16
de octubre 2011
La pregunta que le hacen los fariseos, confabulados con partidarios de Herodes Antipas, es
clara.
La pregunta parece sincera pero está estudiada. Intentan
sonsacar del Maestro algo tan
importante como si hay que pagar impuestos.
¿Es lícito pagar impuestos al César?
En eso de los impuestos andamos todos cautos y nos evadimos
y escurrimos el bulto como las
anguilas…
Y no es siempre justo y honesto, por
más que nos justifiquemos, decir que somos mal administrados…Es una pescadilla que se
come la cola…o un círculo vicioso que no tiene salida. Todos queremos los
beneficios, pero no las obligaciones…dicho
esto, como de paso.
Luego, no nos
quejemos de la especulación de terrenos de antaño por las inmobiliarias; cuando
nosotros comprábamos los pisos a bajo precio
y los vendíamos a alto precio, haciendo la misma especulación de la “plus
valía” al poco
tiempo.
Y eso lo hemos hecho todos en esta sociedad de mercado libre que nos
invade en todos los terrenos. Hijos todos del sistema Neoliberal que nos rodea…
Todos queremos más, sea como sea, pero
más, y más y más…
Antes de nada, el maestro les manda enseñar aquella
moneda y allí se reconocía la imagen de
César, el Emperador todopoderoso, endiosado… Era una moneda idolátrica…
Como no hace mucho, la de nuestros reyes “por la gracia de Dios”.
Nada más iluso e idolátrico.
Hay que poner a
un lado lo que es de Dios y lo que es
del César, al César.
La crisis
económica que vivimos hoy no tiene una solución fácil, pues de ser así, ya la
hubieran dado.
A Dios lo que es de Dios y a la Hacienda lo que es de Hacienda y las
financieras que administren bien lo que
es de todos.
No me meto en más profundidades porque no es lo mío y además nada sé ; pero sí reivindico bastante más equidad y solidaridad y, sobre todo, un
poco más de compartir y repartir…
No va ser suficiente
con alguna pequeña reforma; sino que será necesaria una conversión de estilo de vida que transforme nuestra conciencia; y pasar
de una sociedad “competitiva” a una
sociedad participativa y más cooperativista.
Poner límite a la voracidad de los mercados de
automóviles, electrodomésticos sofisticados,
y a montón de prendas de marcas, etc…
Bienestar sí, pero lujo no, dispendio y el "siempre
más y mas” ...no.
La crisis va a ser larga. Nos esperan tiempos
difíciles que nos van a pedir algún
sacrificio.
La
respuesta mejor la vamos a encontrar en
el Evangelio. Vivir la crisis con espíritu solidario.
Nosotros, para empezar, hemos aportado en este mes 400 €.
Hemos hecho un pequeño esfuerzo, un pequeño sacrificio por Cáritas.
Ya sé que, además, ayudáis a algún amigo o familiar y alguien necesitado que de vez en cuando os
encontráis en el camino.
¡Qué bonito¡ Para terminar, la pareja
de ancianos de Berango, que
prácticamente todo el pueblo a salido a la calle para defender el derecho de poder seguir
viviendo en su caserío, cuyo arriendo o
hipoteca de momento no pueden pagar… ¡Y como estos cuántos¡
Eso sí, dando al Cesar lo que es del
Cesar, cuando se pueda y se deba…pero sin negar el derecho a la vivienda, que
tiene todo ser humano por derecho propio y por lo que dice la Constitución.