FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

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martes, 13 de noviembre de 2012

Enhorabuena, Enrique

Enrique Martínez Lozano, este sacerdote turolense (¡Teruel existe, vaya que sí!), es un gran maestro espiritual. Posee el carisma de la luz, la gracia del consuelo, el don de la palabra hablada y escrita. Es un maestro espiritual para este siglo XXI con su nuevo paradigma cultural y su renovada búsqueda espiritual. Con su gracia y su riesgo.
Enrique conoce en primera persona la gracia y el riesgo de nuestro tiempo, que es el tiempo de Dios, como todos los tiempos. Hace pocos días difundió entre sus amigas y amigos una carta, dando una noticia importante para él y para todos nosotros: “Quiero compartiros que he tomado la decisión de dejar el ministerio sacerdotal, por lo que he pedido la secularización”.
Leí la carta (breve, sobria, rotunda) muy de prisa y con enorme sorpresa. ¿Había leído bien? La volví a leer reposadamente. Era verdad. ¿Pero de qué me extrañaba? Todo era tan límpido y franco, todo era tan lógico y coherente con su pensamiento y trayectoria, y todo me era tan familiar. Me alegré profundamente por él y por muchos. Hace tiempo que había encontrado su lugar en el mundo en la anchura del Espíritu, y ahora lo habita plenamente. ¡Enhorabuena, Enrique!
No ha sido “una decisión nada fácil”, nos asegura, y cuesta poco entenderlo. La institución clerical es una maraña que lo ata todo, hasta las entrañas de uno mismo; la demanda ajena interfiere confusión con lo propio y la historia personal tiene su ritmo, necesita su tiempo. Y cuando, a través de innumerables censuras, chantajes y presiones sufridas durante años, los nudos se desanudan y los hilos de la vida se unen uno a uno, es un milagro que hay que celebrar como un nuevo nacimiento.
Como todo nacimiento, también éste conlleva ruptura, dolorosa como toda ruptura. Y sucede con frecuencia que se apela a la “comunión eclesial” para encubrir mejor indecisiones y temores. Pero Martínez Lozano lo dice sin tapujos: “No me siento ya dentro de esa estructura”. Punto. Él vive una comunión más honda. He aquí un creyente, uno más, que necesita salir “del marco institucional” de la Iglesia para ser fiel al espíritu de la Vida. Es muy fuerte para el que debe hacerlo y es muy fuerte para la institución eclesial que un maestro espiritual como Enrique deba abandonarla para poder seguir siéndolo. También lo hizo Jesús de Nazaret: fiel al corazón de la Vida y dispuesto a lo que viniera, rompió con su familia, con su profesión y su digno salario de albañil-bricolador, con sus relaciones sociales, y también en el fondo –lo más duro de todo– con el sistema religioso del Templo y de la Ley.
Muchos –entre ellos no pocos teólogos considerados como abiertos y críticos, pero en el fondo anclados todavía en el viejo paradigma dogmático– acusan precisamente a Enrique Martínez Lozano de haberse cargado el dogma cristológico y la fe de la Iglesia. ¿Qué dogma, qué fe, de qué Iglesia? Identifican la Iglesia con una institución dogmática y jerárquica, que nunca jamás le pasó por la cabeza a Jesús. Identifican la fe en él con unas categorías mentales tan metafísicas y dualistas (dos naturalezas, divina y humana, una persona divina, segunda persona de la Trinidad…) que pasmarían o divertirían al profeta de Nazaret. Identifican a Dios con un personaje separado del mundo y dotado de psicología humana, que toda las tradiciones místicas, también la cristiana, siempre han superado (¿No han leído en San Juan de la Cruz que “el centro del alma es Dios” o que “Dios habita sustancialmente el alma”?). Son libres de pensar como piensan, si así les parece mejor. ¿Pero por qué ese empeño en condenar a todos los que hablan otro lenguaje? ¿Por qué confunden el lenguaje con la fe en lo  esencial que es indecible? ¿De dónde les viene sino de su ego estrecho esa obsesión de poseer la verdad y de identificarla con unas ideas y además las suyas?
¡Enhorabuena, Enrique! Seguro que tu teología no es la única, ni tú lo pretendes. Pero es necesaria, para liberarnos a tanta gente de las angustias y angosturas de las pobres ideas de nuestro yo más ilusorio. Sigue siendo libre y enseñando a tanta gente a ser libre, feliz y más generosa. Sigue iniciando a hombres y mujeres de hoy en una espiritualidad unificada, integradora, dialogal, samaritana. Una espiritualidad cada vez más necesaria. Sigue enseñando que Lo Que es Es Amor, y que todos nosotros también, a pesar de todo, y más allá de toda dualidad, somos Lo Que Es, y cómo llegar a serlo y respirar por fin.

