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martes, 18 de diciembre de 2012

El secretario general de Cáritas denuncia en el Senado que existen 600.000 familias sin ingresos Jesús Bastante

Sebastián Mora: “La sociedad española corre riesgo de fractura”
Critica que los recortes en educación y sanidad han creado “una sociedad pobre”
El secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, ha advertido hoy “del riesgo de fractura” de la sociedad si no se ponen medios frente a la exclusión social. Ha añadido que las tasas de exclusión social de España eran “muy parejas a las de los grandes países de la Unión Europea”, pero que las medidas que se han tomado en educación y sanidad han creado “una sociedad pobre”.
Durante su comparecencia en el Senado ante la Comisión especial de estudio sobre las nuevas formas de exclusión social, Mora Rosado ha señalado, además, que las medidas “de gran impacto presupuestario” tienen sólo efecto a corto plazo ya que van a suponer que “lo que hoy no se atienda sea más caro en unos años”. “Lo que se pierde en un periodo de crisis no se recupera en la bonanza económica”, ha explicado el secretario general de Cáritas. La sociedad española, según ha dicho Mora Rosado, es una ciudadanía cada vez “más dual” con “más necesidades y menos protección”.
Entre las medidas para hacer frente a la exclusión social, Mora Rosado ha defendido “el alquiler de viviendas frente a la compra para hacer una política más igualitaria” y “mecanismos de activación para los colectivos más vulnerables y excluidos”.
Mora, ha advertido en el Senado de que “las distintas decisiones que se han ido tomando en los ámbitos educativos y de sanidad han tenido un impacto directo en la exclusión” y ha defendido el carácter universal y gratuito de la educación y de la sanidad como “mecanismos de protección”.
Mora ha concretado, además, que una baja intensidad protectora en Sanidad provocará mayores niveles de exclusión social y que “lo que hoy se atienda mal, se atenderá peor y bastante más caro dentro de unos años”.
Mientras, en el ámbito educativo, ha señalado que “si no se compensan las desigualdades, cada vez serán mayores” y ha alertado de que, por ejemplo, la bajada en las becas de comedor ha provocado “un incremento de las personas con necesidad de alimentación”.
Ante esta situación, ha pedido a las administraciones que las políticas de protección social más básicas que, a su juicio, están dando “un paso atrás”, no sean “las primeras que se erosionen” pues, según ha precisado, “medidas que a corto plazo pueden tener un impacto importante a nivel presupuestario, a medio plazo van a ser incluso más caras de sostener”.
En este sentido, ha facilitado algunos datos de la situación actual en España que, a su juicio, reflejan que se está avanzando hacia una crisis estructural como que 1,7 millones de familias tienen a todos sus activos en paro y que 600.000 hogares no reciben ningún tipo de ingreso, una cifra que ha calificado de “espeluznante”.
(Rd/Agencias)

Demasiado poderosos para ir a la cárcel Juan Torres López, catedrático de economía aplicada

