlo y repartir su importantísimo cargamento salvador hasta los últimos confines de la tierra como tu, Jesús, se los pediste a tus discípulos: "Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio que es la Buena Noticia a toda la creación". (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
Amigos Reyes Magos: os esperamos.
Un abrazo muy cordial.
Faustino

2013: Coraje para renovarse

ATRIO

Hace más de quince años publiqué en el Jornal do Brasil, que hoy existe online, un artículo con el título“Rejuvenecer como águilas”. Releyendo aquellas reflexiones me di cuenta de lo actuales y adecuadas que son todavía para los malos tiempos que vivimos y sufrimos. Las retomo hoy para alimentar nuestra esperanza debilitada por las amenazas que pesan sobre la Tierra y la Humanidad. Si no nos  agarramos a alguna esperanza, perdemos el horizonte de futuro y corremos el riesgo de entregarnos al desamparo inmovilizador o a la resignación estéril.
En este contexto recordé un mito de la antigua cultura mediterránea sobre el rejuvenecimiento de las águilas.
De tiempo en tiempo, reza el mito, el águila, como el ave fénix egipcia, se renueva totalmente. Vuela cada vez más alto hasta llegar cerca de sol. Entonces las plumas se encienden y empieza arder. Cuando llega a este punto, se precipita desde el cielo y se lanza a las frías aguas del lago. Y el fuego se apaga. A través de esta experiencia de fuego y de agua, la vieja águila rejuvenece totalmente: vuelve a tener plumas nuevas, garras afiladas, ojos penetrantes y el vigor de la juventud. Este mito seguramente es el sustrato cultural del salmo 103 cuando dice: «El Señor hace que mi juventud se renueve como un águila».
Y aquí tenemos que revisitar a C.G. Jung que entendía mucho de mitos y de su sentido existencial. Según su interpretación, fuego y agua son opuestos que cuando se unen se vuelven poderosos símbolos de transformación.
El fuego simboliza el cielo, la conciencia y las dimensiones masculinas en el hombre y en la mujer. El agua, por el contrario, simboliza la tierra, el inconsciente y las dimensiones femeninas en el hombre y en la mujer.
Pasar por el fuego y por el agua significa, por lo tanto, integrar en sí los opuestos y crecer en identidad personal. Nadie que pasa por el fuego y por el agua permanece igual. O sucumbe o se transfigura, porque el agua lava y el fuego purifica.
El agua también nos hace pensar en las grandes crecidas como las que sufrimos en el año 2010 en las ciudades serranas del Estado de Río. Con su fuerza arrastraron todo, especialmente lo que no tenía consistencia y solidez. Son los infortunios de la vida.
Y el fuego nos hace imaginar el crisol o los altos hornos que queman y acrisolan todo lo que es ganga y no es esencial. Son las conocidas crisis existenciales. Al hacer esta travesía por la «noche oscura y terrible», como dicen los maestros espirituales, dejamos aflorar nuestro yo profundo sin las ilusiones del ego. Entonces maduramos para lo auténticamente humano y verdadero que hay en nosotros. Quien recibe el bautismo de fuego y de agua rejuvenece como el águila del mito antiguo.
Pero haciendo abstracción de las metáforas, ¿qué significa concretamente rejuvenecer como un águila? Significa entregar a la muerte todo lo viejo que existe en nosotros para que lo nuevo pueda irrumpir y hacer su camino. Lo viejo en nosotros son los hábitos y las actitudes que no nos engrandecen: querer tener siempre la razón y la ventaja en todo, el descuido con uno mismo, con la casa, con nuestro lenguaje, la falta de respeto con la naturaleza, así como la falta de solidaridad con los necesitados, próximos y distantes. Todo esto debe morir para que podamos inaugurar una forma de convivencia con los otros que se muestre generosa y cuidadosa con nuestra Casa Común y con el destino de las personas. En una palabra, significa morir y resucitar.
Rejuvenecer como un águila significa también desprenderse de cosas que fueron buenas y de ideas que en su día fueron luminosas pero que lentamente, con el paso de los años, han sido superadas y son incapaces de inspirar un camino hacia el futuro. La crisis actual perdura y se profundiza porque los que controlan el poder tienen conceptos envejecidos, incapaces de dar respuestas nuevas.
Rejuvenecer como un águila significa tener coraje para volver a empezar y estar siempre abierto a escuchar, a aprender y a revisar. ¿No es esto lo que nos proponemos cada vez que empezamos un nuevo año?
Que el año 2013 que estamos inaugurando sea la oportunidad de preguntarnos cuanto de gallina que solo quiere andar escarbando en el suelo existe en nosotros y cuanto de águila hay todavía en nosotros, dispuesta a rejuvenecer, al confrontarse valientemente con los tropiezos y las crisis de la vida, y a buscar un nuevo paradigma de convivencia.
Y no podemos olvidar aquella Energía poderosa y amorosa que siempre nos acompaña y que mueve todo el universo. Ella nos habita, nos anima y confiere un sentido permanente al vivir y al luchar.
¡Que el Spiritus Creator no nos falte nunca!
[Traducción de MJG]