Desierto: realidad y metáfora


El desierto es una realidad misteriosa y una metáfora fecunda del discurrir contradictorio de la vida humana.
Actualmente el 40% de la superficie terrestre está en proceso avanzado de desertificación. Los desiertos crecen a razón de 60 mil km2 por año, lo que equivale a 12 hectáreas por minuto. En Brasil hay un millón de km2 en proceso de desertificación. Sólo en el Nordeste y en Minas son 180 mil km2. Este fenómeno amenazador para las cosechas, para el hambre y la emigración de poblaciones enteras se debe a la deforestación, al mal uso de los suelos, a los cambios climáticos y a los vientos.
Recordemos que el mayor desierto del mundo, el Sahara, con una superficie mayor que la de Brasil (9.065000 km2), hace diez mil años estaba cubierto de densas selvas tropicales, contiene fósiles de dinosaurios y restos arqueológicos de antiguas civilizaciones, pues antiguamente el río Nilo desembocaba en el Atlántico. En esa época, sin embargo, ocurrió un drástico cambio climático que lo transformó en una inmensa sabana y después en un desierto árido y extremadamente seco. ¿No es una señal para la Amazonia?
Pero la vida siempre es más fuerte.  Resiste, se adapta y acaba triunfando. Todavía hoy en los desiertos brota la vida: más de 800 especies de vegetales y minúsculos insectos y animales. Basta que sople un viento más húmedo o que caigan unas gotas de agua y la vida invisible irrumpe espléndidamente.
En ocho días, la semilla germina, florece, madura, da fruto que cae al suelo. La semilla se recoge. Espera más de un año, bajo la canícula del sol y el azote del viento hasta poder germinar de nuevo y continuar el ciclo ininterrumpido y triunfante de la vida. Otros arbustos se enrrollan sobre sí mismos, se retuercen para escapar de los vientos y sobrevivir.
De la misma manera, pequeños animales se alimentan de insectos, mariposas, libélulas y semillas traídas por el viento.
Pero cuando hay un oasis, la naturaleza parece desquitarse: el verde es más verde, la atmosfera más sonriente y los frutos tienen más color. Todo proclama la victoria de la vida.
Con su tecnología, el ser humano abre los desiertos, traza carreteras brillantes, devuelve el desierto a la civilización como ocurre en Estados Unidos, en China y en Chile. Esta es la realidad de la ecología exterior del desierto.
Pero hay desiertos interiores, de ecología profunda. Cada persona humana tiene su desierto a atravesar en busca de una «tierra prometida». Es un recorrido penoso y lleno de espejismos. Pero le espera siempre un oasis para rehacerse.
Hay desiertos y desiertos: desierto de los sentidos, del espírito, de la fe. El desierto de los sentidos ocurre especialmente en las relaciones interpersonales. Después de algunos años, la relación de un pareja conoce el desierto de la monotonía del día a día y la disminución del encantamiento mutuo. Si no hay creatividad y aceptación de los límites de cada uno, la relación puede acabar. Si la travesía no se hace, permanece el desierto desalentador.
Hay también el desierto del espíritu. En el siglo IV cuando el cristianismo empezó a aburguesarse, algunos laicos cristianos se propusieron mantener vivo el sueño de Jesús. Fueron al desierto para hallar la tierra prometida en sua propia alma y encontrar a Dios desnudo y vivo. Y lo encontraron. Se trata de una peligrosa travesía del desierto. San Juan de la Cruz habla de la noche del espíritu “terrible y temible”. Pero el resultado es una integración radical. Entonces, de la aridez nace el paraíso perdido. El desierto es metáfora de esta búsqueda y de este encuentro.
Finalmente está el desierto de la fe. Hoy se vive en la Iglesia Católica un árido desierto pues la primavera que significó el Concilio Vaticano II se transformó en invierno severo por obra de las medidas tomadas por el organismo central del Vaticano en su esfuerzo por mantener tradiciones y estilos de piedad que tienen que ver con el modelo medieval de Iglesia de poder. La Iglesia se comporta como una fortaleza sitiada y cerrada a los llamamientos que vienen de los pueblos, a sus lamentos y esperanzas. Es un modelo de Iglesia del miedo, de la sospecha y de la pobreza en creatividad, lo que revela insuficiencia de fe y de confianza en el Espíritu de Jesús. Lo que se opone a la fe no es el ateísmo, sino el miedo. Una Iglesia llena de miedos pierde su principal sustancia que es la fe viva. Los crímenes de la pedofilia de muchos religiosos y los escándalos financieros del Banco del Vaticano han llevado a muchos fieles a conocer el desierto, a emigrar de la institución, aunque manteniendo el sueño de Jesús y la fidelidad a los evangelios. Vivimos en un desierto eclesial sin vislumbrar un oasis por delante. Será nuestro desafío el de hacer así y todo su travesía con la certeza de que el Espíritu irrumpa y haga surgir flores en el desierto. ¡Pero cómo duele!