Cuando se comprobó que el comportamiento irresponsable de las entidades bancarias más grandes del mundo fue lo que provocó su quiebra y la crisis que ésta llevó consigo, lo lógico hubiese sido dejar que se hundieran y salvar el sistema financiero para que la economía productiva saliera adelante. Sin embargo, los gobiernos hicieron suyos los intereses de los banqueros y los salvaron a ellos, con la excusa de que esos bancos eran demasiado grandes para dejarlos caer.
Con el paso del tiempo se ha podido comprobar que se trataba no solo de un principio fatal para la recuperación económica (porque al salvar a los bancos responsables de la crisis y no al sistema financiero la economía sigue sin disponer de los recursos que necesita) sino también que estaba mal formulado.
Lo cierto no es que los grandes bancos que han provocado la crisis sean demasiado grandes para dejarlos caer sino que los banqueros son demasiado poderosos como para ir a la cárcel.
No pasa una semana sin que tengamos alguna noticia de crímenes financieros cometidos por los bancos o de la impunidad con que siguen actuando sus responsables.
Hace unos días se ha sabido que las mismas autoridades de Estados Unidos que descubrieron que el banco HSBC había permitido que presuntos terroristas y traficantes de drogas usaran sus cuentas para mover dinero han desistido de llegar al fondo para condenarlo en firme.
De nuevo con la excusa de que su condena podría poner en peligro todo el sistema financiero la Justicia estadounidense se ha limitado a aceptar un acuerdo por el cual el banco pagará una multa de 1.900 millones de dólares.
Es la misma estrategia que ya se siguió en 2010 con Goldman Sachs o con otros bancos en otras ocasiones, imponer multas que los medios de comunicación divulgan como si fueran gigantescas pero que en realidad son migajas de sus beneficios para las grandes entidades. La de HSBC equivale a los obtenidos en menos de mes y medio de 2011 (obtuvo 16.800 millones de dólares de beneficio en todo el año), y la de Goldman Sachs (550 millones de dólares) representó en 2010 el 15% del beneficio o el 3% de las primas distribuidas en 2009.
Como hemos comentado con más detalle Vicenç Navarro y yo en Los amos del mundo. Las armas del terrorismo financiero (Espasa 2012), diversas investigaciones han puesto rigurosamente de manifiesto que HSCB no ha sido el único banco que ha servido conscientemente para movilizar dinero criminal entre Mejico y Estados Unidos. Más o menos lo mismo han hecho otros como Citigroup, Bank of America o Banco de Santander, además de Wachovia o Wells Fargo, por citar a los más conocidos o reincidentes (Michael Smith, Banks Financing Mexico Gangs Admitted in Wells Fargo Deal). Pero ninguno de sus propietarios o grandes directivos ha terminado en la cárcel por haberlo hecho.
Como tampoco han sido perseguidos seriamente ni condenados en otros lugares en donde han llevado a cabo las mismas actividades o donde han cometido las estafas que dieron lugar a la crisis.
En nuestro país, las sentencias que dan la razón a los clientes frente a los bancos en los casos de contratación fraudulenta de swaps y otros productos semejantes van ya por 1.062, al día de hoy y según la web de la Asociación de Usuarios Afectados por Permutas y Derivados Financieros. Es solo una de las estafas, a las que se podría añadir la de las preferentes o las muchas irregularidades que han cometido los bancos en los últimos años (una relación de ellas en mi artículo Banqueros contra la justicia y la democracia publicado en esta misma web).
¿No son suficientes más de 1000 sentencias condenatorias para que los poderes públicos asuman que lo que realmente hay detrás de eso es un fraude organizado, una auténtica pandemia de estafas y engaños que se han traducido en perjuicios gravísimos a millones de españoles? ¿Cómo es que no se investiga la responsabilidad última de quien planificó semejante expolio, cómo es que no se piden cuentas a los dueños y grandes directivos que se lucraron mediante esas estafas y cómo es que no están pagando en la cárcel el daño tan grande que han hecho a la economía española, destruyendo la riqueza de tantos empresarios y familias? ¿cómo es que no han sido investigados los directivos del Banco de España que lo consintieron, los jueces y fiscales que no los han perseguido, o los gobernantes que los han amparado?
La impunidad con que vienen actuando los banqueros es una manifestación palpable de los males gravísimos que afectan a nuestra sociedad.
Hace que la economía se resiente porque dejar en libertad a quienes han actuado como los banqueros implica dar por buenos comportamientos que son destructivos, y por tanto incompatibles con cualquier modo de generación de riqueza, además de producir incentivos perversos: si no hay castigo ¿qué problema hay en repetir lo que se ha venido haciendo?
La impunidad con que actúan los banqueros también debilita la democracia, o mejor dicho, indica qué escasa y falseada es la que tenemos, porque la democracia real es incompatible con la total ausencia de rendición de cuentas con que vienen actuando no solo los responsables de la banca sino la clase política que los protege. Y, por supuesto, echa por tierra la confianza en instituciones básicas para la convivencia ¿Cómo creer en un poder judicial que justo cuando va a llegar al Supremo el caso de las preferentes elige como nuevo magistrado de la Sala que habrá de atenderlo a un asesor jurídico de la banca que las ha colocado a sus clientes y que está siendo condenada por ello? ¿y cómo no repudiar a los gobiernos que indultan a los pocos que eventualmente son condenados?
Es evidente que si los banqueros pueden eludir la justicia prácticamente en todo el mundo es por el enorme poder político que han acumulado y que les permite corromper a gobernantes, jueces y responsables de medios de comunicación en un proceso de desmantelamiento progresivo de la democracia y de los poderes representativos. Gracias a ello no van a la cárcel pero esa es justamente la razón para que quienes de verdad quieran salvar las democracias empiecen antes que nada por perseguir los crímenes de los banqueros y hacerles pagar por ellos, en lugar de darles cada día más dinero y privilegios.
Publicado en Sistema Digital el 13 de diciembre de 2012

