FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

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ATALAYA

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jueves, 1 de noviembre de 2012

JOSE ANTONIO PAGOLA 4 NOVIEMBRE 2012



Amarás a tu prójimo como a ti mismo Mc 12, 28-34
 

Se ha dicho que el hombre contemporáneo ha perdido la confianza en el amor. No quiere «sentimentalismos» ni compasiones baratas. Hay que ser eficaces y productivos. La cultura moderna ha optado por la racionalidad económica y el rendimiento material, y tiene miedo al corazón.
Por eso, en la sociedad actual se teme a las personas enfermas, débiles o necesitadas. Se las encierra en las instituciones o se les encomienda a la Administración, pero nadie las quiere cerca.
El rico tiene miedo del pobre. Los que tenemos trabajo no deseamos encontramos con quienes están en paro.
Nos molestan todos aquellos que se nos acercan pidiendo ayuda en nombre de la justicia o del amor.
Se levantan entre nosotros toda clase de barreras. No queremos cerca a los gitanos. Miramos con recelo a los africanos porque su presencia parece peligrosa. Cada grupo y cada persona se encierra en sí mismo para defenderse mejor.
Queremos construir una sociedad progresista basándolo todo en la rentabilidad, el crecimiento económico, la competitividad. Recientemente, una inmobiliaria publicaba el siguiente anuncio: «Nuestra filosofía reposa sobre cuatro principios: rentabilidad inmediata, seguridad de emplazamiento, fiscalidad ventajosa y constitución de un patrimonio generador de plus valía».(LEER EL EVANGELIO)
Naturalmente, en esta filosofía ya no tiene cabida «el amor al prójimo». Los mismos que se dicen creyentes, tal vez, hablan todavía de caridad cristiana pero terminan más de una vez instalándose en lo que Karl Rahner llamaba «un egoísmo que sabe comportarse decentemente».
Pero lo importante no son las palabras, sino los hechos. Si queremos ser fieles al principal mandato del Evangelio, los cristianos hemos de ir descubriendo constantemente las nuevas exigencias y tareas del amor al prójimo en la sociedad moderna.
Amar significa hoy afirmar los derechos de los parados antes que nuestro propio provecho. Renunciar a pequeñas y mezquinas ventajas para contribuir a una mejora social de los marginados. Arriesgar nuestra economía para solidarizarnos con causas que favorecen a los menos privilegiados. Dar con generosidad parte de nuestro tiempo libre al servicio de los más olvidados. Defender y promover la no-violencia como el camino más humano para resolver los conflictos.
Por mucho que la cultura actual lo olvide, en lo más hondo del ser humano hay una necesidad de amar al necesitado, y de amarlo de manera desinteresada y gratuita. Por eso es bueno que se sigan escuchando las palabras de Jesús: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón... Amarás a tu prójimo como a ti mismo».

Pastoral juvenil

El título resultará extraño para los lectores no familiarizados  –la inmensa mayoría– con el argot eclesiástico. El término “pastoral” se refiere en general a composiciones literarias, pictóricas o musicales que evocan la vida campestre y pastoril, cuando las ovejas seguían al pastor.
“Pastoral” designa también la actividad evangelizadora de la Iglesia, desarrollada sobre todo por el clero. El obispo se llama “Pastor”, y sucede a menudo que aspira a que todos los cristianos católicos sean ovejas sumisas y formen un solo rebaño bajo un solo pastor en un único redil. Lo que pasa es que esas ovejas escasean, gracias al Espíritu de Jesús y su evangelio liberador, gracias a Dios. Y los pastores pintan poco cuando no quedan ovejas. Pero los obispos siguen empeñados en pastorear a la grey confiada, y buscan ovejas como sea.
Esa es la impresión que me queda tras haber oído hace unos días a Mons. José Ignacio Munilla presentar el Congreso Nacional de Pastoral Juvenil que tendrá lugar en Valencia del 1 al 4 de noviembre. No estuvo amable ni tranquilo el pastor, en contraste con los bellos versículos del Salmo 23: “El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas”.
Pues no. El obispo de San Sebastián, responsable del Departamento de Juventud en la Conferencia Episcopal Española, se dedicó a hacer sonar alarmas y a gritar al lobo. Se mostró alarmado de que el 50% de los jóvenes no crea en Dios, y los pintó con tonos más que sombríos. “Los jóvenes españoles están heridos intelectual y afectivamente”, dijo. Y habló de “fracaso familiar”, “fracaso afectivo” y “fracaso escolar”. ¿La causa de tanto fracaso? “El relativismo intelectual”.  ¿Y el remedio? Volver al redil. Pues no volverán.
Nada dijo el obispo del paro, que impide a la mitad de los jóvenes ser algo en esta sociedad, creer en sí mismos, tener una casa, crear una familia. Al parecer, los obispos no lo consideran un fracaso y una herida tan graves. El problema es el “relativismo”, mantra episcopal repetido hasta la saciedad como explicación de todos los males.
Tampoco hizo el obispo ninguna autocrítica, faltaría más. La institución eclesial, por lo visto, no tiene nada que ver con esos supuestos “fracasos” ni es responsable de que solo el 7% de los jóvenes vaya a misa y de que solo (¿solo?) el 50% siga creyendo en Dios. Una institución eclesial encerrada en dogmas del pasado, que se organiza y funciona según estructuras propias de la cultura agraria y pastoril, que imagina a Dios con cetro y cayado, y que solo sale a manifestarse en la calle para defender la asignatura confesional de religión, la familia patriarcal y sus privilegios fiscales.
Creo sinceramente que los “pastores” se equivocan de diagnóstico y de remedio, de juventud y “pastoral”. Creo que se equivocan de mundo y de Iglesia, de Jesús y de Evangelio. Los obispos debieran preguntarse seriamente por qué, entre 16 instituciones sociales, la Iglesia católica es la peor valorada de todas por parte de los jóvenes, y por qué la religión figura en el último lugar de su escala de valores, después de la familia, la salud, el tiempo libre, el trabajo y… la política. Debieran hacer un profundo “examen de conciencia”, como ha reclamado Mons. Ricardo Blázquez en el Sínodo de obispos que tiene lugar durante este mes en Roma.
Debieran creer un poco más en los jóvenes de hoy, y aprender de su increencia a creer mejor: una nueva imagen de Dios, una figura de Jesús más simple, sin báculo ni mitra, un evangelio mejor que nos ofrece a todos aire fresco, agua limpia, brotes verdes de vida y de futuro.