Los obispos denuncian que los recortes hacen de los inmigrantes “las primeras víctimas de la crisis” Jesús Bastante

“Los dramas del Estrecho reclaman más medidas orgánicas y multilaterales eficaces”
“El hambre no conoce fronteras”, apunta la Comisión Episcopal de Migraciones
“En un mundo, convertido en “aldea global”, en que llevamos a gala considerarnos “ciudadanos del mundo” y en el que encuentran todas las facilidades de circulación, los mercados y el dinero, parece que sólo hubiera fronteras para los emigrantes”. La Conferencia Episcopal ha hecho púbico su mensaje con motivo de la Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado, en el que denuncian que las actuales políticas de recortes pueden convertir a los inmigrantes en “las primeras víctimas de la crisis”.
El texto, bajo el título “Migraciones: peregrinación de fe y esperanza”, arranca con la intención de “ofrecer nuestra palabra de aliento y esperanza a los inmigrantes”. Aunque la nota reconoce “el derecho de los Estados a regular los flujos migratorios y a adoptar medidas políticas dictadas por el bien común, garantizando el respeto de la dignidad de toda persona”, constata como imprescindible “seguir abogando por la implicación de la comunidad internacional en el desarrollo de los pueblos más pobres, a fin de que en sus habitantes pueda hacerse real también el derecho a no emigrar proclamado tanto por el Beato Juan Pablo II como por Bendicto XVI. Las migraciones son en su mayoría, como dice el Papa, “el resultado de la precariedad económica, de la falta de bienes básicos, de desastre naturales, de guerras y desordenes sociales”. El hambre no conoce fronteras”.
Sí hay fronteras en el mal llamado mundo rico. “El emigrante con frecuencia sólo encuentra las vallas por delante, el desierto a sus espaldas o la arriesgada travesía con el mar bajo sus pies. No deja de dolernos por repetida la tragedia de tantos emigrantes que han dejado y siguen dejando su vida en el mar”, constatan los obispos, que denuncian “el abuso de las mafias que explotan y trafican con las necesidades de los emigrante”, al tiempo que “abogamos por medidas generosas a la hora de regular los flujos migratorios (…). Los dramas del Estrecho reclaman más medidas orgánicas y multilaterales eficaces”.
Centrando el escenario en España, y teniendo en cuenta la “grave crisis económica y moral”, el Episcopado apunta la frágil situación de la población emigrante. “Los inmigrantes, sin ser causantes de la crisis, son, como decíamos los obispos españoles hace dos años, las primeras víctimas de la misma”.
Y ponene algunos ejemplos: “El paro, que afecta a millones de trabajadores autóctonos, y los recortes sociales en algunas áreas de atención pública pueden resultar desfavorables para la integración de los extranjeros. Aunque hasta ahora no ha habido episodios xenófobos de especial gravedad, no han faltado conatos en algunos de culpar a los inmigrantes de la situación”.
Ante esta situación, los obispos “hemos levantado nuestra voz ante determinadas medidas que afectaban a algunos inmigrantes y que podian dejar desprotegido su derecho a la salud, que por ser un derecho universal ha de ser accesible a todas las personas. Hemos abogado por medidas alternativas en lo referente a los Centros de Internamiento y mientras tanto, que se facilitara la atención social y religiosa en los mismos. Y, conscientes de la importancia de la familia para la integración, hemos pedido que se favorezca la reagrupación familiar”.
Al tiempo, sugieren cuatro líneas de actuación. Son éstas:

1.- En estos tiempos de crisis prolongada donde la solidaridad debe ser reforzada, (“Caritas in veritate, 43), queremos seguir trabajando en la defensa de los derechos de las personas migrantes, en la promoción de una cultura hospitalaria, de la integracion y la inclusión, que facilite a las personas su in-corporación con todos sus derechos, de la comunión, superando el simple asistencialismo, y allí donde sea posible o necesario, denunciar y trabajar por evitar las causas de los desplazamientos forzados.
2.- Asombra, a pesar de la escasez de medios y recursos, la multitud de iniciativas eclesiales, algunas admirables, que se realizan en nuestra Iglesia en favor de los inmigrantes. Sigamos con la formación y promoviendo el trabajo en redes que permiten compartir lo que se hace, enriquecernos mutuamente con las inicitivas de los otros, ser más eficaces. No estaría de más que se recuperara la colecta que antes se hacia con motivo de la Jornada, para potenciar la atención y la accion pastoral en favor de los inmigrantes..
3.- Vemos que son muchas las dificultades que afectan a los inmigrantes: el desvalimiento, el desarraigo, el desamparo, la explotación, en que con frecuencia se encuentran, el problema de hacer frente a sus deudas sin tener que verse en la calle etc. Todo ello “ofrece a la Iglesia la oportunidad y reclama de ella la obligación de ejercer de Buen samaritano que cure sus heridas, les ayude a levantarse y a recobrar la conciencia de su dignidad, camine con ellos, les proporcione hogar y nueva patria y les preste algo de su propia vida y riqueza”4. Sería un signo de esperanza para las personas afectadas.Con ocasión de esta Jornada renovamos nuestra petición “a las autoridades para que los costes de la crisis no recaigan sobre los inmigrantes, arbitrando más bien las medidas necesarias para que reciban las ayudas sociales oportunas”
4.-Juntamente con la solidaridad, el Santo Padre nos recuerda la respuesta diferenciada que la Iglesia, por la misión confiada por el mismo Cristo, está llamada a prestar: “La especial atención y cuidado de la dimension religiosa, su tarea más importante y especifica”. Los emigrantes no son sólo destinatarios de la acción social, sino tambien de la misión evangelizadora de la Diócesis y de sus parroquias e instituciones.

El periodismo oficial, cómplice Jaime Richart

Enviado a la página web de Redes Cristianas
Los periódicos y los periodistas sólo se atreven a investigar policiacamente, es decir, subrepticiamente, la vida y milagros y patrimonio de políticos y otros personajes. Pero cara a cara, en ruedas de prensa, se echan en falta preguntas comprometedoras que, aunque no fuesen respondidas, la mera formulación pondría en evidencia al personaje en cuestión.
Por ejemplo, se nos informa que Cospedal ganó en 2011 un total de 158.388 euros netos por cuatro empleos distintos cuya naturaleza, a los efectos que deseo destacar aquí, debiera ser en principio indiferentes. Pero nadie la compromete severamente…
Preguntas como éstas, que ninguno se las hace, serían un revulsivo para la opinión pública y para ella misma.
Por ejemplo,
1ª ¿Cree usted que una persona puede desempeñar bien, con la máxima eficacia y las horas requeridas, cuatro empleos?
2 ¿Cree usted que quien, como usted, tiene esos cuatro empleos, si dejase tres de ellos no contribuiría a reducir el desempleo y proporcionar esos puestos de trabajo a otros tantos ciudadanos o ciudadanas?
3 ¿No cree que dando ejemplos como ése reduciría mucho el sentimiento de frustración, de desaliento y de indignación de tantos cuyos salarios son irrisorios, y, sobre todo, el de los casi seis millones de ciudadanos y ciudadanas sin trabajo que no han tenido ninguna culpa del desastroso estado económico y laboral que atraviesa este país?…
No hay periodistas capaces de hacer preguntas como éstas. Pero sí sé que una de las razones es que el periodismo serio y los periodistas responsables no existen en este país. Ellos forman parte de esta embrollada realidad repleta de contradicciones y abusos de los más fuertes (entre los que encuentran ellos mismos). Hasta tal extremo esto es así que ambos, periodismo y periodistas, son una altísima barrera que separa todavía más a los gobiernos, de la realidad y de los gobernados. Que no hagan preguntas aproximadamente como estas lo demuestra…