Miles de personas claman en 55 ciudades contra el ‘pensionazo’ de Rajoy Elsa García de Blas

Los sindicatos exigen en una nueva protesta un referéndum “urgente” sobre las políticas del Gobierno y alertan ante nuevos recortes en las pensiones
Esta vez el leitmotiv de la protesta era el recorte de las pensiones, que se unía a una larga lista de razones para movilizarse, a la que los convocantes habían añadido las recientes tasas judiciales.
Miles de ciudadanos – aunque bastantes menos que en la última gran manifestación en la huelga general del 14 de noviembre-, entre los que abundaba el pelo cano, clamaron este lunes en la calle contra el “pensionazo” y los ajustes en más de medio centenar de ciudades convocados por la Cumbre Social, la plataforma que integran los sindicatos UGT y CC OO y más de 200 organizaciones civiles y profesionales. El año va a terminar así casi como empezó, con un creciente malestar social expresado en forma de recurrentes manifestaciones contra el Gobierno. En la marcha de Madrid, los líderes sindicales exigieron la convocatoria “urgente” de un referéndum sobre las políticas “fracasadas” del Ejecutivo, y alertaron de que Mariano Rajoy prepara nuevos recortes en las pensiones.
La de este lunes era la cuarta protesta convocada por la Cumbre Social desde su nacimiento, el pasado verano, y la enésima protesta en doce meses de Gobierno del PP. Bajo el lema “Vamos a la calle contra el recorte de las pensiones. Defiéndete contra las tasas judiciales, contra las privatizaciones, contra los expedientes de despido salvajes, contra la falta de protección al desempleo”, los ciudadanos manifestaron su reprobación al último “episodio” del “progresivo desmantelamiento del Estado del Bienestar”, en palabras de Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CC OO. Y ante los nuevos ajustes que pueden llegar después de que el Ejecutivo haya decidido no actualizar de las pensiones de los ocho millones de jubilados: “Yo no sé si esto es la antesala que anticipa futuros recortes en el sistema de pensiones. Crecen los rumores de que el Gobierno prepara un nuevo real decreto ley con nuevas modificaciones del sistema público de pensiones antes de enero”, alertó Toxo.
“Pensionazo. El PP miente y roba al débil”, decía la pancarta que portaba Eugenio Pulido, de 77 años, que avanzaba a duras penas ayudado por una muleta. “Cobro 1.400 euros y tengo que dar de comer a un hijo de 50 años que lleva cuatro años en el paro”, explicaba. Como él, muchos jubilados lamentaban el mismo problema: la pensión mermada es, en muchas ocasiones, el sustento principal de la familia. Entre los veteranos manifestantes recorría otra idea: al echar la vista atrás se veían casi en el mismo escenario que al comienzo de la democracia. “Me chupé todas las manifestaciones de la universidad con los grises. La diferencia es que antes iban en Land Rover y vestían de gris, ahora van en furgonetas y lo hacen de azul”, explicaba Eliacín Chaparro, de 70 años. “Este año habré ido como a 12”.
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Un año de recortes del Gobierno del PP han sacado también unas cuantas veces a la calle a Carmen (de 76 años, no quiere revelar su apellido). “Yo de profesión soy casi manifestante”, decía en la marcha con ironía antes de ponerse seria. “La lucha de treinta y tantos años se va a hacer puñetas. A la clase trabajadora no se le regala nada, lo conquista. Hay que luchar”. De fondo se escuchaban cánticos de “Gobierno, dimisión”.
“El PP rompió toda promesa. Cero legitimación le queda”, se leía en otras pancartas. Los sindicatos también denunciaron el viraje del PP. “Con un agravante”, afirmó Cándido Méndez, líder de UGT. “No se puede decir que con estas políticas se resuelven las problemas, al contrario, cada día estamos peor. Ni siquiera es capaz de cumplir el objetivo del déficit”, señaló. Y concluyó, con una petición a Mariano Rajoy: “Debería reconocer que está fracasando, y el problema es el alto sufrimiento que provoca en la sociedad española. Le decimos que cambie radicalmente el rumbo”. Sus políticas, dijo, son “un fracaso en términos sociales, una injusticia en términos democráticos y un fracaso en términos de solucionar los problemas económicos”.
Entre la multitud en la fría tarde de Madrid se encontraban también rostros de ese sufrimiento del que hablaba el sindicalista. “Con los 1.200 euros de mi pensión damos de comer también a nuestra hija de 39 años, que está parada”, se quejaba Andrés Herrero, de 67 años, al brazo con su mujer, Luisa Izquierdo, de 65. “Soy diabético, necesito muchas medicinas. Y ahora nos ponen el euro por receta. Nos suben la luz, el gas…Con la edad que tenemos nos llevan casi a pedir limosna. ¿Qué quieren, que nos tiremos por la ventana como los que sufren los desahucios?”.