Participación en el I Congreso Nacional de Pastoral Juvenil

El primer Congreso Nacional de Pastoral Juvenil de la historia de España va a tener lugar en Valencia, del 1 al 4 de noviembre de 2012, organizado por la Conferencia Episcopal Española con el lema «También vosotros daréis testimonio» (Jn 15, 27). Su convocatoria y preparación es consecuencia de varios años de trabajo y de los dos últimos planes pastorales de la Conferencia Episcopal.
Su objetivo principal es descubrir nuevos caminos para evangelizar a los jóvenes y que a su vez ellos sean testigos del Evangelio en la cultura de hoy.
A pesar de que Cristo es el único que responde a todas las preguntas del ser humano y al sentido de la vida del joven, la confusión cultural y la hostilidad ambiental hoy es muy grande, por lo que es necesaria una iniciativa de este tipo. Partimos de que el mensaje que la Iglesia anuncia responde a todas estas búsquedas y necesidades. Sin embargo, es necesario centrar el perfil del joven en sus búsquedas, esperanzas y luchas cotidianas para conseguir sus objetivos. También hemos de enfocar adecuadamente sus faltas de esperanzas, de afecto familiar, la lucha por conseguir un trabajo, las soledades sufridas, las evasiones, los vacíos hallados en los falsos caminos.
El Congreso Nacional de Pastoral Juvenil pretende también los siguientes objetivos:
* Actualizar la pastoral con jóvenes al lenguaje, la sensibilidad, la psicología y la afectividad de los jóvenes españoles del siglo XXI.
* Impulsar el entusiasmo misionero en un momento de gran secularización de España, acentuado por la grave crisis moral, social y económica que padecemos.
* Promover nuevas expresiones evangelizadoras para educar mejor a los jóvenes en la oración, la afectividad, el estudio frente al relativismo, la vida pública, el testimonio de los santos y el ocio, y en los ámbitos de la pastoral universitaria, vocacional, social, escolar, litúrgica y de los medios de comunicación.
* Afrontar la nueva pastoral juvenil desde unas bases teológicas fuertes, en las perspectivas de los aniversarios del Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica.
En este Congreso participa los Salesianos de España, entre ellos Txuri Blanco, delegado de Pastoral Juvenil de Salesianos Bilbao, Ivan Poza e Vitoria, Deborah Chanca  de Errenteria como representantes del MJS de la Inspectoría y Borja Pérez, salesiano cooperador representando a la Secretaría Ejecutiva Regional de SS.CC.
Seguro que nos cuentan la experiencia y transmiten las conclusiones.
El congreso cuenta con una página web realizada expresamente para el evento. Se puede consultar desde aquí. En la página se puede ver el video promocional del Congreso, recogido también en el espacio de vídeos de salesianosbilbao.com
Cuatro días para crecer, de intenso trabajo, cuatro días para el futuro.