Expresiones habituales: Kaixo

Expresiones habituales: Kaixo!

Iniciamos una sección nueva en la web de Salesianos Bilbao. Ofreceremos semanalmente material de aprendizaje de Euskera.
El objetivo a la hora de publicar este material de consulta y aprendizaje es que los Salesianos y miembros de la Familia Salesiana que no tengan conocimientos del idioma puedan llegar a conocer la expresiones habituales. Teniendo en cuenta que en breve las Inspectorías de los Salesianos de Bilbao, Madrid y León serán una.
Cada semana ofreceremos un material que recoge las formas de saludos, de pedir la hora, de darla, de hablar del tiempo, de dar las gracias, etc…
El material ha sido seleccionado por Koldo Vergara, salesiano de la Inspectoría de Bilbao y con quien además se puede aprender euskera a través del Blog que hace un tiempo ya publicitamos: “Euskararen bidean Laguntzeko programa”.
Es un material que forma parte del programa LanHitz del Gobierno Vasco: una iniciativa destinada a incrementar el uso y la presencia del euskera también en el mundo del trabajo. Para el objetivo propuesto se ha realizado una selección de los materiales creados para este programa
Comenzamos esta semana con la primera lección: Saludar.

Reunión de Bosko Taldea

El sábado 10 de noviembre se ha reunido en los locales de la Asociación Alaitasuna de Errenteria el Consejo de la Federación Bosko Taldea.
Tras los meses de intenso trabajo que se ha visto plasmado en el éxito de las Jornadas de Formación y el Congreso de Centros Juveniles, el Consejo de la Federación se ha reunido para evaluar ambos encuentros y planificar la Asamblea.
La Asamblea se celebrará en Azkoitia el día 12 de enero, y en esta ocasión, a parte de los temas habituales, toca renovar el Consejo. De aquí a enero las asociaciones y casas tendrán la oportunidad de reflexionar sobre qué personas pueden desarrollar su voluntariado al servicio de los centros juveniles desde la federación y proponer personas para participar en el Consejo.
Por otro lado, Nuria Pascual, nuestra actual presidenta, termina su labor al frente de la Federación, por lo que también se realizará la consulta a las asociaciones y casas para ver quién desempeña este voluntariado a partir del 12 de enero.