Hacer sufrir José M. Castillo, teólogo

Es evidente que en España, ahora mismo, hay demasiada gente que está sufriendo más, bastante más, de lo que humanamente se puede soportar. Es imposible hacer la lista de gentes que sufren.
Y más complicado aún, exponer los motivos por los que sufren. Pero el hecho es que llevamos un años espantoso. Y se nos avecina otro que seguramente será todavía peor.
Las personas que se suicidan, las familias destrozadas, los jóvenes que se tienen que ir huyendo de su patria y de su casa, las protestas callejeras que a gritos piden que esto se acabe ya, todo eso, y tantos dramas secretos, que ni podemos imaginar, tanto atropello y tanto destrozo, no está ocurriendo porque así lo hayan decidido los banqueros más poderosos del mundo, ni porque así lo ha dispuesto Bruselas o la señora Merkel. Estamos sufriendo más de lo que podemos soportar porque así lo ha decidido el Gobierno que manda en España.
¿Que la economía mundial está en crisis? Por supuesto. Pero, para gestionar una situación de crisis, se pueden tomar muchas clases de medidas. Lo que, desde luego, y en cualquier caso, no se puede hacer – si es que nos queda algo de humanidad en nuestras entrañas – es decretar las medidas más duras precisamente contra os más débiles, al tiempo que se organizan las cosas de manera que son los ricos y los poderosos los que, en esta situación, están ganando más dinero; y son ellos los que disfrutan de los más abundantes privilegios. Gobernar así, pudiendo hacerlo de otra manera, eso es maldad. Yo no enjuicio las conciencias de los gobernantes. Yo enjuicio los hechos que estamos viendo. Y los hechos, ahí están. Cada día, más gente pidiendo limosna y viviendo del plato de comida que les dan. Y cada día también, más gastos suntuosos y en cosas de lujo, de mucho lujo.
¿Esto tiene alguna explicación? ¿Cómo se entiende que quienes se nos presentaron como salvadores de la patria y promotores de los más rectos valores y de la más ortodoxa religión, ahora nos estén gobernando en solitario y por decreto ley, recortando derechos, sueldos, puestos de trabajo, maltratando la educación, la sanidad, humillando a tantas familias, crispando a la sociedad cada día más, haciendo más difícil el recurso a la justicia….. ¿Qué demonio está pasando aquí? ¿Estamos locos los que nos quejamos? ¿O se han vuelto locos los que nos gobiernan? Insisto, ¿no se podrían haber repartido las cargas y los recortes de otra manera?
Si nos dejamos de dar rodeos y vamos derechamente al fondo del asunto, yo aquí no puedo evitar acordarme de un texto estremecedor que escribió F. Nietzsche, en su “Genealogía de la Moral” (II, 6): “Ver-sufrir produce bienestar; hacer-sufrir, más bienestar todavía – ésta es una tesis dura, pero es un axioma antiguo, poderoso, humano- demasiado humano… Sin crueldad no hay fiesta: así lo enseña la más antigua, la más larga historia del hombre”. ¿Por que disfruta tanto la gente viendo sufrir a un animal (en las fiestas de toros), viendo humillado al adversario (en el futbol), viendo que lo pasa mal el vecino que nos resulta insoportable, viendo que fracasa el que no piensa como yo….?
El mito de Caín y Abel es el paradigma, no sólo de la crueldad, sino de algo peor: el resentimiento. España es un país “cainita”. Un país en el que los resentimientos son más profundos de lo que imaginamos. Y no olvidemos que el resentimiento está tan metido en nuestras venas, que hasta Santo Tomás de Aquino llegó a formular la más sobrecogedora tesis que se puede pronunciar sobre este asunto: “Los bienaventurados verán en el reino celestial las penas de los condenados para que su bienaventuranza les satisfaga más” (Sum.Theol., Supl., q. 94, a. 1).
Jesús de Nazaret puso en marcha el cristianismo para humanizar esta brutal des-humanización. Pero, ¡Estamos tan lejos todavía! ¿Y quieren la clase de religión para fines políticos?