La banca, el fraude fiscal y el New York Times Vicenc Navarro

El New York Times ha ido publicando una serie de artículos sobre Emilio Botín, presentado por tal rotativo como el banquero más influyente de España, y Presidente del Banco de Santander, que tienen inversiones financieras de gran peso en Brasil, en Gran Bretaña y en Estados Unidos, además de en España. En EEUU el Banco de Santander es propietario de Sovereign Bank.
Lo que le interesa al rotativo estadounidense no es, sin embargo, el comportamiento bancario del Santander, sino el de su Presidente y el de su familia, así como su enorme influencia política y mediática en España. Un indicador de esto último es que ninguno de los cinco rotativos más importantes del país ha citado o hecho comentarios sobre esta serie de artículos en el diario más influyente de EEUU y uno de los más influyentes del mundo. Es de suponer que si se escribieran artículos semejantes, por ejemplo, sobre el Presidente Zapatero, tales reportajes serían noticia. No así en el caso Emilio Botín.
Una discusión importante de tales artículos es el ocultamiento por parte de Emilio Botín y de su familia de unas cuentas secretas establecidas desde la Guerra Civil en la banca suiza HSBC. Por lo visto, en las cuentas de tal banco había 2.000 millones de euros que nunca se habían declarado a las autoridades tributarias del Estado español. Pero, un empleado de tal banco suizo, despechado por el maltrato recibido por tal banco, decidió publicar los nombres de las personas que depositaban su dinero en dicha banca suiza, sin nunca declararlo en sus propios países. Entre ellos había nada menos que 569 españoles, incluyendo a Emilio Botín y su familia, con grandes nombres de la vida política y empresarial (entre ellos, por cierto, el padre del President de la Generalitat, el Sr. Artur Mas).
Según el New York Times, esta práctica es muy común entre las grandes familias, las grandes empresas y la gran banca. El fraude fiscal en estos sectores es enorme. Según la propia Agencia Tributaria española, el 74% del fraude fiscal se centra en estos grupos, con un total de 44.000 millones de euros que el Estado español (incluido el central y los autonómicos) no ingresa. Esta cantidad, por cierto, casi alcanza la cifra del déficit de gasto público social de España respecto la media de la UE-15 (66.000 millones de euros), es decir, el gasto que España debería gastarse en su Estado del Bienestar (sanidad, educación, escuelas de infancia, servicios a personas con dependencia, y otros) por el nivel de desarrollo económico que tiene y que no se gasta porque el Estado no recoge tales fondos.
Y una de las causas de que no se recojan es precisamente el fraude fiscal realizado por estos colectivos citados en el New York Times. El resultado de su influencia es que el Estado no se atreve a recogerlos. En realidad, la gran mayoría de investigaciones de fraude fiscal de la Agencia Tributaria se centra en los autónomos y profesionales liberales, cuyo fraude fiscal representa –según los técnicos de la Agencia Tributaria del Estado español- sólo el 8% del fraude fiscal total.
Es también conocida la intervención de autoridades públicas para proteger al Sr. Emilio Botín de las pesquisas de la propia Agencia Tributaria. El caso más conocido es la gestión realizada por la ex Vicepresidenta del Gobierno español, la Sra. De la Vega, para interrumpir una de tales investigaciones. Pero el Sr. Botín no es el único. Como señala el New York Times, hace dos años, César Alierta, presidente de Telefónica, que estaba siendo investigado, dejó de estarlo. Como escribe el New York Times con cierta ironía, “el Tribunal desistió de continuar estudiando el caso porque, según el juez, ya había pasado demasiado tiempo entre el momento de los hechos y su presentación al tribunal”. Una medida que juega a favor de los fraudulentos es la ineficacia del Estado así como su temor a realizar la investigación. Fue nada menos que el Presidente del Gobierno español, el Sr. José Mª Aznar, que en un momento de franqueza admitió que “los ricos no pagan impuestos en España”.
Tal tolerancia por parte del Estado con el fraude fiscal de los súper ricos se justifica con el argumento de que, aún cuando no pagan impuestos, las consecuencias de ello son limitadas porque son pocos. El Presidente de la Generalitat de Catalunya, el Sr. Artur Mas, ha indicado que la subida de impuestos de los ricos y súper ricos tiene más un valor testimonial que práctico, pues su número es escaso. La solidez de tal argumento, sin embargo, es nula. En realidad, alcanza niveles de frivolidad. Ignora la enorme concentración de las rentas y de la propiedad existente en España (y en Catalunya), uno de los países donde las desigualdades sociales son mayores y el impacto redistributivo del Estado es menor. Los 44.000 millones de euros al año que no se recaudan de los súper ricos por parte del Estado hubieran evitado los enormes recortes de gasto público social que el Estado español está hoy realizando.
Pero otra observación que hace el New York Times sobre el fraude fiscal y la banca es el silencio que existe en los medios de información sobre tal fraude fiscal. Tal rotativo cita a Salvador Arancibia, un periodista de temas financieros en Madrid, que trabajó para el Banco Santander, que señala como causas de este silencio el hecho de que el Banco Santander gasta mucho dinero en anuncios comerciales, siendo la banca uno de los sectores más importantes en la financiación de los medios, no sólo comprando espacio de anuncios comerciales, sino también proveyendo créditos –aclara el Sr. Salvador Arancibia- “….medidas de enorme importancia en un momento como el actual, donde los medios están en una situación financiera muy delicada”. De ahí que tenga que agradecer al diario que se atreva a publicarlo, porque hoy, artículos como los que publica el New York Times y el mío propio, no tienen fácil publicación en nuestro país. Es lo que llaman “libertad de prensa”.

Vicenç Navarro, Catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University